El resultado de las elecciones legislativas estadounidenses, con el Congreso en manos de los demócratas, será un freno para las perspectivas de crecimiento de EE.UU. en 2019 aunque eso no se traduzca en un escenario de recesión. En este contexto, el director general para Iberia y Latinoamérica de BNY Mellon Sasha Evers, describe la que, a su juicio es la receta más acertada para arañar rentabilidad durante el año próximo: bonos high yield, renta fija japonesa y mercados emergentes.
Japón es, según Evers, una economía donde poner el foco. El país está pasando de un largo periodo de contracción del PIB nominal a un periodo de expansión en el que su economía lleva 20 meses registrando un crecimiento positivo. Después de casi 20 años rezagado, el país del sol naciente por fin sale de su estancamiento.
Este crecimiento se debe a la estabilidad de la que está disfrutando en el ámbito político, ya que parece que Shinzo Abe, en el poder desde diciembre desde 2012, continuará gobernando cuatro años más. Las medidas que ha implementado en este período y su lucha contra la deflación han modificado sus perspectivas de crecimiento, a pesar de que esto no se ha visto reflejado todavía en las valoraciones bursátiles.
«Japón sigue infravalorado, los inversores extranjeros no depositan su confianza en el país asiático y no está presente en las estrategias globales de los inversores internacionales. El país lleva años siendo la gran promesa, veremos si por fin se cumple», explica Evers durante un encuentro con periodistas.
Entre las ventajas que señala este experto, destaca la descorrelación del mercado japonés. «El archipiélago puede actuar como un colchón. En el caso de que el resto de las inversiones vayan mal, invertir en Japón funcionaría como una buena estrategia de diversificación». En concreto, desde BNY Mellon ven valor en las empresas pequeñas o small caps centradas en la economía doméstica.
En cuanto a los mercados emergentes, Evers cree que, a pesar de que haya sido un mal año para para ellos, «ha habido crecimiento, la inflación está más controlada y cuenta con divisas más baratas que son muy competitivas en el mercado».
Según la gestora las oportunidades más atractivas en economías emergentes se encontrarán en países con tipos nominales elevados y un perfil de inflación favorable como Colombia o Indonesia, aquellos con exposición a divisas mínima como el peso chileno, el real brasileño o el rand sudafricano, países con deuda soberana externa high yield como Argentina, Ucrania, Nigeria y Ecuador y aquellos con oportunidades de carry en el tramo corto de la curva como por ejemplo Egipto.
Por último, la inversión en bonos high yield (HY) de corta duración es una oportunidad de inversión que, según BNY Mellon, no debemos dejar pasar. «El crecimiento de la economía, el descenso de la tasa de impagos y la reforma fiscal en EE.UU.. fomentarán la reducción de la deuda corporativa, por lo que invertir en este tipo de bonos se ha convertido en una acción muy atractiva», asegura Evers. En concreto destacan los bonos high yield con vencimientos cortos (3 a 6 meses) por su menor volatilidad y porque predecir una quiebra a corto plazo resulta mucho más sencillo.