Casi un 30% de la riqueza financiera de las familias españolas corresponde a inversión directa en acciones y otros instrumentos financieros, según los últimos datos de Inverco correspondientes al segundo trimestre de 2019. La operativa directa con acciones, pero sobretodo con instrumentos derivados, está desde la crisis financiera en el objetivo de la CNMV que vigila cada vez más de cerca que el inversor particular no opere con determinados productos financieros como los CFDs y los derivados.
Sin embargo, el perfil del inversor, como explica José Antonio Martín Quiroga, jefe de ventas de IG Markets España, es el de una persona «formada e informada que quiere tener acceso a los mercados financieros». De hecho, IG Markets está presente en 14 países y tiene 178.500 clientes que realizan una media de 350.000 operaciones de trading cada día y la mayoría son inversores particulares. «El 66% de nuestros ingresos netos procede de los inversores particulares», destaca Quiroga durante una entrevista con Futuro a Fondo.
En su opinión, «si estos productos se comercializan con el marketing adecuado y hay una regulación proporcional y sostenida en el tiempo es el inversor el que se beneficia». «Siempre hemos estado del lado del regulador y, de hecho, cuando en 2018 la CNMV prohibió la operativa con opciones binarias fue retirada inmediatamente de la plataforma», añade.
La libertad financiera que puede ofrecer es uno de los atractivos que atrae a cada vez más inversores, pero reconocen que no todos los inversores son idóneos y el porcentaje que no supera su examen inicial varía en función del momento del mercado. «Durante el boom de las criptomonedas casi el 50% de las solicitudes que recibimos para operar con nosotros fueron rechazadas», afirma Martín Quiroga. Precisamente, sobre la inversión en bitcoin, considera que «es importante que hay una regulación.»
Además del test MiFID II obligatorio para todo inversor, el «examen» consta de diez preguntas extraídas de forma aleatoria de un pool compuesto por más de 100. Una vez superado, sin embargo, el inversor que decide destinar una parte de su cartera al trading debe seguir formándose y, sobretodo, aprender a manejar sus emociones. «Nosotros no ofrecemos asesoramiento, pero nuestros clientes reciben formación de manera periódica e insistimos mucho en la parte psicológica a través de cursos anuales y otros de carácter específico». Para Quiroga, esta formación es básica porque el inversos acierta muchas veces y existen sesgos conductuales como la aversión a las pérdidas que hay que intentar controlar. «Por cada euro que el inversor pierde se produce un daño psicológico tal que necesita ganar 2 euros para compensar esa pérdida», explica.
Cada vez más mujeres interesadas en el trading
Desde IG markets destacan, además, que el 85% de sus ingresos procede de inversores que llevan más de un año operando y el 55% lleva más de 3 años. «Los inversores están operando con nosotros 4 años y 9 meses de media». Las mujeres son, además, las última tendencia. «Cada vez hay más mujeres interesadas y lo que observamos es que les atrae la formación y la autogestión financiera».
El último lanzamiento de IG Markets son los Turbos24, un derivado multiproducto que permite operar las 24 horas del día. «Los Turbos24 permiten invertir tanto al alza como a la baja en una cesta de índices, divisas y materias primas. La principal ventaja para el inversor es que puede abrir y cerrar posiciones en cualquier momento del día y que limita su apalancamiento», explica Quiroga.