Invertir a largo plazo, en empresas globales que permitan al inversor huir de los problemas locales e identificar sectores nicho que estén cambiando el panorama. Esa es la estrategia que plantea Renta 4 para 2019 y que han explicado durante un encuentro informativo los gestores Celso Otero y Alejandro Varela. “Si miramos los últimos 40 años de la economía global vemos que el PIB mundial, a pesar de las distintas crisis, no ha parado de crecer en las últimas décadas a una tasa media del 3,5%. Invirtiendo a largo plazo y de forma global dejamos de lado los posibles problemas locales e invertimos en empresas con presencia internacional” ha explicado Otero.
Además, su estrategia sigue las principales “megatendencias” del mercado invirtiendo en empresas que tendrán un impacto decisivo en la economía en las próximas décadas, empresas de alta calidad, con claras ventajas competitivas y solidez de ingresos. En palabras de Celso Otero, gestor del fondo Renta 4 USA y Renta 4 Global, «buscamos compañías que lideren el mañana, pero no buscamos promesas, sino realidades”.
Un ejemplo de ello es, en su opinión, el sector automovilístico debido a los cambios en los volúmenes permitidos de emisiones. Este escenario beneficia a los vehículos híbridos que necesitan unas baterias que fabrican pocas empresas. “La fabricación de estos coches está creciendo a ritmos mucho más altos de los esperado y solo cinco empresas producen estas baterías, ahí tenemos un nicho”, ha afirmado Otero.
Aprovechar el crecimiento económico y demográfico de Latinoamérica
Latinoamérica es otra de las grandes apuestas de Renta 4 para el año próximo. Bajo la premisa de invertir en sectores que se beneficien del crecimiento económico, demográfico y de la renta per cápita se enfocan en el consumo, el financiero y la minería. Alejandro Varela, gestor del fondo Renta 4 Latinoamérica, ve una oportunidad a largo plazo en las las materias primas. «Están muy baratas con respecto a otros activos, en un punto muy atractivo”, ha afirmado.
Respecto a la evolución económica de la región, Varela ha señalado que tras un año 2018 complicado por las incertidumbres electorales «ahora se goza de mayor estabilidad política con un giro hacia políticas más reformistas y liberales”. Entre los factores que, además, ayudan a la región latinoamericana están unas condiciones financieras globales todavía expansivas o la desaparición de los temores por la deuda argentina. «Aun así los riesgos no han desaparecido. Creemos que el descenso abrupto del ciclo económico no se va a materializar y, aunque la guerra comercial o el Brexit tendrán un impacto limitado, siguen siendo desafíos”.
Desde un punto de vista geográfico, si hay que elegir un país en el que depositar mayor esperanza que en otros, ese es Brasil. “Se trata de una incógnita esperanzadora, Bolsonaro ha prometido hacer muchas reformas (paro, pensiones, déficit público, privatizaciones…) pero claro, eso tiene un riesgo de ejecución», concluye.