A los estadounidenses les cuesta hablar sobre las finanzas personales tanto como tener conversaciones sobre temas de discusión controvertidos, como la religión y la política. Casi la mitad de los estadounidenses señala que el tema de conversación más complejo es el de las finanzas personales (44%), mientras que la muerte (38%), la política (35%), la religión (32%), los impuestos (21%) y la salud personal (20%) se consideran más sencillos, según una encuesta de Wells Fargo.
Estos resultados surgen del estudio de Bienestar Financiero de Wells Fargo, una encuesta nacional por Internet llevada a cabo por MarketProbe, en la que participaron 1.004 adultos de entre 25 y 75 años, diseñada para analizar las percepciones de los estadounidenses sobre su propio bienestar financiero.
“No me sorprende que las personas no deseen hablar sobre el dinero, las inversiones, estrategias impositivas o incluso sobre cuánto ahorrar para la educación de un hijo”, afirmó Steven Novak, vicepresidente senior y administrador de Inversiones Senior de Wells Fargo Private Bank. “Pero no dedicar tiempo en el presente a pensar sobre el futuro puede ser costoso a largo plazo. Pienso en las finanzas personales del mismo modo que en mi salud: no mantendría mis preocupaciones sobre mi salud física en privado. Consultaría a un médico o hablaría con un amigo o con un miembro de mi familia sobre ellas», recalcó Novak.
Remordimientos y obstáculos relacionados con el bienestar financiero
Si bien a las personas les resulta más fácil hablar sobre política y religión que sobre el dinero, eso no significa que las preocupaciones financieras no sean primordiales. Dos de cada cinco (39%) estadounidenses afirman que el dinero es la principal causa de estrés en su vida, el 39% dice que está más estresado que el año pasado en lo que concierne a sus asuntos financieros y un tercio de los estadounidenses (33%) declaran que su preocupación por el dinero les quita el sueño.
Cuando se les pregunta qué harían diferente si pudieran volver cinco años atrás, más adultos sienten remordimientos en relación con el ahorro y los gastos (49%) que por las deficiencias en todas las demás áreas de su vida, lo que incluye ocuparse más de su salud física, de la dieta y el ejercicio (42%), buscar relaciones personales diferentes (21%) y trabajar más para mejorar su carrera profesional (16%).
Saber qué hacer también parece ser un obstáculo importante para una vida financiera más saludable. En términos de ponerse en forma y hacer ejercicio, los encuestados dijeron que la parte más difícil es “motivarse para comenzar” (40%) y “cumplir con un plan” (36%). Pero, en lo que se refiere al bienestar financiero y a ahorrar dinero, lo más difícil es “conocer el mejor método” (35%) y “cumplir con un plan” (35%). Sólo el 9% de los encuestados señaló que la motivación era el principal obstáculo para mejorar el bienestar financiero. Además, alrededor de un tercio manifestó estar más preocupado por su bienestar financiero que por su salud física.
“Cuando alguien se encuentra fuera de forma, por lo general sabe que comer bien y hacer más ejercicio le ayudará a volver a encaminarse”, expresó Novak. “Sin embargo, cuando se trata de dinero, no se entiende bien la importancia de diseñar un plan. Sólo un tercio de los adultos tiene algún tipo de plan financiero o ha implementado un presupuesto simple para su unidad familiar, lo que significa que la mayoría de los estadounidenses no cuentan con el mapa de ruta necesario para mejorar su bienestar financiero.”
De acuerdo con el estudio, la mayoría de los estadounidenses se sienten sólidos desde el punto de vista financiero cuando se trata de cubrir las necesidades básicas, pero no tanto cuando tratan de controlar los gastos o de ahorrar para la jubilación y las emergencias. Dos tercios (67%) sienten que su situación financiera es buena o excelente con respecto al pago de sus cuentas mensuales, y más de la mitad (56%) siente lo mismo con respecto a su capacidad para vivir dentro de sus posibilidades. Sin embargo, sólo el 40% siente que su situación financiera es buena o excelente cuando se trata de la cantidad de gastos discrecionales y de sus ahorros para los “tiempos difíciles”. Sólo un tercio (33%) describió sentirse bien o excelente en cuanto a su capacidad para jubilarse con comodidad.
Conversaciones sobre dinero
El 71% de los adultos encuestados aprendió acerca de la importancia del ahorro de sus propios padres. A pesar de esto, sólo un tercio (36%) de los padres actuales declaran conversar con sus hijos con frecuencia sobre la importancia de ahorrar dinero, y el 64% señala que habla sobre el ahorro con sus hijos menos de una vez por semana o nunca.
Para un cuarto de los adultos casados o que viven en pareja (25%), las preocupaciones financieras han afectado estas relaciones. Aproximadamente un tercio (33%) tiene dificultades para hablar del dinero con su cónyuge o pareja, y un cuarto (25%) suele tener discusiones acaloradas con su ser querido sobre el dinero y las finanzas de la unidad familiar.
Diferencias de género
El estudio reveló algunas diferencias particulares entre hombres y mujeres cuando se trata de cuestiones de dinero. A la mitad de las mujeres (50%) les resulta difícil hablar con otras personas sobre las finanzas personales, en comparación con el 38% de los hombres. Las mujeres también tienen menos confianza en sus conocimientos sobre inversiones. Sólo el 29% de las mujeres señaló que sabe dónde invertir en el mercado actual (comparado con el 42% de los hombres).
Casi la mitad de las mujeres (45%) califican sus conocimientos financieros con una ‘C’ o menos, mientras que el 65% de los hombres evalúa su nivel de conocimientos financieros con una ‘B’ o más. Los hombres también expresan mayor confianza en su capacidad para mantener su estándar de vida, y el 57% siente que se encuentra en una situación buena o excelente en esta área comparado con el 49% de las mujeres.
Otros resultados
El estudio también reveló las siguientes conductas relacionadas con el ahorro y los gastos:
- Es mucho más probable que los adultos gasten en el mantenimiento de su automóvil (82%) o se vayan de vacaciones todos los años (69%), en comparación con que revisen sus finanzas (43%).
- Aquellos que sienten que su bienestar financiero es deficiente o promedio tienen el doble de probabilidades de actualizar su perfil en Facebook (47%) que de revisar sus finanzas (25%).
- Dos tercios (65%) de los adultos pasan por lo menos dos horas por día mirando televisión, mientras que sólo un tercio (34%) dedica por lo menos 15 minutos por día a pensar en sus finanzas.
- Uno de cada cuatro (25%) adultos preferiría pagar a un entrenador personal que a un asesor financiero.
- Alrededor de un tercio (32%) de los jubilados se sienten más estresados desde el punto de vista financiero ahora que antes de jubilarse, especialmente aquellos que se jubilaron anticipadamente (antes de los 60 años).
Los resultados se basan en una encuesta por Internet realizada del 12 al 17 de noviembre de 2013 entre adultos de todo el país (N=1.004). Los encuestados calificados no eran estudiantes, tenían entre 25 y 75 años de edad y son los encargados principales o conjuntos de tomar las decisiones financieras de la unidad familiar, con activos familiares disponibles para inversión de por lo menos 10.000 dólares. Los resultados de la encuesta se ponderaron para reflejar los datos del censo por género, edad, raza/origen étnico, región e ingresos de la unidad familiar a fin de garantizar la representatividad. Suponiendo que no hay parcialidad en la muestra, el máximo margen de error para la muestra nacional es de ± 3,1% (con un nivel de confianza del 95%).