Cuando uno piensa en los riesgos de invertir en bonos, le vienen a la mente dos aspectos clave: la disposición y la capacidad de los emisores para pagar la deuda. Estos dos factores adquieren una forma diferente según la clase de activo a la que nos refiramos dentro de la renta fija. Desde Wisdom Tree explican cuáles son los diferentes tipos de activos de mayor riesgo dentro de la renta fija y cómo deben analizar los inversores ambos factores:
1. Bonos soberanos de mercados emergentes
Al considerar el riesgo de default, los inversores tienen en cuenta, en primer lugar, la capacidad para pagar la deuda. En el caso de los bonos soberanos de mercados emergentes, un inversor considera aspectos fundamentales del país para determinar su capacidad de pago de la deuda, fijándose en factores como su crecimiento económico, la estabilidad de su divisa, su capacidad para generar ingresos (es decir, la recaudación de impuestos operativos), la carga de la deuda acumulada y la mejora de la demografía. Es probable que la fortaleza en estas áreas contribuya a un mejor crecimiento económico a futuro y respalde la capacidad de los títulos soberanos de los países emergentes para pagar su deuda.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la voluntad para pagar la deuda. Por lo general, la disposición de un gobierno emergente para pagar la deuda puede estar relacionada con su liderazgo en el poder o con el sistema político vigente. Es importante recordar que un gobierno puede decretar no pagar su deuda, incluso si desde un punto de vista fundamental tiene la capacidad de pagarla. El riesgo político es un aspecto que no debe pasarse por alto al considerar la exposición a los mercados emergentes y generalmente se lo considera cuando las agencias de calificación asignan una nota crediticia.
Para los inversores que estén considerando la exposición a la divisa local de un título emergente en lugar de una exposición a una moneda fuerte, también existe el impacto de la depreciación de la moneda independientemente de la divisa en la cual los bonos están emitidos. Un bono soberano emergente puede optar por depreciar su moneda y no causar técnicamente un evento de default o de crédito a los tenedores de deuda. Es por ello que los inversores deben tener esto en cuenta al comparar la compensación de riesgo-recompensa entre la deuda de los títulos soberanos emergentes y otros tipos de activos de riesgo de renta fija.
2. Bonos de alto rendimiento o high yield
Siguiendo una secuencia similar a la anterior, los emisores con calificación de alto rendimiento o high yield han obtenido esta nota en función de su capacidad y disposición para pagar los intereses y reembolsar el capital según lo acordado con los tenedores de bonos. Se asigna una calificación de alto rendimiento a los emisores que corren un mayor riesgo de incumplimiento en el pago de los intereses o del principal. Éstos generalmente pagan un cupón más alto que los emisores calificados con grado de inversión (investment grade), para atraer a los inversores a comprar su emisión. Cuando un bono no cuenta con la calificación de grado de inversión, su calificación crediticia es inferior a BBB- por Standard & Poor’s y Fitch o Baa3 por Moody’s.
Las tasas de default para los emisores de alto rendimiento generalmente aumentarán cuando el contexto económico sea negativo, ya que esto ejerce presión sobre su capacidad para pagar a los tenedores de bonos, tal como fue el caso durante la crisis financiera de 2008. Aquí el riesgo generalmente se vuelve a evaluar y el diferencial de crédito ajustado por opción que los inversores esperan para los bonos de alto rendimiento, puede aumentar considerablemente.
3. Bonos convertibles
Los bonos convertibles son una clase de activo interesante porque esencialmente son instrumentos de deuda de renta fija que proporcionan pagos de intereses, pero pueden convertirse en un número predeterminado de acciones ordinarias o acciones de capital. La función de conversión de bonos a acciones se puede realizar en determinados momentos durante la duración del bono. Por lo general, esto queda a discreción del titular de los bonos.
Desde el punto de vista de los emisores, la ventaja de emitir bonos convertibles es que, en muchos casos, el emisor puede ofrecer los bonos a una tasa de cupón más baja de lo que tendría que pagar en un bono directo sin características convertibles. La capacidad del tenedor de bonos para convertir los bonos en acciones les permite beneficiarse del potencial alcista disponible de las tenencias de acciones. Estereotípicamente, cuanto más valiosa es la función de conversión, menor es el rendimiento que se les puede ofrecer a los inversores.
Desde el punto de vista de la calificación crediticia, más del 50% de la emisión de los bonos convertibles son bonos sin calificación y la parte restante se divide principalmente entre bonos de alto rendimiento y de grado de inversión. Los bonos convertibles generalmente son emitidos por empresas con bajas calificaciones crediticias y de alto crecimiento esperado. Por ejemplo, Tesla Motors emitió una gran cantidad de bonos convertibles en 2014, viniendo de unos años en los que obtuvo beneficios bajos y negativos, lo que le permitió ofrecer cupones más bajos a los inversores y evitar emitir bonos a interés fijo en ese momento.
4. Los bonos contingentes convertibles adicionales de grado 1 o CoCos
Los bonos contingentes convertibles adicionales de grado 1, conocidos como CoCos, son una clase de activos que surgió como una forma de reducir el riesgo sistémico en el sistema bancario global después de la crisis financiera de 2008. Los CoCos AT1 generalmente son emitidos por los bancos europeos para ayudar a recaudar capital con el fin de cumplir con los requisitos de capital de la normativa Basilea III más estricta, en comparación con los requisitos de la del Basilea II que existía durante la crisis.
Dentro de la estructura de capital del banco, los CoCos AT1 se ubican por debajo de la deuda subordinada y se consideran instrumentos híbridos que, de activarse, pueden convertirse en patrimonio o amortizarse. Es importante destacar que esta conversión o amortización, tenderá a ocurrir en un momento en que sea más ventajoso para el emisor y de ahí la “prima de rendimiento” que se requiere para crear una propuesta atractiva de riesgo / recompensa para los inversores.
En general, los bancos europeos que emiten CoCos AT1 se han beneficiado de la mejora de los fundamentales. En 2017 casi el 36% obtuvo mejoras de calificación, en 2018 el 30.2% y un 9.3% en lo que va de 2019. Esto refleja una tendencia positiva para este segmento de deuda bancaria europea, debido a que las mejoras de calificación han superado al número de reducciones en los últimos tres años.