Las caídas de los mercados ponen nervioso a cualquiera, especialmente en tiempos tan inciertos como los que vivimos actualmente, con un virus que amenaza la salud y la economía mundial. Es cierto que los mercados bajistas pueden resultar extraordinariamente difíciles, pero también pueden ofrecer grandes oportunidades. Por ello, si se comenten errores como pensar demasiado en el corto plazo, dejarse influir por titulares negativos o no contar con una buena planificación, los inversores pueden arriesgarse a perder grandes oportunidades.
Desde Capital Group consideran que aquellos inversores que son capaces de ceñirse a su plan a largo plazo suelen disfrutar después de las recuperaciones de los mercados. Con esto en mente, identifican tres tipos de errores fáciles de evitar por los inversores.
Tratar de adelantarse al mercado
Lo importante es invertir a largo plazo, sin tratar de predecir el comportamiento de los mercados. Si un inversor sale del mercado mientras este está cayendo y no vuelve a entrar exactamente en el momento adecuado, no podrá aprovechar todo el potencial de la posterior recuperación.
Para aclarar este riesgo, desde la gestora exponen el siguiente ejemplo protagonizado por un inversor hipotético que vendió sus posiciones durante la caída registrada por los mercados en 2008-2009 y trató posteriormente de anticipar el comportamiento del mercado estadounidense, volviendo a entrar cuando este mostró indicios de mejora. “El hecho de perderse los diez mejores días del periodo de recuperación habría afectado de forma considerable a sus resultados a largo plazo. Y cuantos más días “buenos” se hubiese perdido más oportunidades habría dejado pasar”, explican.
Asimismo, para aquellos inversores que no desean disponer de golpe de todo su capital, desde Capital Group recuerdan que pueden plantearse la posibilidad de acudir a un plan de acumulación de capital en periodos de volatilidad. En los mercados bajistas, los planes de acumulación de capital permiten a los inversores comprar más títulos a un coste medio más reducido, y cuando los mercados suben estos títulos adicionales pueden incrementar el valor de la cartera.
Dejarse llevar por los titulares negativos
Puede parecer que nos enfrentamos a unos problemas económicos y geopolíticos sin precedentes, pero, según expresan los expertos, la historia de los mercados nos demuestra que siempre ha habido motivos para no invertir. A pesar de los titulares, la tendencia a largo plazo del mercado siempre ha sido alcista.
“Las grandes oportunidades suelen surgir cuando los inversores se muestran más pesimistas. Es posible que el coronavirus no se parezca a nada que hayamos vivido en el pasado, pero la incertidumbre no es algo nuevo para el mercado, que se ha mostrado firme a lo largo del tiempo”, añaden.
Según ilustran, esto es lo que habría ocurrido (en términos en dólar y de rentabilidad total absoluta anualizada) si hubiéramos invertido 10.000 dólares en el índice S&P 500 en estas fechas históricas:
Prestar demasiada atención al corto plazo
La volatilidad resulta especialmente incómoda si nos fijamos en los altibajos del mercado a corto plazo, por ello, resulta preferible ampliar el horizonte temporal y centrarse en el crecimiento a largo plazo de las inversiones y en el avance hacia la consecución de los objetivos de inversión.
Según el ejemplo del equipo de Capital Group, los dos gráficos de la derecha representan distintas perspectivas de una misma inversión hipotética. La visión a corto plazo es la que muchos inversores aplican a sus carteras: la de perseguir rentabilidades en cortos periodos de tiempo. La visión a largo plazo marca exactamente el mismo periodo de inversión, pero muestra la variación anual en el valor invertido. Con esta perspectiva, según aclaran, las fluctuaciones a corto plazo del primer gráfico se han ido suavizando a lo largo del tiempo, y el panorama de crecimiento de la cartera se pone claramente de manifiesto.
“Los mercados bajistas no duran para siempre. Una perspectiva a largo plazo puede ayudar a los inversores a centrarse en los objetivos más importantes”, recuerdan.
La importancia de las finanzas conductuales
Por su parte, Francisco Lomba, analista de inversiones de Afi Inversiones Globales SGIIC, hace hincapié en la importancia de tener en cuenta el behavioral finance o las finanzas del comportamiento ya que es una disciplina que busca explicar cómo afecta la psicología en la toma de decisiones financieras, dando pie a algunos comportamientos que, de evitarlos, nos permitiría obtener un mayor rendimiento a nuestras inversiones.
Según relata, al igual que sucede en períodos de caídas en el precio de los activos, un error común es lo conocido como miopía financiera, entendido como la idea de tener una mentalidad inversora cortoplacista en lugar de asimilar los beneficios de la inversión en el largo plazo. “En este caso, la tendencia de elegir recompensas más pequeñas e inmediatas frente a recompensas mayores y alejadas en el tiempo (descuento hiperbólico) tiene mucha relación con el error comentado”, aclara.
También recuerda que es relevante no invertir dinero que vamos a necesitar en el corto plazo, un problema que se puede solventar con una correcta planificación financiera. Además de los posibles errores comentados, Lomba destaca el hecho de no contar con una cartera diversificada, de tal manera que el riesgo de la misma (medido por la volatilidad, por ejemplo) puede llegar a ser superior del esperado.
Por último, otro aspecto en el que el experto hace hincapié es la importancia de mantener nuestra inversión en el horizonte temporal predeterminado. “La evidencia histórica nos demuestra la relevancia de perdernos las mejores sesiones de la renta variable, aunque contemos con una cartera diversificada, como puede ser el ejemplo del Euro Stoxx 50. Si hubiéramos invertido 100 euros en 1990, hoy tendríamos 300 euros (+200%). Sin embargo, en el caso de habernos perdido las 5 mejores sesiones el resultado es diferente, pues tendríamos 190 euros (+89%), un rendimiento claramente inferior en comparación con el caso anterior. De hecho, si no hubiéramos estado presente en las 20 mejores sesiones del Euro Stoxx 50 entre 1990 y 2020, nuestra rentabilidad acumulada sería del -27%”, concluye.
Los 7 errores que identifica EFPA
Andrea Carreras-Candi, directora de EFPA España, localiza siete errores comunes cuando los mercados suben:
1. Comprar solo por el rally alcista. “En líneas generales, los momentos alcistas del mercado no deberían ser los más propicios para comprar, salvo que tengamos el pleno convencimiento de que la subida no tiene techo, en los que no nos planteamos comprar porque está caro. Hay que tener en cuenta que las perspectivas positivas de compañías, por la solvencia de su modelo de negocio, el sector en el que operan…en muchos casos están ya descontadas”, explica la experta.
2. Tomar decisiones precipitadas, contagiados por la euforia. Muchos inversores no profesionales entran cuando el mercado está en posiciones alcistas y venden cuando se desploman. En todo caso, carreras-Candi considera importante evaluar la pérdida máxima que estás dispuesto asumir y mantener el objetivo en el largo plazo.
3. Invertir un capital que necesitemos en el corto plazo. Si nos animamos a incrementar nuestras posiciones en bolsa, aprovechando el escenario de subidas, la experta advierte que debemos tener en cuenta que nunca se debe invertir en bolsa un dinero que podamos necesitas en el corto y medio plazo.
4. Consultar cada día las posiciones de la cartera de inversión. “Debemos realizar un planteamiento en el largo plazo en bolsa, por lo que consultar cada día las posiciones de nuestra cartera de inversión, en un escenario como el actual protagonizado por la volatilidad, no resulta una idea muy útil en escenarios de volatilidad como el actual”, advierte.
5. No tener en cuenta el origen de la actual crisis. Lo que refleja una subida del mercado de valores es que la economía crece, ya que anticipa expectativas de que las compañías pueden ir mejor. En el entorno particular, derivado de una crisis de un origen muy distinto a anteriores, y que depende de parámetros alejados a los puramente económico (como el desarrollo de una vacuna), recomienda reflexionar mucho más antes de tomar una decisión.
6. Obviar que el horizonte temporal de la bolsa es el largo plazo y que la diversificación siempre es la mejor solución para proteger nuestras inversiones.
7. Por último, considera que tomar decisiones sin consultar con un asesor financiero, que es el único que podrá trazar una estrategia de inversión adaptada a nuestro perfil de inversión, teniendo en cuenta la aversión al riesgo, nuestro horizonte temporal u otros condicionantes personales, es otro de los errores que podemos cometer como inversores.