Quizás piense que hablar de dinero con los más pequeños les incita a ser más materialistas o que no van a asimilar determinados conceptos asociados al gasto y el ahorro. Lo cierto es que a partir de determinada edad se vuelve imprescindible enseñar a los niños a valorar los bienes y servicios de los que disfrutan, cómo se gana u obtiene el dinero y, por supuesto, a saber administrarlo para tener una adecuada salud financiera. A continuación, cinco consejos que poner en práctica si no sabe por dónde empezar:
1. ¿De dónde viene el dinero?
Es recomendable comenzar explicando a los pequeños de dónde viene el dinero. Esto les ayudará a dimensionar el trabajo que tienen que hacer papá y mamá para obtener los ingresos del hogar y entender que los recursos financieros no son infinitos. Para ello, dependiendo de la edad de sus hijos, puede hacer un juego en el que ellos tengan un “empleo” por el cual recibirán un sueldo o premio, siempre y cuando cumplan con sus funciones. De esta forma lograrán comprender que los adultos trabajan cada día para obtener el dinero con el cual se adquiere comida y ropa para la familia, además de juguetes para ellos.
2. ¿Cómo organizamos el dinero en casa?
Ahora que los pequeños del hogar ya saben de dónde proviene el dinero, el siguiente paso es enseñarles a organizar sus finanzas de una forma fácil y didáctica. Una buena idea es incluirlos en el desarrollo del presupuesto (ya sea semanal, quincenal o mensual) de la familia. Si no suelen hacer uno, este es un buen momento para comenzar, y de esta forma, enseñarles aspectos importantes sobre planificación económica, resaltando que es recomendable cumplir su plan. Incluso, con su colaboración, puede desarrollar un pequeño tablero, con cartulina o sobre algún pizarrón, que les ayude a realizar su propio presupuesto personal en base al dinero que reciben.
3. Ahora, hablemos de objetivos y ahorro
El siguiente paso es enseñarles sobre ahorro y objetivos financieros, dos temas que están estrechamente ligados entre sí. Para comenzar, puede hablar con ellos para saber si tienen algún objetivo que deseen alcanzar, como un nuevo juguete o videojuego, ir al cine o comprar sus dulces favoritos. Una vez que lo tengan claro, puede ayudarles a hacer un dibujo con este objetivo y ponerlo en un lugar donde lo puedan ver constantemente, para no olvidarlo. Esto les motivará a guardar su dinero para cumplir el objetivo y a la larga podrán aprender que es importante no gastar de más hasta cumplir ese objetivo.
Asimismo, puede aprovechar esta ocasión para contarles cuáles son sus metas financieras y qué está haciendo día tras día para cumplirlas. Por ejemplo, que el 10% de sus ingresos mensuales los destina como ahorro voluntario en su plan de pensiones o fondo de inversión para complementar su jubilación.
4. Endeudarse sí, pero con un límite
La gestión de las deudas es otro aspecto que pueden enseñar a sus hijos desde pequeños. Hay bienes materiales, como una casa o un coche, que es probable que no se puedan costear íntegramente y sea necesario recurrir a la financiación y endeudarse. Es necesario trasladar a los niños que las deudas no deben sobrepasar en total el 35% de nuestros ingresos. Además, se les puede enseñar que cuando solicitamos un préstamo o hipoteca para comprar un bien, la entidad financiera nos cobrará un interés y es imprescindible comparar el tipo de interés que nos ofrecen diferentes entidades financieras y también el de diferentes productos financieros como las tarjetas de crédito.