El inversor europeo tendrá que operar con cautela, ya que, el atractivo relativo de la renta fija como alternativa a la renta variable para los inversores europeos es todavía limitado. Esa es, al menos, la visión de Karen Ward, directora general y estratega jefe de mercados EMEA de JP Morgan AM. «Debemos ser más conservadores en lo que respecta a la rentabilidad a corto plazo que podemos esperar conseguir de una cartera equilibrada en 2019”, explica. Además, insiste en que los inversores han de alejarse del ruido del mercado y evitar así “reacciones exageradas y cambios drásticos en la asignación”.
Ward define define 2019 como el año de la vuelta a la convergencia, ya que cree que el crecimiento en las principales economías desarrolladas volverá a converger en un ritmo más deslucido en el transcurso del año, «debido en gran medida a la actitud más hostil de Washington con respecto al comercio”.
Asímismo, señala que es poco probable que el mejor comportamiento económico de Estados Unidos se mantenga en 2019, «a medida que el subidón del estímulo fiscal vaya perdiendo fuerza». Ward también cree que el crecimiento de los beneficios corporativosse ralentice, aunque siga todavía en positivo.
Diversificación en renta variable y selección en renta fija
Ward insiste en que las estrategias para mejorar la resistencia de las carteras en el año que acaba de comenzar pasan por introducir cambios relativamente pequeños. “Es posible que los inversores en renta variable busquen carteras con una mayor diversificación regional y traten de reducir el riesgo centrándose en acciones de gran capitalización de calidad en sectores históricamente defensivos”,explica.
En cuanto a la renta fija, Ward recomienda “ser selectivos y considerar alternativas, como los fondos macro, para compensar la cartera”.
¿Cómo preparar las carteras para la próxima desaceleración?
Para Ward, avanzar en un ciclo del mercado es como pilotar un avión. Así, la parte peligrosa, en la que tienes que asegurarte de hacerlo bien, es el despegue y el aterrizaje. «Puede que este vuelo esté más cerca de su destino, pero aquellos que adoptan la posición defensiva podrían estar perdiendo de vista los controles y con ello la capacidad de aprovechar al máximo las oportunidades que se presentan en fases de turbulencias”, concluye.