En ocasiones, podemos encontrar fondos que siguen la estrategia momentum para gestionar su cartera. El vocablo momentum tiene su origen en el latín, con el significado de movimiento o energía de movimiento. En física, el término se utiliza para expresar la tendencia de un cuerpo a mantener su movimiento inercial; o también para referirse a un cuerpo, a una idea o una cadena de acontecimientos en movimiento.
Como puede apreciarse, en general momentum se refiere a la velocidad de un movimiento, por lo que suele definirse como una ratio, tasa o razón. En el mundo de la inversión, el momento se refiere a la ratio de cambio, o velocidad de cambio, en los movimientos de la cotización de un activo.
Dicho de otro modo, el indicador momentum mide la aceleración o desaceleración en el cambio de los precios de un valor entre dos instantes de tiempo; si la variación en los precios es la misma cada día, el momentum de ese valor será cero, pero si la variación aumenta o disminuye, el momentum se acelera o desacelera.
Si lo representamos como un gráfico en el que el la línea central sea 100 y el periodo sea de 12 días, un momentum que se sitúe por encima de la línea central indicara que la tendencia al alza de los precios se está acelerando, o lo que es lo mismo, su último precio es mayor que el de hace 12 días. Si el momentum se situara por debajo de la línea central, el último precio sería inferior al de hace 12 días e indicaría que la tendencia a la baja se está acelerando. El indicador de compra se produce cuando el momentum cruza la línea de 100 hacia arriba y el precio del valor está subiendo. Inversamente, la señal de venta se identifica por el paso del momentum hacia la parte inferior de la línea de 100 y la cotización del valor desciende.
En el mercado de renta variable, las compañías con un momentum fuerte tienen precios y beneficios al alza; e inversamente, las empresas con beneficios y cotización a la baja tienen un momentum débil. Una compañía con un momentum alto, debe acelerar para mantener su posición, mientras que una empresa con un momentum débil puede simplemente estabilizarse para comenzar a generar interés.
De las estrategias de inversión por factores, el factor momentum es el más persistente, siendo su objetivo capitalizar la continuidad de tendencias existentes en el mercado. Con la estrategia de momentum, el gestor de un fondo está favoreciendo acciones con el mejor comportamiento histórico por rentabilidad en un periodo dado y está descartando las que han tenido peor comportamiento.
Dependiendo del enfoque, se puede basar la estrategia en movimientos de precios directamente, o en el momentum de beneficios o en las tendencias observadas por los analistas. Cualquier gestor que deshaga sus posiciones perdedoras y mantenga las ganadoras, está al menos en parte actuando como un inversor momentum.
Aunque no fuera el primer inversor que utilizar la estrategia de momentum, Richard Driehaus la utilizó para gestionar sus fondos. Su filosofía se basaba en la creencia de que se podía generar un mayor retorno invirtiendo a precios altos y vendiendo cuando subía aún más, que comprando acciones infravaloradas por el mercado y esperando a que el mercado reconociera su verdadero valor. Creía que debían venderse los perdedores y dejar que los ganadores siguieran su evolución, al mismo tiempo que se reinvertía el dinero obtenido al vender las acciones bajistas en otras acciones que comenzaran a subir. Muchas de las técnicas que él utilizó son la base de lo que se conoce ahora como inversión momentum.
Es una estrategia de inversión que busca aprovechar la volatilidad del mercado para tomar posiciones a corto plazo en acciones que suben y venderlas tan pronto como muestran signos de iniciar una tendencia bajista; el capital obtenido con la venta se utiliza para tomar una nueva posición en una compañía con momentum positivo.
Si imaginamos la volatilidad de mercado como olas en el océano, el inversor momentum sube hacia la cresta de la ola para saltar a la próxima ola, antes de que la primera se vaya abajo. Un inversor momentum busca obtener ventaja del movimiento gregario de los inversores, tomándoles la delantera y siendo también el primero en deshacer la posición.
Paula Mercado, directora de análisis de VDOS