Los dividendos mundiales no se han visto afectados por las preocupaciones sobre la economía global. Según la última edición del Janus Henderson Global Dividend Index han aumentado un 7,8% en el primer trimestre y han alcanzado una cifra récord para este periodo de 263.300 millones de dólares. El crecimiento subyacente de los repartos, del 7,5%, reflejó la misma tendencia, ya que los elevados dividendos extraordinarios se vieron empañados por los efectos negativos de los tipos de cambio.
Se han batido máximos trimestrales históricos en Estados Unidos y Canadá (que se ven menos afectados por los cambios estacionales en los repartos). La tasa de crecimiento de los dividendos en Norteamérica fue la más elevada en base subyacente, y el hecho de que el primer trimestre sea un periodo destacado para la remuneración al accionista en la región contribuyó a su notable aportación al avance general de los dividendos a escala mundial.
En EE. UU., los dividendos alcanzaron una cifra récord de 122.500 millones de dólares en total, lo que refleja un alza del 8,3% en tasa general, con un crecimiento subyacente aún más robusto, del 9,6%. El crecimiento de los repartos estadounidenses ha superado la media mundial el 70% de las veces en los últimos cinco años, ya que los beneficios empresariales han sacado partido de la solidez de la economía y de unas reformas fiscales favorables. Casi un 90% de las empresas estadounidenses presentes en nuestro índice incrementaron sus dividendos, encabezadas por las del sector bancario.
En el primer trimestre se distribuyen relativamente pocos dividendos en Europa. Los patrones estacionales hacen que Suiza y España estén sobrerrepresentadas, mientras que Francia y Alemania solo se anotan una discreta contribución. El crecimiento general de los repartos en Europa, del 9,2%, se vio impulsado por los dividendos extraordinarios, mientras que, en tasa subyacente, estos avanzaron un 5,3%, en línea con los resultados de 2018. En Reino Unido, el crecimiento subyacente, del 4,4%, quedó rezagado frente a la media mundial del primer trimestre, aunque se enmarcó en la tendencia a largo plazo del país.
La región Asia-Pacífico (excl. Japón) ha registrado el crecimiento más acelerado de los dividendos a escala mundial desde el año 2009, gracias al aumento de los beneficios empresariales y de las ratios de reparto. El total del primer trimestre (18.100 millones de dólares) fue de un 14,7% interanual en base general, batiendo así el récord de distribuciones para este periodo, aunque esto se debió fundamentalmente a los dividendos extraordinarios en un trimestre discreto en lo que a repartos se refiere. En tasa subyacente, estos avanzaron de forma más moderada, un 3,8%, con Hong Kong en cabeza y Australia a la zaga.
Los inversores nipones centrados en la percepción de rentas periódicas han disfrutado de un crecimiento muy superior a la media mundial durante los últimos cinco años a medida que más empresas japonesas han ido adoptando la cultura de la remuneración al accionista. Los dividendos son un 70% superiores a los de 2014, en comparación con el 25% del resto del mundo. Este marcado dinamismo se mantuvo en el primer trimestre, con un crecimiento subyacente de los repartos del 8,7%.
Los mercados emergentes no lograron superar a sus homólogos desarrollados en materia de distribuciones, dado que los emergentes fueron los primeros en acusar los efectos del ajuste monetario estadounidense y las preocupaciones en materia de comercio mundial, tanto en sus tipos de cambio como en la rentabilidad de las empresas. El crecimiento subyacente de los repartos fue del 2,2%, sobre todo gracias a los buenos resultados de la India.
En términos sectoriales, las empresas farmacéuticas fueron las más generosas en lo que a dividendos respecta, ya que desembolsaron 1 de cada 8 dólares distribuidos en todo el mundo. El sector protagonizó un máximo histórico con unos dividendos de 30.100 millones de dólares, aunque en tasa subyacente no superaron a la media mundial. El sector de ocio, mucho más pequeño, registró otro récord de repartos, impulsado por un abultado dividendo extraordinario a cargo de la compañía británica Intercontinental Hotels.
En tasa subyacente, los dividendos del sector financiero fueron los que más rápido avanzaron, sobre todo gracias a las inmobiliarias y los bancos estadounidenses, al tiempo que los del sector petrolero también se recuperaron (+10% interanual) gracias a la subida de los precios del crudo.
Para el año completo, Janus Henderson prevé que los repartos mundiales alcancen una cifra récord de 1,43 billones de dólares, lo que supone un alza del 4,2% en base general y del 5,2% en términos subyacentes. Es probable que un incremento de los dividendos extraordinarios más elevado de lo previsto inicialmente se vea contrarrestado en gran medida por un efecto más perjudicial de los tipos de cambio.