El Ibex 35, el Dow Jones, el Nikkei 225, el S&P500 o el Eurostoxx 50 son algunos de los índices bursátiles más conocidos que sirven de termómetro para los principales mercados mundiales ya que son representativos de sus economías al incorporar a las compañías de mayor capitalización. Sin embargo, existen multitud de índices de referencia que se crean para ser representativos de determinados sectores, materias primas, geografías o que, incluso, incluyen compañías que promueven la igualdad de género o el respeto por el medio ambiente.
El Dow Jones fue el primer índice bursátil y debe su origen a principios del siglo XIX a los periodistas Edward David Jones y Charles Milford Bergstresser, quienen fundaron, junto al editor de The Wall Street Journal Charles Henry Dow, la empresa Dow Jones & Company. El índice se fundó inicialmente con 12 compañías, pero ninguna de ellas forma ya parte de él. La úlitima en salir, el pasado 26 de junio, fue General Electric.
Desde Fidelity reconocen que no existen dos índices iguales. «Existen para valores de pequeña y mediana capitalización, así como índices por factores como dividendos, el crecimiento y la infravaloración. Ante esta amplia gama de opciones, los inversores necesitan estudiar la composición de los diferentes índices para sopesar el tipo de exposición que desean».
Un índice bursátil es una herramienta fácil, sencilla y eficaz de conocer la situación de un determinado mercado o un sector del mismo
Para entender la importancia de los índices como herramienta de referencia para los inversores, basta comprobar cómo una fuerte caída de un índice como el Dow Jones puede sumir al mercado en un absoluto caos.
El cine lo ha reflejado en muchas ocasiones y, por ejemplo, en «El Lobo de Wall Street», Leonardo DiCaprio vive en su primer día de trabajo como corredor de bolsa la gran caída del Dow Jones el 19 de octubre de 1987, un desplome del 22,6%. En apenas unas horas, la caída del índice provocó el pánico de millones de inversores que comenzaron a vender sus acciones de inmediato.
¿Cuál es el objetivo de los índices bursátiles?
Quien trabaje en bolsa conoce la importancia de los índices bursátiles, es su herramienta fundamental y que sirve para conocer la situación del mercado. En palabras de Javier Niederleytner, agente financiero de Bankinter y profesor del master en Bolsa y Mercados Financieros del IEB, un índice bursátil es, “una ponderación matemática de un conjunto de valores que cotizan en un mismo mercado, en definitiva, mide de forma conjunta la fuerza o debilidad de esos valores incluídos. Su principal objetivo es servir de referencia a la evolución de los mercados”.
Si invertimos a través de fondos de inversión, los índices bursátiles son de gran importancia pues la gran mayoría de los fondos tienen un índice de referencia o benchmark que sirve para medir la gestión del fondo, si consigue o no batirlo en términos de rentabilidad. Por otra parte, los índices bursátiles sirven como referencia para la inversión pasiva. Los fondos de inversión pasiva o los ETFs indexados sólo tendrán que replicar a los índices bursátiles para obtener su misma rentabilidad bruta
¿Cómo se crean los índices bursátiles?
El ejemplo del Dow Jones nos indica que los índices bursátiles los pueden crear tanto las propias bolsas de valores, como los bancos, gestoras o instituciones de determinado prestigio como los medios de comunicación aunque en este último caso, «no están sujetos a la operativa comercial», explica Niederleytner.
Eso sí, no todos siguen el mismo proceso de elaboración. “Existen varios modelos para llevar a cabo la ponderación matemática. El procedimiento más común suele ser por ponderación de su capitalización bursátil o por media ponderada de los valores que lo componen”, añade este experto.
En ocasiones, los índices bursátiles han sido objeto de cierta polémica por la posible manipulación en su composición, pero, como explica Miguel Gutierréz Gacituaga, director de análisis y contenidos de Deva, esto no tiene demasiado sentido. «Un índice es una forma de medir el comportamiento general de las empresas cotizadas, ya sea por tamaño o por sector, y así comparar la evolución de una acción en particular con un baremo estandarizado».
Ibex 35: el índice bursátil por excelencia del mercado español
El Ibex 35 está compuesto por los 35 valores cotizados en el sistema de interconexión bursátil de las cuatro bolsas españolas (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao). Está diseñado para representar en tiempo real la evolución de los valores más líquidos del mercado bursátil español. BME establece una serie de requisitos para que las compañías entren a formar parte del Ibex 35 o, por el contrario, sean excluidos del mismo.
En este sentido, el Comité Asesor Técnico tiene en cuenta 3 factores de liquidez: volumen de contratación, calidad de dicho volumen de contratación y suspensión de la cotización o negociación bursátil durante un período de tiempo que el Comité Asesor Técnico considere suficientemente significativo.
Es importante recordar la labor de la CNMV, que actúa como arbitro del mercado, por tanto, BME opera con criterio propio pero siempre en base a la legalidad que marca la CNMV.
Índices bursátiles adaptados a cualquier tipo de inversor
Al margen de los índices bursátiles más conocidos, en los últimos años han ido surgiendo otro tipo de índices. El ejemplo más claro son los índices de Inversión Socialmente Responsable o ISR. La gestora Robeco creó su primer índice de inversión sostenible en 1999. «Los índices de sostenibilidad de Dow Jones (DJSI) se lanzaron como un primer punto de referencia mundial de sostenibilidad, y monitorizan la evolución de las principales compañías mundiales en términos de criterios económicos, ambientales y sociales».
Cuando se les pregunta si los índices de inversión sostenible acabarán sustituyendo a los tradicionales, la respuesta es firme: «Sí, pero dependerá en gran medida del “tracking error” (diferencial de rentabilidad entre un fondo de inversión y su índice de referencia) de los propios índices de sostenibilidad y de los objetivos de los propietarios de los activos. Los índices ESG con un “tracking error” bajo disponen de mayores oportunidades en comparación con los índices ponderados de capitalización estándar», concluyen desde Robeco.