Como cada año, el próximo 22 de diciembre, Loterías y Apuestas del Estado celebra el sorteo de la Lotería de Navidad, poniendo en juego un total de 2.408 millones de euros. ¿Cómo puedo sacarle partido al dinero si soy uno de los afortunados?
Además, según un análisis de Apuestas Deportivas, la probabilidad de ganar el Gordo de Navidad es de 1 entre 0,1 millones, una cifra que convierte a la lotería más importante de España en la más fácil de ganar de Europa. Le sigue la Klasselotteriet de Dinamarca, con 1 entre 1 millón, y la Latloto 5/35 de Letonia, con 1 entre 3,2 millones. Por el contrario, la lotería más difícil de ganar es la italiana: la SuperEnalotto tiene una posibilidad de 1 entre 623 millones.
Aunque recibir una gran cantidad de dinero inesperada siempre es motivo de alegría, desde Abante recuerdan que, en algunas ocasiones, esa buena noticia puede durar poco si no administramos bien el dinero del premio. De hecho, un estudio de la asociación de EFPA pone de manifiesto que el 70% de los premiados con la Lotería de Navidad tiene mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio.
¿El motivo? La felicidad que nos produce ser uno de los premiados nos lleva a tomar decisiones precipitadas y a caer en errores típicos. Por ello, para evitar tomar malas decisiones financieras y de inversión, desde el equipo de Planificación Financiera de Abante han preparado un documento con los aspectos más importantes a tener en cuenta.
La fiscalidad del premio
El primer punto que hay que destacar tiene que ver con los impuestos y con el importe neto que nos va a llegar a la cuenta. En los Presupuestos Generales del Estado de 2018 se aprobó ampliar el mínimo exento de los premios de la lotería de forma progresiva, por lo que este 2020 solo hay que tributar si el premio supera los 40.000 euros. Esto implica que, por un décimo, pagaríamos impuestos por el exceso si nos toca el ‘Gordo’ -que son 400.000 euros al décimo-, por el segundo -125.000- y por el tercer premio -50.000-, pero quedaríamos exentos a partir de los cuartos y quintos premios, que reparten 20.000 y 6.000 euros al décimo, respectivamente.
Lo que permanece sin cambios es el porcentaje al que hay que tributar, que continúa siendo del 20%. Es decir, quien lleve un décimo agraciado con el primer premio, el importe neto que recibirá en su cuenta será de 328.000 euros. Además, hay otros aspectos que hay que tener en cuenta al pensar en las repercusiones fiscales de la lotería, porque serán un gasto más que hará que la cuantía neta que quede se reduzca. Esto ocurre con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, ya que, si se quiere donar parte del premio a un familiar hay que tener presente que, si no se puede demostrar que el boleto es compartido, hay que tributar en algunas comunidades autónomas.
Planificación financiera: ¿cuáles son mis objetivos?
Para sacarle el mayor partido posible al dinero y evitar que se despilfarre, desde Abante recomiendan, como primer paso, tomarse un tiempo de seis meses antes de comenzar a gastar o a invertir el dinero (la ley da un plazo máximo de 3 meses para cobrar el décimo). El objetivo de dejar este periodo de tiempo es que el ganador se acostumbre a vivir con una cantidad elevada de dinero y haga un ejercicio de planificación financiera para pensar en sus metas y contextualizar el premio en su plan financiero y vital.
Invertir para rentabilizar el premio a largo plazo
Cuando ya se han definido los objetivos vitales, el siguiente paso es hacer unos números para ver qué coste tienen. Es decir, hay que analizar también la situación financiera actual para ver cuál es el punto de partida y si con el dinero extra del premio basta o se necesita más y, por tanto, el premiado debería acudir a los mercados financieros para cubrir ese déficit o, si es el caso, para ver qué rentabilidad necesitaría para poder vivir de las rentas.
Es muy importante saber que, si se decide no invertir el dinero, dentro de unos años se perdería poder adquisitivo, a media que los precios se incrementasen, al no cubrir la inflación. Es decir, si se tienen 328.000 y no se invierten, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2% (objetivo que persigue el Banco Central Europeo), ese dinero equivaldría a unos 220.735 euros (actuales).
Antes de acudir a los mercados financieros para rentabilizar el premio, el primer paso es fijar la rentabilidad objetivo que se necesita -que viene determinada por la diferencia entre lo que se tiene y lo que se necesita-, y eso es lo que va a determinar qué nivel de riesgo se puede asumir y qué cartera o qué activo financiero es el más adecuado. Para maximizar el dinero del premio, desde Abante recomiendan apostar por carteras diversificadas. Además, si se cuenta con un gran horizonte temporal de inversión, se puede asumir más riesgo con la inversión, lo que hará que el capital final sea mucho mayor.
Por ejemplo, si se quiere superar a la inflación en 3 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 5%) habría que invertir en una cartera con el 50% de la inversión en renta variable. Y una opción que permite diversificar, que tiene beneficios fiscales y que permite acceder a una gestión profesional son los fondos de inversión.
Si eres uno de los afortunados, las opciones de invertir el premio son múltiples, pero “para evitar que tu fortuna desaparezca en poco tiempo, sobre todo si no se tienen grandes nociones inversoras o no se dispone de tiempo para dedicarle a las finanzas, lo más aconsejable es recurrir a un asesor financiero que nos oriente”, recomienda Victoria Torre, responsable de Oferta Digital de Singular Bank. Así, si invertimos el premio con cabeza, sin dejarnos llevar por la emoción y los nervios, y se lleva a cabo una buena planificación, es posible que la cuantía ganada siga creciendo.
Por otro lado, es habitual escuchar a muchos de los premiados decir que lo primero que van a hacer es quitar la hipoteca, cuando, quizás no es lo más conveniente. Lo primero que habría que ver es si la rentabilidad que da el dinero invertido es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar la hipoteca. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, si la vivienda habitual se compró antes de 2013, existe una ventaja fiscal en el IRPF (la ley permite deducirse cada año un 15% de una cuota máxima de 9.040 euros), que puede que no interese perder. Por ese motivo siempre es conveniente poner todas las finanzas en perspectiva para evaluar qué opciones son las más adecuadas para cada persona, tanto desde el punto de vista financiero como fiscal, teniendo en cuenta los objetivos personales.
A los consejos de Abante se suman los de EFPA, los cuales, además de recomendar lo ya citado, inciden en la importancia de no tomar ninguna decisión de forma precipitada, consultar con un asesor financiero o plantearse la posibilidad de usar el dinero para la jubilación.
¿Qué harían los españoles?
Ni tapar agujeros ni disfrutarlo en caprichos, el 72,3% de los ahorradores consultados por Finect invertirán el premio Gordo de la Lotería Navidad si resultan premiados. El 12,4% preferiría, sin embargo, tapar agujeros; mientras que un 10,8% lo destinaría a invertir en ladrillo y solo un 4,4% lo utilizaría para darse grandes caprichos.
De este modo, seguirán los consejos de Antonio Jiménez Colilla, gestor patrimonial de Mapfre Gestión Patrimonial. “Creo que una de las mejores opciones para gestionar nuestro capital si nos toca el Gordo de Navidad sería no gastarse nada de la cuantía del premio obtenido, e ir comprando bienes y servicios con el efectivo generado de los rendimientos de nuestros activos en cartera”.
“Lo natural cuando una persona recibe dinero inesperado, independientemente de la cuantía, es que estudie en qué lo va a invertir y, si es de cierta consideración, lo más recomendable es que lo reparta en distintos productos, entre los que es beneficioso que se encuentre el oro físico, en torno a un 5-10%, ya que es una forma de asegurar al resto de su patrimonio”, explica Tomás Epeldegui, director de Degussa en España. Además, los agraciados con la Lotería deberán tener en cuenta que esa parte de su ganancia que dediquen a adquirir oro físico de inversión no estará gravada con el IVA, por lo que prácticamente se dedicará al completo a la compra del metal precioso.
Así mismo, la austeridad invadirá a la mayoría de los posibles ganadores y un 74% solo gastará un 10% del premio en caprichos personales. Mientras que un 22,7% empleará entre un 20% y un 50% y únicamente un 3,3% destinará más del 50%.
De seguir sus intenciones, la mayoría cumplirá de sobra con una de las reglas de Lucien Nelson, asesor financiero en Santalucía Vida y Pensiones. “Si te toca el gordo de Navidad, ten muy en cuenta estas tres reglas: 1. Un tercio para realizar tus proyectos más anhelados, 2. Un tercio para cancelar tus deudas y ayudar a quien consideres que lo necesita… y 3. Un tercio para asesorarte profesionalmente y ahorrar, invirtiendo de forma equilibrada y prudente».
A la hora de invertir, la bolsa será la elección del 44,2% de los encuestados. Por detrás el 14,9% elegirá la cuenta bancaria o los depósitos, mientras que el 14% se muestra partidario de utilizar la mayor parte del premio para amortizar su hipoteca; un 13,2% para invertir en ladrillo, y un 9,6% para montar o invertir en un negocio. Por otra parte, un 4% optará por destinarlo a donaciones.
De cara a administrar el premio, el 45,9% tomará sus propias decisiones, seguido de un 42,7% que elegirá a un asesor financiero. Mientras que solo un 6,1% se dejaría aconsejar por el personal de su banco y cerca del 5,3% confiaría en un amigo o familiar entendido en finanzas. Así cumplirían con el recordatorio de Carlos Farras, socio director y CIO DPM Finanzas. “Si los grandes ahorradores experimentados demandan los servicios de un asesor financiero independiente, no se deje asesorar por personas cercanas o familiares”.
Por último, la encuesta revela que los posibles premiados decidirán guardar el secreto de ser agraciados con el Gordo. Así, el 49,9% solo celebrará la noticia con los miembros de su hogar y un cercano 42,8% incluirá también a sus amigos y familiares.