Toda gran crisis trae profundos cambios en la sociedad, la política y la economía y la del coronavirus no será una excepción. Esta es la visión que han trasmitido los expertos de Fidelity en un encuentro online en directo. Según ha explicado Sebastián Velasco, director general, algunos de estos cambios ya son evidentes, como, por ejemplo, la mayor dependencia de la tecnología o una mayor necesidad de inversión en infraestructuras hospitalarias.
Entre los cambios geopolíticos, Sebastián ha defendido que, debido a esta crisis, Asia ya está posicionada para asumir el liderazgo económico global, gracias a su “mayor crecimiento económico y a esa apuesta decidida por la tecnología a gran escala y la existencia de regímenes políticos estables”, aclara.
Otro de las tendencias que el COVID-19 ha acelerado ha sido la relacionada con la apuesta por la sostenibilidad de las empresas. “Cada vez son más las compañías que le dan prioridad al bienestar de sus empleados, proveedores y las comunidades donde operan”, apunta.
A corto plazo, Velasco prevé que, en las próximas semanas, seguiremos viendo cómo las actuaciones de los bancos centrales y gobiernos deshacen un periodo de austeridad y privatizaciones, mientras que compañías repartidas por todo el mundo ven cómo se cierra de la noche a la mañana una parte o la totalidad de su negocio.
“Si para muchos inversores el año pasado la preocupación era cuándo llegaría la recesión, ahora es cuándo y cómo saldremos de la recesión. Creemos que la salida pasa por una recuperación en forma de U”, añade. Si n embargo, desde Fidelity no descartan otros escenarios como uno más favorable con una recuperación en V o al más pesimista en el caso de asistir a varios brotes. “Pero le damos más prioridad a esa vuelta al crecimiento en 2021 después de un periodo prolongado de estancamiento económico”, defiende.
En cualquier caso, Velasco tacha de “fundamental” la voluntad política y la capacidad de los gobiernos para poner en funcionamiento reformas de reconstrucción y creación de desempleo que eviten el deterioro de la actividad económica por un periodo prolongado.
El efecto en la economía de los estímulos de los bancos centrales
Respecto al efecto de los estímulos de los bancos centrales, Óscar Esteban, director de ventas en Fidelity, ha recordado que los precios de los activos se han visto distorsionados por las inyecciones de liquidez. En este sentido, considera que el repunte de los mercados en abril y mayo no se han debido a la confianza de la economía a nivel global, sino a la ingente cantidad de dinero derivada de las políticas monetarias de los bancos centrales.
“Hemos visto en estos meses que sí había herramientas, no solo antiguas sino novedosas para reactivar la economía y los mercados. Pero su exceso ha provocado la desconexión completa entre los mercados financieros y la economía real. Haciendo que los inversores tengan un gran dilema de cómo actuar”, sostiene.
Por esta razón Esteban insiste en que se muestran “muy cautos” a la hora de valorar el efecto de la crisis en la economía real.
“En un momento determinado estos mercados financieros y la economía real tendrán que juntarse y el inversor, a la hora de valorar esta nueva fase de la pandemia, tendrá que recordar tres cosas muy importantes: en cualquier recesión hay siempre perdedores, los modelos antiguos de valoración de otras crisis no nos sirvan de nada y que cuanta más información y más herramientas de análisis tengamos, mejor bandearemos esta economía real”, recomienda.
Otro punto que Esteban considera que hay que tener en cuenta es todo lo relacionado con cómo el enfoque de globalización pasará a un enfoque de regionalismo.
Capitalismo dirigido en China y Asia
Asia es una de las regiones que está en el punto de mira de los expertos, la recuperación de la segunda mayor economía del mundo y una de las principales locomotoras resulta clave en esta crisis.
“El virus empezó en Asia y pusieron encima de la mesa las medidas más disciplinadas, los mayores recursos y el mayor uso de la tecnología para controlar el virus. Los primeros en entrar serán los primeros en salir, condicionados por posibles brotes”, prevé Domingo Barroso, director de ventas. Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán y China son países con una experiencia dilatada en gestiones de crisis. “Un punto muy interesante a la hora de poner a Asia como líder en gestión de la pandemia”, añade.
Además, los expertos consideran que en Asia existen factores estructurales suficientes para justificar que sea el líder económico en los próximos años. “Tiene mayores crecimientos, regímenes políticos más estables, un uso de la tecnología más amplio, tendencias demográficas más positivas, niveles de deuda más bajos. Todas las regiones que tengan poblaciones jóvenes y clases medias en crecimiento se verán favorecidas por el aumento del consumo”, justifica Esteban.
Todo ello unido a dos efectos más: el precio del crudo controlado y barato (china es el mayor importador del mundo) y un dólar fortalecido, situaciones que favorecen a la región. “Pensamos que Asia ha liderado el crecimiento económico los últimos 15 años y tiene todos los factores estructurales para ser el próximo líder económico”, concluye.
Capitalismo sostenible
La tendencia de la inversión sostenible era algo que ya estaba presente antes de la crisis, sin embargo, el COVID-19 no ha hecho más que acelerarla. “Históricamente había una percepción fuerte de que las empresas sostenibles comprometían su sostenibilidad y la crisis del COVID ha puesto en práctica que los modelos sostenibles son más resistentes y el retorno es superior”, explica Barroso.
Según sostiene, este capitalismo sostenible consiste en eliminar la primacía del accionista. “Las compañías tienen que dar más cabida a más actores y buscar sus intereses, los de los accionistas, los empleados y la sociedad”, aclara. Sin embargo, matiza que esta sostenibilidad no solo se buscará a través de políticas medioambientales, la parte social y de gobierno jugarán un papel clave.
“Es algo que veremos en muchas compañías, al igual que una mayor cooperación entre lo público y privado: política medioambiental, migración y seguridad nacional para conseguir objetivos”, completa.
Oportunidades en renta fija
En la renta fija los expertos piden ante todo cautela. Según Esteban, es muy necesario buscar y analizar todo lo relacionado con la liquidez y el endeudamiento de las empresas. “Creemos que en la renta fija europeas y los bonos de alto rendimiento europeos hay oportunidades, pero tenemos que ser gestores muy activos”, aconseja.
Barroso, por su parte, ha recordado que, ante todo buscan calidad. “Buscamos compañías de alta calidad que sean sostenibles, con una estructura financiera sólida, un equipo gestor experimentado y que tengan acceso a financiación. En Asia vemos oportunidades como la transformación del consumo y compañías que crecen de manera sostenible y todo lo relacionado con la salud y tecnología”, concluye.