Si tienes dinero ahorrado y quieres que se ponga a trabajar para que no caiga en los efectos de la inflación, comprar un fondo de inversión puede ser una de tus opciones para sacar partido a ese dinero extra.
Para los principiantes posiblemente la primera pregunta que vendrá a su cabeza será ¿dónde puedo comprar un fondo de inversión?
El lugar que elijamos para comprar nuestro fondo puede variar según nuestro grado de conocimiento del sector, el tipo de fondo que queramos, su procedencia o incluso nuestra personalidad.
Nuestro banco, la opción más accesible
El primer lugar al que cualquier primerizo recurriría es a su banco ya que es una de las opciones más cercanas y que más conocemos. Hasta ahora, el empleado que nos informaba de la gama de fondos de inversión disponibles no ejercía como asesor financiero independiente, por lo que lo habitual al comprar un fondo en el banco es que nos vendan los de su propia gestora. Es decir, como ya puso de relieve la CNMV en su último «mistery shopping», si entramos en una oficina del Santander es muy probable que nos ofrezcan fundamentalmente los fondos de inversión del Santander AM y no los de otra gestora.
Una práctica ue les proporciona, además, unas jugosas comisiones llamadas «retrocesiones». Con la entrada en vigor de la nueva normativa MiFID II, el banco debe ofrecer al cliente una gama abierta que incluya fondos de otras gestoras diferentes a la suya y/o un servicio de valor añadido al inversor en forma de asesoramiento financiero periódico. Lo mejor a la hora de comprar un fondo de inversión en un banco es acudir bien informados y con las ideas claras sobre el tipo de fondo que queremos o no y así evitar una compra poco meditada.
Además, tendremos que estar atentos a las comisiones que normalmente rondan el 1%, pero sumando otro tipo de comisiones pueden acabar alcanzando el 3%.
Directamente del bolsillo al gestor
Otra opción es la de saltarse a los bancos, que suelen actuar como intermediarios entre las gestoras y el cliente y a pesar de que la mayoría de gestoras señala como su principal reto la desintermediación aún les queda un largo camino.
Si nuestro fondo elegido es de una gestora española será mucho más fácil tomar contacto y pedirles información, pero si es extranjera será más complicado. En el caso de gestoras independientes españolas, por ejemplo, podremos incluso gestionar una reunión con el equipo de ventas para que nos cuenten sus productos, estrategias y objetivos de rentabilidad. Si no es posible adquirir el fondo directamente con la gestora, nos proporcionarán las vías para hacerlo a través de bancos o de plataformas online.
La digitalización se ha presentado como una solución perfecta para establecer contacto directo con los clientes y así evitar los costes que tener un intermediario produce pero el proceso es lento y según datos de Inverco, el 90% de los compradores de fondos aún actúan a través de un comercializador.
Plataformas o supermercados de fondos
Una de las ventajas que tiene invertir de esta forma es que puedes operar tu cartera de fondos de forma autónoma e independiente, lo que abarata costes. Además, si estas interesado en más de una gestora no tendrás que realizar un contrato o abrir una cuenta con cada una de ellas. Algunas de estas comercializadoras son Tressis, OpenBank, AndBank, Inversis o SelfBank.
Estas comercializadoras actúan como un supermercado de fondos y, en principio, no tienen interés en vender fondos de determinada gestora. Tan solo actúan como intermediario entre clientes y gestoras a las que de otra forma sería complicado acceder.
Acudir a una EAFI y recibir asesoramiento personalizado
Si lo que buscamos es un asesoramiento personalizado una EAFI será la solución más acertada para aquellos inversores más exigentes. Las EAFI, Empresas de Asesoramiento Financiero, como su propio nombre indica son personas físicas o jurídicas que únicamente pueden prestar servicios de asesoramiento en materia de inversión.
El cliente podrá elegir entre las más de 160 EAFIS que hay en España, deberá dar una información completa acerca de su situación financiera y así el asesor podrá buscar el fondo que más se ajuste con el perfil del cliente. Con esta opción podrás estar seguro de que buscarán la mejor oferta para ti.
La novedad del momento: un asesor digital o roboadvisor
Por último, y para aquellos a los que la tecnología no les asuste y el contacto no humano no les resulte imprescindible, en los últimos años se han popularizado los roboadvisors. Estos asesores digitales tomarán una decisión completamente objetiva, exenta de emociones e incertidumbre según los datos que les proporcionemos. Con esta herramienta se pretende abaratar y simplificar las operaciones de inversión.
Otra característica de estos nuevos trabajadores es que trabajan solo con fondos pasivos construyendo una cartera de inversión con ETFs o fondos indexados. Feelcapital, Indexa Capital o inbestMe son algunos ejemplos de roboadvisors españoles.
Todas estas opciones están obligadas a operar bajo el paraguas de la CNMV, la Comisión Nacional del Mercado de Valores cuya responsabilidad es la de velar por la transparencia de los mercados de valores españoles, la correcta formación de precios y la protección de los inversores.
Las vías para comprar un fondo de inversión son, como vemos, variadas. Aquel que se decida a dar el paso de ahorrador a inversor tendrá que decidir, según sus preferencias, cuál le convence más.