Las tecnologías han traído numerosas ventajas y entre ellas la posibilidad de que todo el mundo acceda a la información. En el campo de las finanzas también han supuesto un antes y un después y por ello, José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), reclama que nadie se quede al margen del proceso de digitalización y de las oportunidades que abre en educación financiera.
Para Roldán, la educación financiera tiene tres pilares básicos: la familia, donde empieza toda educación, también la relacionada con el dinero y con los buenos hábitos de ahorro y gasto. El segundo pilar, las administraciones públicas, en particular las autoridades educativas, sin cuyo liderazgo es muy difícil hacer extensivo a toda la población este tipo de conocimientos y el tercer pilar, el sector financiero. “Los bancos están muy interesados en relacionarse con clientes bien formados e informados que puedan entender los fundamentos de los productos y servicios financieros. Esto evita malentendidos, problemas y litigios, y facilita enormemente la relación, creando lazos de confianza a largo plazo”, explicó durante el último EduFin Summit de BBVA.
En su opinión, las entidades financieras así lo entienden y están volcadas en impulsar todo tipo de iniciativas de educación financiera que, ya el año pasado, alcanzaron a casi millón y medio de beneficiarios. “Asimismo, estas entidades avanzan al incluir procesos de educación en sus aplicaciones de banca y en hacer sus productos cada vez más sencillos y comprensibles”, añade.
Según Roldán, de este modo, tratan de suplir las notables deficiencias en educación financiera de una población en la que una de cada cuatro personas tiene gastos por encima de sus ingresos. “Es necesaria una actuación conjunta de todos los actores involucrados: Gobierno, administraciones locales y autonómicas, reguladores, supervisores y, por supuesto, el sector financiero, sin olvidar la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos en formarnos como consumidores responsables”, demanda el presidente de AEB.
El doble filo de la aplicación de la tecnología en las finanzas
La tecnología puede resultar muy útil para construir una buena relación de confianza entre los bancos y sus clientes y, aplicada a los servicios financieros, hace que estos sean «más rápidos, accesibles, sencillos, transparentes y también -hay que decirlo- más baratos.”, destaca Roldán. “Servicios en tu móvil, en tu mano y 24 horas al día. Algo impensable hace unos años”, añade.
Sin embargo, señala que, a su vez, es preciso entender algunas fragilidades que se pueden generar en el uso de los canales digitales, en el sector financiero y en cualquier otro sector. Por un lado, Roldán considera que la inmediatez de las operaciones puede dar paso a transacciones demasiado rápidas y no muy bien meditadas, y por otro, está la cuestión de la confidencialidad. “Esto nos preocupa relativamente poco, porque entendemos que uno de los puntos fuertes de la banca ha sido tradicionalmente su capacidad para mantener la reserva y confidencialidad de los datos y operaciones de los clientes. Es algo que está en nuestro ADN y no está tan claro que lo esté en los numerosos operadores tecnológicos, que tienen en la comercialización de los datos su principal fuente de ingresos”, argumenta.
La educación financiera, una vía para mitigar los riesgos
A juicio de Roldán, la educación financiera es imprescindible para disminuir los riesgos que la tecnología puede conllevar derivados de la inmediatez y accesibilidad de las operaciones y también de la seguridad y confidencialidad en el uso de información personal. “La educación financiera va a jugar un papel esencial en el uso responsable de los canales digitales, pero antes o al mismo tiempo hay que garantizar que nadie se quede al margen del proceso de digitalización y de las oportunidades que abre”, explica Roldán.
Este riesgo se da sobre todo entre las personas mayores y más aún en el medio rural. Por esa razón, según cuenta el presidente de la entidad, la AEB ha puesto en marcha Expertclick, un programa de formación en el uso de nuevas tecnologías dirigido a mayores residentes en zonas rurales de toda España.
“Es preciso identificar la educación financiera como un área de acción prioritaria”
Según relató el presidente de la entidad en la última edición de EduFin Summit 2019, para su sector, la educación financiera es el medio más relevante para conseguir unas relaciones fluidas y de confianza con sus clientes. “La educación financiera ayuda al cliente a mantener un diálogo de tú a tú con su entidad bancaria que, a su vez, también se beneficia de este conocimiento más profundo, pues le permite dar un servicio mejor, más claro, transparente y reducir notablemente la probabilidad de malentendidos, mitigando, de este modo, la litigiosidad derivada de los mismos”, argumenta.
Asimismo, recuerda que aumentar los conocimientos financieros de la población, no es algo fácil y requiere tiempo, por lo tanto, exige un compromiso a medio y largo plazo de las entidades y personas involucradas en ello.
Mediante el programa de la AEB “Tus Finanzas, Tu Futuro” la organización ha intentado dar visibilidad al esfuerzo del conjunto de entidades bancarias a favor de la educación financiera. Después de cinco años activo, el presidente Roldán presume de haber formado a casi 36.000 jóvenes para que asuman la gestión de su dinero de forma responsable y puedan tomar buenas decisiones financieras en el futuro. “Estamos muy agradecidos a esos 2.600 empleados de banca de 18 bancos que acuden como voluntarios a colegios de toda España para ayudar a hacer esto a alumnos de entre 13 y 15 años” relata.