DWS confía en el desarrollo de la economía mundial y de los mercados de capitales para el próximo año. “Aunque el crecimiento será significativamente más débil en algunas regiones, no esperamos una recesión global”, señaló Stefan Kreuzkamp, CIO de DWS, durante la presentación de perspectivas para 2020 celebrada el pasado martes en Fráncfort. En su opinión, a esta tendencia contribuirá una política monetaria acomodaticia de los bancos centrales y la disminución de las incertidumbres políticas.
En concreto, respecto al conflicto comercial entre Estados Unidos y China, Kreuzkamp prevé que pronto se alcanzará un acuerdo en la primera fase entre ambos países. Esto congelaría los aranceles al nivel actual y suspendería un aumento de los aranceles el próximo 15 de diciembre. “No esperamos una nueva escalada, ya que ambas economías ya han sufrido graves consecuencias”, dijo Kreuzkamp. Las exportaciones chinas a EE.UU. ya han caído en 53.000 millones de dólares en un año, lo que supone el mayor descenso desde la crisis financiera. En cambio, las exportaciones de EE.UU. a China han caído en 33.000 millones de dólares. “Independientemente del acuerdo esperado de la primera fase, la lucha de ambos países por el liderazgo tecnológico mundial continuará”, añadió este experto.
Según Kreuzkamp, el viento político de Europa también se calmará y espera que, para el primer trimestre del próximo año, haya un acuerdo entre la UE e Italia sobre un déficit del 2,2% para el presupuesto de 2020 y la prevención de un procedimiento de déficit excesivo contra el país. En cuanto al resultado de las elecciones anticipadas en Reino Unido el 12 de diciembre, valoró la probabilidad de un parlamento indeciso en un 60%. Un parlamento indeciso es aquel en el que ni un partido ni una coalición tienen mayoría absoluta, lo que sitúa la probabilidad de salida del Brexit en un 45%, y la probabilidad de un Brexit blando – por ejemplo, a través de una unión aduanera o una membresía en el Espacio Económico Europeo (EEE) – en un 15%.
Kreuzkamp no espera un aumento repentino de la inflación, por lo que tanto la Fed como el Banco Central Europeo podrían continuar con su política monetaria acomodaticia y ampliar aún más sus balances. “Sin embargo, no vemos ningún otro recorte de los tipos de interés por parte de ninguno de los dos bancos centrales, ya que es poco probable que estas medidas tengan un impacto significativo en la economía. La política monetaria ha llegado a sus límites en este sentido”, señaló Kreuzkamp. Asimismo, también descartó un recorte en los tipos de interés para apoyar a Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses del próximo año.
En 2020, se espera que el crecimiento económico mundial se estanque en el 3,1% actual. Para Estados Unidos, Kreuzkamp prevé una desaceleración desde el 2,2% hasta el 1,6%. Para la eurozona, pronostica un descenso del 1,1 al 0,9%. “Debido a la tasa de endeudamiento de la mayoría de los países de la eurozona, tampoco esperamos programas de estímulo económico eficaces”, dijo Kreuzkamp. Sólo Alemania puede permitirse tales medidas, pero con el aumento del gasto social y la abolición parcial del impuesto de solidaridad, el país ya está llevando a cabo una política económica expansiva según sus propias normas. En China, no se observa un “hard landing”, pero se espera que el crecimiento disminuya desde el 6,2% al 5,8%. Frente a esta tendencia, cabe esperar una aceleración del crecimiento desde el 4,2% al 4,4% en los mercados emergentes, que representarán el 60% del producto interior bruto mundial en 2020.
Renta variable y renta fija, ¿qué se comportará mejor en 2020?
En renta fija Kreuzkamp espera que las rentabilidades se mantengan bajas durante más tiempo y, por lo tanto, los inversores tendrán que asumir mayores riesgos para generar rentabilidades positivas. «Los bonos corporativos en euros ajustados al riesgo emitido por emisores con grado de inversión son actualmente especialmente atractivos. Estos títulos se están beneficiando no sólo de la transferencia de fondos hacia la deuda corporativa debido a las rentabilidades negativas de los bonos del estado, sino también de la demanda de los programas de compra de bonos del BCE”, explicó Kreuzkamp. Los bonos corporativos de los emisores asiáticos también se beneficiarán del apetito por el riesgo de los inversores, sobre todo porque estos títulos ya cotizan con descuento.
En cuanto a la renta variable, Kreuzkamp anticipó que los precios se verán respaldados por una relajación del conflicto comercial y por una recuperación del crecimiento de los beneficios empresariales. Para Estados Unidos, prevé un aumento del 5% en su beneficio por acción en 2020, un aumento del 6% en Europa y un aumento del 9% en los mercados emergentes. El mayor potencial alcista también lo observa en los mercados europeos y emergentes, ya que los precios de las acciones tenderán a seguir al crecimiento de los beneficios. Por sectores, los inversores deberían infraponderar las acciones del sector inmobiliario y utilities, al tiempo que sobrepondera el sector tecnológico y el sector financiero mundial.
El cambio climático, un riesgo para el modelo de negocio de muchas utilities
La infraponderación de las utillities, utilizadas por muchos inversores como sustitutas de la renta fija, se explica por el ligero aumento previsto de sus rentabilidades. Sin embargo, según explicó Petra Pflaum, CIO de ESG y co-responsable de renta variable para EMEA en DWS, «el 10% de las utilities también se beneficiarán del cambio climático, como proveedores de energía renovable”. A su juicio, con ciertas estrategias de ESG, como “ESG best-in-class”, el abanico de empresas disponibles para la inversión se reduce de forma significativa. “Sin embargo, el pasado ha demostrado claramente que esto no reduce la rentabilidad ni aumenta la volatilidad”, señaló Pflaum. «Estamos firmemente convencidos de que la sostenibilidad no es una tendencia que desaparecerá con el tiempo, sino que es el núcleo de todas nuestras acciones que nos permitirá tener éxito para nuestros inversores en el futuro», resumió Kreuzkamp.