Los fondos de inversión son la opción más popular entre los inversores comunes para acceder al potencial de rentas y de revalorización de todo un conjunto de activos que van desde las acciones hasta los bonos, pasando por las acciones alternativas como los inmuebles y las materias primas.
Los fondos de inversión acumulan el dinero de una gran número de inversores con objetivos similares, para invertir en una gama de activos. Éstos están gestionados por profesionales de la inversión a cambio de una comisión de gestión.
Al invertir en un fondo de inversión, compramos acciones y participaciones. No posee ninguno de los activos del fondo directamente, sino que cada acción o participación representa la titularidad de una parte proporcional de todos los activos del fondo.
Generalmente, se puede comprar acciones o participaciones en fondos de inversión cualquier día laborable, lo que facilita la asignación y la retirada de su dinero. El precio de una participación de un fondo de inversión suele calcularse dividiendo el valor total de los activos mantenidos por el fondo entre el número total de acciones o participaciones emitidas.
Muchas personas se decantan por los fondos de inversión, puesto que quieren aprovechar la experiencia y conocimientos de profesionales que se dedican a identificar las mejores oportunidades de inversión.
Otra razón de peso es acceder a una gran variedad de inversiones. Los fondos de inversión pueden abarcar miles de activos y esto reduce el riesgo que conlleva poner todos los huevos en la misma cesta.
La totalidad de los inversores en un fondo de inversión disfrutan, por lo tanto, de las ventajas de la diversificación sin importar la cantidad invertida.