Alejandro recibe su paga semanal en función de cómo se haya portado, de si ha ayudado a sus padres o de si ha sacado buenas notas. Así, unas semanas sus padres le dan más dinero y otras semanas le dan menos. Sin embargo, Iván recibe todas las semanas de paga la misma cantidad, pero corre el riesgo de que, si sus padres se enfadan, le dejen sin paga. En realidad, que te castiguen sin paga tiene más relación con los riesgos de la renta fija de lo que creemos.
Para poder entender los riesgos que conlleva la renta fija, debemos saber primero qué es. En ocasiones los gobiernos y las empresas necesitan financiación que consiguen de diferentes formas:
1.- Acudiendo a un banco. Esto no siempre es factible, como en el caso de los gobiernos, que necesitan cantidades demasiado elevadas.
2.- Emitiendo títulos de renta fija. En una emisión de títulos, lo que se hace es dividir el importe total que se necesita en pequeñas partes iguales; son los inversores (privados, institucionales…) los que compran los títulos de renta fija y de este modo prestan el dinero a los gobiernos y a las empresas a cambio de un tipo de interés (cupón) y con el compromiso de devolución de lo prestado en un periodo de tiempo.
La renta fija es una de las alternativas que tiene un inversor para rentabilizar sus ahorros. Pero es fundamental resaltar, en contra de lo que muchos inversores piensan, que esta opción puede conllevar riesgos:
– Riesgo de tipos de interés: los tipos de interés suben o bajan y esto afecta al precio del título de renta fija. Por ejemplo: si el tipo de interés sube, el precio del bono, baja y al contrario.
– Riesgo de impago: es el riesgo de que la empresa o el gobierno no nos pague los intereses o no nos devuelva lo prestado. Existen agencias que califican con “notas” el riesgo de impago. Cuanto más baja es la calificación crediticia, más alto es este riesgo y, por tanto, deberemos exigir que nos paguen un tipo de interés más alto en compensación.
– Riesgo de liquidez: Si la calidad crediticia de un emisor cae, los inversores querrán vender ese bono, pudiendo ser difícil encontrar comprador.
– Riesgo de divisa: Si la renta fija está en otra moneda tendremos que vigilar la evolución del tipo de cambio.
A la hora de invertir en renta fija debemos saber también que no toda la renta fija tiene el mismo nivel de riesgo. No es lo mismo comprar un título de renta fija emitido por el Gobierno alemán que uno lanzado por una pequeña empresa con dificultades financieras. Igualmente, influirá si el vencimiento es más largo o más corto, si la emisión es en otra divisa…Así, debemos tener en cuenta estos factores a la hora de seleccionar la renta fija más afín a nuestro perfil y a nuestras necesidades.