La famosa máxima de “leerse la letra pequeña” de lo que firmamos parece que no acaba de convencernos. Lo pone de manifiesta el III Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente realizado por Rastreator.com que revela que más de la mitad de los españoles firma sin tener claro lo que firma.
En el aniversario de la entrada en vigor del semáforo de los riesgos financieros que otorga diferentes colores a los productos financieros en función de su riesgo, se confirma que todavía hay mucho que hacer en materia de educación financiera. Según este estudio, además, un 62,7% de los ciudadanos cree que no hay suficiente transparencia en lo relativo a productos financieros.
Nos sucede al contratar productos financieros destinados al ahorro donde, para mayor complejidad, la oferta de productos es diversa y variada. La jerga financiera nos resulta compleja y no siempre comprensible: rentabilidad, riesgo, intereses, liquidez, dividendos…. Los españoles somos conscientes de ello y admitimos tener conocimientos limitados y parciales sobre finanzas y sobre los productos de ahorro e inversión. Según las respuestas de los encuestados, el 87,4% de ellos no duda en afirmar que en España no tenemos suficiente educación financiera.
Es cierto que los conceptos básicos parecen ser familiares y comprensibles para la mayoría de los ciudadanos; el 87,9% distingue entre ahorro e inversión, el 84,5% sabe lo que significa IRPF, 78,5% sabe lo que es el IPC y el 65,1% sabe lo que significa TAE. Sin embargo, conocer estos conceptos no es suficiente y los españoles admiten sentirse vulnerables a la hora de tomar determinadas decisiones financieras.
En este escenario, el 57,8% de los encuestados opina que sus conocimientos sobre finanzas son escasos y el 67,5% confiesa que en alguna ocasión ha sentido que le faltaba formación financiera al firmar un contrato.
La encuesta constata que la falta de conocimientos económicos no impide que los españoles contraten productos financieros, que no sólo pueden ser inadecuados para su perfil, sino que pueden comportar riesgos de los que los consumidores no son conscientes.
En este contexto de desconfianza, y para minimizar la exposición al riesgo en las decisiones financieras, los españoles se muestran proactivos y buscan soluciones. La primera y más popular es la comparación entre diferentes ofertas. Según los datos del estudio, el 71,7% de los clientes compara diferentes opciones en el mercado antes de contratar un producto financiero. La segunda es diversificar sus ahorros entre diferentes entidades; aquí destaca el hecho de que el 59,4% de los españoles tiene productos financieros contratados en varias entidades distintas.