La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) cumplió con las expectativas del mercado y anunció una rebaja de 25 puntos básicos en su tipo de referencia. Según apuntan los análisis posteriores de las gestoras, no existe un gran consenso sobre otro posible recorte en lo que queda de año.
El movimiento de ayer concuerda con la expectativa general y los mercados deberían mantenerse relativamente tranquilos. La reacción del mercado fue relativamente moderada en general. Las tasas cambiaron poco, el dólar subió marginalmente y los mercados de renta variable fueron los principales impulsores del día con el S&P 500 alcanzando mínimos intradía y, durante la conferencia de prensa, los bonos se movieron también hacia sus mínimos del día.
“Las rebajas de tipos de la Fed también suenan algo anticuadas a la vista del amplio paquete de medidas de estímulo anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) la semana pasada. No obstante, esta simplicidad podría cambiar pronto, ya que las herramientas de política monetaria que está empleando la Fed resultan cada vez más ineficaces contra las presiones alcistas en los mercados monetarios”, señala Tim Foster, Gestor de fondos de renta fija de Fidelity International.
En este sentido, parece que el mercado no estuvo de acuerdo con el tono positivo de la institución monetaria, lo que se llevó al dólar a apreciarse ligeramente. “La Reserva Federal entregó el segundo recorte de 25 puntos básicos del año, en línea con lo esperado, pero el tono positivo de su evaluación de la economía y sus indicaciones de política hacia adelante dejan amplio margen de desaliento. Tanto los mercados de renta fija como los futuros de los fondos federales indicaban expectativas de recortes de al menos otros 50 puntos básicos para finales del próximo año. Sin embargo, el consenso el consenso de votantes del FOMC no indica recortes adicionales, a pesar de la considerable divergencia de opiniones”, explican los analistas de Monex Europe.
“La mayoría de los activos se han enriquecido como resultado de la acción del banco central y los activos de cobertura son más caros que los activos de crecimiento en nuestras métricas de puntuación. La retórica futura de Powell será crítica aquí: demasiado agresiva y podría impulsar la tendencia de venta de bonos que se encendió recientemente”, afirma Florian Ielpo, responsable de macro en Unigestion.
Falta de consenso
De hecho, la reunión estuvo marcado por una clara falta de consenso. La decisión se adoptó con tres votos disidentes, dos miembros votaron a favor de no recortar (George y Rosengren, los mismos que en julio) y un miembro votó a favor de un recorte mayor de 50 puntos básicos en esta reunión (Bullard). Según resume Sandrine Perret, economista senior de Vontobel AM, al igual que en el caso del BCE, esto refleja una amplia división en el seno del Comité en cuanto a cuál es la posición política adecuada. “La declaración del FOMC fue literalmente una copia del comunicado de julio con muy pocos cambios, y la evolución mundial de las perspectivas económicas y la debilidad de la inflación se citaron como razones de la flexibilización de la política monetaria”, apunta Perret.
Para Rick Rieder, CIO de renta fija global en BlackRock, la Fed ha perdido la oportunidad de tomar una postura más audaz que podría haber proporcionado un mayor seguro contra los riesgos internacionales para la economía. Según explica Rieder, “una declaración de política más audaz podría haber implicado reducir las tasas de política en 50 puntos básicos, para luego sugerir que eso era todo lo que se requería en este punto para hacer el ajuste de mitad de ciclo e intentar apoyar la desaceleración del sector manufacturero y el mercado laboral”.
En general, las gestoras apuntan a que este recorte ha sido algo técnico y un ajuste dentro de la mitad del ciclo, y que no indica una tendencia ni horizonte de tipos bajos a muy largo plazo, al contrario de lo que ocurre con el BCE. “Los datos económicos recientes no han sido impecables, pero ciertamente tampoco apuntan a una recesión inminente ni a la necesidad de que la Fed recorte tipos. La producción industrial, el uso de la capacidad, la confianza en el mercado de la vivienda, la confianza de los consumidores y las ventas minoristas… todos ellos superaron las expectativas la pasada semana. La inflación general se mantuvo estable, mientras que la subyacente se ha acelerado. Si, en este contexto, la Fed opta por recortar tipos, no podrá achacarlo legítimamente a los datos publicados. Restablecer la relajación cuantitativa sería un error aún mayor”, advierte Aaron Anderson, vicepresidente senior de análisis de Fisher Investments.
¿Qué se puede esperar a partir de ahora?
Algunos analistas, como Perret, espera una disminución gradual del crecimiento en EE.UU. hasta finales de año y un repunte a partir del primer trimestre, unas perspectivas inciertas sobre el crecimiento mundial y el comercio, y una inflación por debajo del objetivo para los próximos meses. “Por lo tanto, mantenemos nuestras expectativas de un recorte adicional de 25 puntos básicos en la reunión de octubre, y los bonos soberanos se mantendrán en espera el año que viene”, añade.
En opinión de Christian Scherrmann, economista de EE.UU. de DWS, lo más sorprendente fue el desarrollo de las tasas de interés en los mercados de refinanciación de liquidez a corto plazo en los últimos días, que aumentaron bruscamente. “La propia Fed se sorprendió, incluso cuando afirmó que tales desarrollos no tendrían implicaciones para la política monetaria. Ya se ha proporcionado y se proporcionará más liquidez en el futuro. La decisión de reducir la tasa de depósitos a la vista más de los 25 puntos básicos usuales a 1.80% de 2.10% fue puramente técnica, dijo Powell en la conferencia de prensa. Queda por ver si los mercados seguirán esta evaluación. En última instancia, interpretamos la decisión de manera positiva, incluido el hecho de que no todos los miembros con derecho a voto del FOMC estuvieron de acuerdo con la reducción de tasas. Eso es exactamente lo que puede esperarse de un banco central independiente en tiempos de incertidumbre”, argumenta Schermann.
Para Rieder habrá ahora toca estar atento a las discusiones comerciales, a las recientes preocupaciones sobre la dinámica del petróleo, a la liquidez del mercado, al Brexit, al ritmo de desaceleración de las condiciones de empleo y, como siempre, a las lecturas de inflación de aquí para determinar qué hará la Fed y si recortará las tasas nuevamente en octubre, o si esperará hasta diciembre, o si lo hará en ambos meses. “Como a menudo se sugiere, la fortuna favorece a los audaces, y si bien la Fed tiene un conjunto de herramientas significativo a su disposición, las tasas de interés no están históricamente lejos del límite cero”, matiza.
Desde Legg Mason lanza una advertencia tras la reunión de ayer: “La decisión de recortar los tipos que tomó la Fed ayer, 18 de septiembre, podría rápidamente eclipsar la importancia de otra temática abordada recientemente por el FOMC, esta es, si la institución debería o no orientar de forma más directa su política futura hacia uno de sus cometidos generales: la gestión de la inflación”.
Mirando el próximo 30 de octubre, Ron Temple, gestor de renta variable estadounidense de Lazard Asset Management, apuesta por ignorar el diagrama de puntos. “Lo que más le importa a la política monetaria son las reacciones ante las incertidumbres comerciales entre EE. UU. y China, el Brexit y la capacidad de recuperación del consumo estadounidense en un contexto de desaceleración del crecimiento global”, señala.