Las tensiones comerciales y los riesgos geopolíticos van a ser el principal catalizador del crecimiento económico en la segunda mitad del año y desde BlackRock empiezan a recomendar a sus clientes ser más conservadores en esta etapa final del ciclo. «Eso no significa en cualquier caso capitular, vender todos los activos de riesgo y ponernos en liquidez», ha afirmado Manuel Gutierrez Mellado, responsabe de desarrollo de negocio de BlackRock para España.
En su opinión, EE.UU. está exportando incertidumbre económica y política y la relación entre EE.UU. y China está generando una «competencia estratégica que se va a convertir en estructural y persistente». En este escenario los principales movimientos del mercado se rigen por una mayor tendencia al proteccionismo, un ciclo económico más largo y la construcción de carteras «resilientes». «Nos encontramos en la parte final de un macrociclo económico, pero no estamos preocupados por una recesión a corto plazo», afirma Gutierrez Mellado.
Carteras resilientes para un escenario de ralentización económica
El 80% de la deuda soberana de países desarrollados ofrece rentabilidad negativa o por debajo del 2%, lo cual significa que ni siquiera consigue batir a la inflación. Aún así, Manuel Gutierrez Mellado, vicepresidente del equipo de ventas retail e institucional para Iberia de BlackRock, ve necesario incorporarla a las carteras de los inversores. «Aunque no aporte rentabilidad, la deuda soberana actúa como un seguro frente a la volatilidad de los mercados y aporta diversificación a las carteras», ha explicado durante un encuentro informativo.
La estrategia pasa, además, por añadir duración en este activo y sitúa el tramo de la curva con mayor liquidez entre los 5 y 10 años. «En algún momento de corrección en los mercados, la deuda soberana es la que mejor puede ayudar a mitigar las caídas de la renta variable y es la duración lo que va a ayudar a compensarlas actuando como un seguro». En renta fija desde BlackRock apuestan por estrategias «unconstrained» que permitan al gestor tener mayor libertad para pivotar la cartera frente a otras estrategias más pegadas al índice.
En cuanto a la renta variable, Gutierrez Mellado señala que la principal fuente de rentabilidad serán el cupón o el dividendo. «Historicamente los inversores han sido recompensados por tener renta variable en la parte final del ciclo», añade.
En la construcción de una cartera resiliente hay otras herramientas que el inversor puede utillizar para proteger su cartera. Desde el oro, el activo refugio por excelencia, hasta las estrategias de retorno absoluto, pasando por los bonos ligados a la inflación y la exposición a determinados factores de inversión como la mínima volatilidad.
La liquidez también es otra de esas herramientas que ayudan a los inversores a mitigar la volatilidad, aunque Gutierrez Mellado advierte de que «puede lastrar la rentabilidad de la cartera, al contrario que sucedía en el pasado».