Los afiliados al Sistema de Pensiones chileno, a través de los distintos fondos, invierten parte de sus ahorros en acciones de sociedades anónimas chilenas, lo que los convierte en “accionistas”, pero, a diferencia de cualquier otro accionista, no tienen el derecho a utilizar el dinero que la sociedad anónima ya pagó al Fisco por concepto de impuesto a las utilidades de las empresas, denuncia la Asociación de AFP chilena en un informe publicado este mes de febrero.
La asociación explica en el citado informe que en Chile los impuestos son a cargo de las personas y no de las empresas. “Por esta razón, el Impuesto de Primera Categoría que se aplica a las utilidades de las empresas es, en definitiva, un impuesto que se paga a cuenta del Global Complementario de los dueños de la sociedad y, por lo tanto, debe ser descontado en la declaración anual que realizan las personas en abril de cada año”.
Es decir, los afiliados de las AFPs son las únicas personas que no pueden descontar en su declaración de impuestos el crédito por Impuesto de Primera Categoría pagado por las sociedades anónimas al Estado, cuando distribuyen dividendos.
En el caso de las personas que tienen acciones a través de fondos mutuos o fondos de inversión, la legislación sí contempla la recuperación de ese “crédito”.
La asociación recuerda que los afiliados a las administradoras de fondos de pensiones tienen 15.000 millones de dólares invertidos en acciones de empresas chilenas y anualmente dejan de recibir 120 millones de dólares por este vacío legal.
Asimismo, recalcan que entre 1986 y agosto de 2013, los trabajadores perdieron por este concepto 2.009 millones de dólares, que de haber sido ingresados a los fondos de pensiones, producto de la rentabilidad, alcanzarían hoy los 3.945 millones de dólares.
Por este motivo, la Asociación de AFP urge a solucionar “esta inequidad, porque el eventual aumento del impuesto a las empresas, de 20% a 25%, agravará el daño” a los afiliados.
La presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, contempla en su Programa de Gobierno elevar, en forma gradual en cuatro años, el impuesto a las empresas de 20% a 25%, “lo que acentuará el daño en los próximos años, de no mediar una corrección”.
La asociación denuncia que la pérdida tributaria de los afiliados al sistema es de 120 millones de dólares anuales, “monto que se incrementará en un 25% sólo producto del aumento de la tasa de impuesto a las empresas”.
Si quiere consultar el informe completo de la asociación puede hacerlo en el siguiente link.