La selección del fondo de inversión más adecuado para cada inversor es un proceso clave para conseguir alcanzar el objetivo propuesto. A este efecto, es importante evitar algunos errores frecuentes. Uno de los errores clave a evitar al suscribir un fondo, es no determinar adecuadamente el perfil del inversor.
La adquisición de participaciones de un fondo que no se adapte a las necesidades del inversor, por no haber determinado su perfil de riesgo, pude suponer la asunción de un riesgo excesivo – para un inversor conservador, que suscriba un fondo de riesgo medio o alto – o la obtención de una rentabilidad inferior al objetivo marcado, en el caso de un fondo de riesgo bajo o medio y un inversor de riesgo alto.
Es común también que se desconozca la estrategia del fondo, lo que supondría el desconocimiento de los riesgos que se están asumiendo. Tampoco resulta conveniente basarse únicamente en las rentabilidades más recientes a la hora de seleccionar un fondo. No solamente es necesario considerar rentabilidades históricas, sino que han de conocerse otros datos como análisis publicados sobre el fondo, ratios, índice de referencia y comparativa con otros fondos de la misma categoría.
Ha de procurarse también diversificar la cartera de inversión correctamente, evitando concentrar los riesgos en tipos de activos con comportamientos históricos similares. No se trata únicamente de invertir en un número de fondos que sigan la misma estrategia, sino fondos con estrategias complementarias, con el objetivo de que la cartera resultante sea capaz de obtener retornos positivos en cualquier etapa de mercado.
Otro error frecuente es no tomar en consideración las comisiones de suscripción y de reembolso. Aunque parece un tema menor, el inversor puede ver mermada la rentabilidad obtenida por el fondo por no haberlo tenido en cuenta. El respeto del horizonte temporal establecido ha de ser también respetado, pues de lo contrario el inversor puede encontrarse no sólo con rentabilidades menores, sino incluso con minusvalías a partir de su inversión original.
Al igual que sucede con el perfil inversor y la estrategia del fondo, el no definir correctamente el objetivo de inversión puede afectar al nivel de riesgo asumido por el inversor o a la consecución del objetivo definido.
Es conveniente también analizar las diferentes alternativas que el mercado ofrece, antes de decidirse por un fondo. Con frecuencia, la inversión en un fondo se hace en base a criterios escasamente
sistematizados, como pueden ser la recomendación de un amigo o un familiar o la relación del inversor con la comercialización del fondo. Las herramientas comparativas son muy útiles a este respecto.
En ocasiones se opta por un fondo de inversión, aparentemente sencillo de entender, sin comprender realmente las características económicas del fondo y la influencia que las expectativas de mercado pueden tener sobre el fondo adquirido. Algo que resulta especialmente significativo es fondos como los garantizados, por ejemplo.
Por último, es importante que la inversión en un fondo de inversión sea considerada como un todo, junto con el resto de las inversiones. El objetivo, claro está, es evitar la concentración e incrementar la diversificación, al objeto de reducir el riesgo de la cartera.
Paula Mercado, directora de análisis de VDOS Stochastics y quefondos.com