Para muchos, el interés compuesto representa la octava maravilla del mundo. Su poder es tal que, como explican desde JP Morgan AM en este vídeo, cualquier año perdido en términos de ahorro y crecimiento de capital puede suponer una enorme diferencia en las rentabilidades percibidas en el futuro.
Así, por ejemplo, comenzar a ahorrar a la edad de 25 e invertir cada año una cantidad de 5.000 euros en una oportunidad que ofrezca una rentabilidad del 5% anual, le generaría cerca de 300.000 euros más al cumplir los 65 años que si hubiese comenzado a los 35, pese a que en total solo habría invertido 50.000 euros más.
Si no las necesita, reinvierta las rentas de sus inversiones
Si reinvierte las rentas de sus inversiones para potenciar más el valor de su cartera, sacará el máximo partido a la magia del interés compuesto. La diferencia entre reinvertir -y no reinvertir- las rentas de sus inversiones puede ser enorme en el largo plazo.