Una empresa o una persona puede poseer muchos activos valiosos, pero tal como suele decirse, el dinero sigue siendo el rey. Una empresa puede generar miles de millones de dólares en ingresos, pero si no dispone de dinero líquido, puede tener problemas. Un individuo podría poseer múltiples propiedades u obras de arte, pero en una emergencia financiera, dependerá de sus activos líquidos para mantenerse a flote.
Cualquier cosa de valor financiero para un negocio o individuo se considera un activo. Los activos líquidos son los que se pueden cambiar de forma fácil, segura y rápida por dinero de curso legal, sin afectar de forma significativa a su valor. Inventario, facturas por cobrar y acciones son ejemplos de activos líquidos, cosas que se pueden convertir rápidamente en efectivo
¿Qué son los activos líquidos?
Un activo líquido es un tipo de activo que se puede convertir rápidamente en efectivo manteniendo su valor de mercado. El efectivo disponible es el tipo de activo más líquido, seguido de los fondos que pueden retirarse de cuentas bancarias
Las inversiones son las siguientes en la escala de liquidez. Algunas cuentas de inversión se consideran equivalentes de efectivo porque se pueden liquidar en un corto período de tiempo. Como regla general, las inversiones a largo plazo son menos líquidas que a corto plazo.
Las acciones son un ejemplo clásico de activos líquidos. El mercado de valores se establece con un número constante de compradores y vendedores. La facilidad con la que se convierten en efectivo varía según el tipo de valor, pero normalmente las acciones se pueden vender y recibir los fondos en unos días. Las acciones se consideran un poco menos líquidas que el efectivo ya que, en un mercado bajista, podría verse obligado a vender por debajo de su valor. Otros ejemplos de inversiones líquidas son las Letras del Tesoro, los Bonos y los Fondos de inversión.
En términos de liquidez, algunos activos no son tan atractivos. Por ejemplo, las imposiciones a largo plazo, ya que suelen aplicar penalizaciones si se retiran los fondos antes de su vencimiento.
¿Qué son los activos no líquidos?
Los activos no líquidos, también llamados activos ilíquidos, no se pueden convertir rápidamente en efectivo. La mayoría de los activos no líquidos deben venderse para aprovechar su valor, los que supone una transferencia de propiedad. Este proceso de transferencia de propiedad puede llevar meses o años, ya que es necesario encontrar el comprador adecuado y, si se venden rápidamente, con frecuencia tiene un efecto negativo en su valor. Los ejemplos más comunes de activos no líquidos son bienes raíces, vehículos, arte y coleccionables.
Tomemos como ejemplo las inversiones inmobiliarias. Se consideran no líquidas ya que su conversión en dinero de curso legal es normalmente un proceso largo, si se quieren vender sin incurrir en pérdidas respecto a su valor de mercado. Aceptar las primeras ofertas sobre una propiedad puede resultar en una pérdida grave de valor. Las negociaciones del contrato podrían tardar varios meses y requerir un tiempo de negociación para alcanzar una suma que coincida con el valor real de la propiedad