Robeco entrevistaba recientemente a Alfred Slager, profesor de Pension Fund Management en TiasNimbas Business School de la Universidad de Tilburg, en Holanda. Alfred Slager ha escrito el white paper “Factor Investing in Practice: A trustees’ Guide to Implementation” junto a los profesores Kees Koedijk y Philip Stork. El informe concluye que el factor investing puede tomar distintas formas: “Pero eventualmente todos los caminos llevan a Roma.”
¿Cuál es el origen de este segundo informe?
Se ha hablado mucho sobre el factor investing, pero hasta el momento existe poca información sobre su implementación. Era necesario escribir un informe de seguimiento para aglutinar toda la experiencia de los fondos que ya han empezado a utilizar el factor investing, como forma de ayudar a otros fondos a encontrar su propio modo de implementar esta estrategia de inversión.
Cuando iniciamos nuestro primer estudio, enseguida fuimos conscientes de estar lidiando con dos cuestiones diferentes. La primera se centra en la evolución del factor investing. Éste es el ángulo teórico que investigamos en el primer informe. En el segundo, nos hacemos eco de cómo aplican exactamente los inversores institucionales el factor investing.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de este informe?
Que hay varios métodos de implementar el factor investing. Se sabía muy poco acerca de los aspectos prácticos de esta estrategia antes de nuestro informe, por ejemplo, sobre la incorporación del factor investing en un proceso de inversión, su manejo o el papel del regulador.
¿Por qué está tan de moda el factor investing?
Dos señales simultáneas han despertado el interés. Primero, la gran crisis financiera de 2008/2009. La diversificación tradicional resultó más problemática de lo esperado, causando que otros pilares de la gestión de inversiones se pusieran en entredicho. ¿Cómo podemos arreglar las cosas para asegurarnos que saldremos fortalecidos del próximo shock financiero?
En segundo lugar, los fondos de pensiones se han vuelto más críticos con el papel de la gestión activa. Si bien los fondos de pensiones están dispuestos a pagar por el talento de un portfolio manager, no están dispuestos a pagar por conseguir retornos basados en el factor investing, si pueden generalos en su portafolio por otros medios. Vemos cómo el factor investing contribuye al debate sobre el papel de la gestión activa.
¿Cuál es su propia experiencia en cuanto a la forma de abordar el factor investing por parte de los fondos de pensiones?
Algunos fondos utilizan el factor investing y creen que contribuye de forma positiva a la composición de su portafolio. Por ejemplo, pueden utilizar índices de referencia basados en factor investing. Otros fondos todavía están observando desde la barrera. Perciben el factor investing como una especie de caja negra. Sin embargo, están interesados en cualquier herramienta que pueda fortalecer su portafolio y mejorar su diversificación.
¿Por qué los inversores holandeses y escandinavos están por delante del resto en esta área?
Tienen una gran cantidad de capital institucional y un horizonte de inversión a largo plazo. Sin embargo, también quieren controlar el riesgo procedente de shocks negativos del mercado a corto plazo. Además, los fondos escandinavos y holandeses ponen gran énfasis en la transparencia, el control de costes y la solvencia del proceso de inversión. Por último, ponen un gran foco en la inversión por razonamientos científicos.
¿Aplicarán todos los inversores institucionales el factor investing en el futuro?
Veremos más de esta estrategia en muchas variantes. Hay algo para todo el mundo. Lo que todos los inversores tienen en común es el deseo de combinar procesos de diversificación estables con nuevas oportunidades para mejorar sus retornos.
¿Qué otro tipo de inversor profesional podría decidir optar por el factor investing?
No me sorprendería ver fundaciones, asociaciones y fondos de banca privada que se sumen al factor investing. Sin embargo, existe una barrera. Estamos dando la espalda a la asignación de activos clásica basada en los bonos y las acciones. Los términos “spread de plazos” o “prima de liquidez” son conceptos más abstractos y también más difíciles de explicar. Por otro lado, un portafolio construido por factor investing puede verse como más estable en cuanto a sus retornos futuros.
¿Cuáles son los diversos métodos que existen para implementar el factor investing?
En nuestro informe discutimos diversas variantes. A menudo, el inversor institucional implementa el factor investing por fases. Para empezar, pueden optar por utilizar la primera variable, el método llamado “due-dilligence del riesgo”. Sin necesidad de ajustar inmediatamente su portafolio, pueden considerar la exposición a diversos factores. Puedes utilizar la asignación de activos para aumentar o reducir la exposición según los resultados. Una analogía válida es la de un chequeo médico.
La segunda variante conlleva una toma de decisiones más consciente para aplicar los factores a la asignación de activos. En este caso, debe adaptarse tanto el estilo de inversión como el de índices de referencia a estos factores. Aquellos factores que no suelen utilizarse en sus inversiones tradicionales pueden aplicarse a inversiones alternativas.
La tercera variante es la más lógica. Aquí, se maneja la totalidad del portafolio en base a factores. Sin embargo, en la actualidad hay muy pocos inversores que hagan esto.
¿Cuáles son los tres principales obstáculos para la implementación del factor investing entre inversores institucionales?
En primer lugar, el lenguaje del factor investing resulta de por sí un obstáculo. Es poco concreto, y los términos utilizados son menos conocidos. En segundo lugar, está el problema del re-balanceo de los portafolios manejados por factor investing; su incorporación efectiva en los procesos de inversión requiere un esfuerzo importante para muchos gestores que, además, encuentran estos procesos complejos y nuevos, algo que definiría como el tercer obstáculo. No están los tiempos como para experimentar con cosas nuevas y complejas.
¿Qué diferencias hay entre estos enfoques?
La diferencia radica en lo riguroso que quieras ser a la hora de implementar el factor investing. Pueden aplicarse distintas variantes, pero elija la que elija, será plenamente consciente de su efecto en el portafolio.
¿Qué opinan los reguladores acerca del factor investing?
Existen aspectos positivos y negativos. La robustez del portafolio es un aspecto positivo. La mayor transparencia de los costes es otro. El factor investing da a los fondos de pensiones una mejor idea sobre lo que están pagando y lo que no.
Hay un aspecto claramente negativo desde el punto de vista del regulador. La noción de estar en pleno control de la situación produce conflictos potenciales entre el regulador y el gestor del fondo de pensiones. Hay muchos aspectos por regular. En términos operativos, esto sube el listón para muchos de los que quieren empezar a implementar el factor investing. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que hay muchas maneras factibles de implementar esta estrategia. Por tanto, veremos a un número creciente de inversores profesionales asignando su portafolio por factores en el futuro.