Independientemente de en qué decidas invertir, la lógica que se esconde detrás de una inversión es siempre la misma: comprar un activo con la expectativa de que se revalorice.
Cuando dispone de efectivo suele depositarlo en el banco. Su dinero está seguro y puede acceder a él cuando quiera. Además, podría revalorizarse con el cobro de intereses, pero si su cuenta bancaria ofrece poco interés, su dinero no se revalorizara mucho y es bastante probable que su poder adquisitivo disminuya por el efecto de la inflación.
Si su principal objetivo es revalorizar su capital, la inversión representa una vía alternativa para que su dinero rinda. El propósito general de la inversión es ayudarle a incrementar su patrimonio en términos reales a lo largo del tiempo. Muchas personas también invierten para lograr grandes metas vitales, como comprar una vivienda o disfrutar de una jubilación cómoda.
Entre las inversiones más habituales se encuentra la compra de acciones de empresas, bonos y bienes inmuebles si bien existen muchos otros activos que se puede comprar y vender como el oro y el petróleo.