Los temores a una desaceleración transitoria de la economía mundial se están desvaneciendo y aunque es probable que hayamos entrado más en una fase de estabilización que de aceleración, la coyuntura general sigue encontrando amplio apoyo en casi todas las regiones, según el análisis realizado por NN IP.
La firma sostiene que el clima empresarial y la confianza de los hogares siguen en niveles satisfactorios, al tiempo que se han estabilizado las condiciones financieras después de haber sido un tanto restrictivas debido a los mayorestipos de interés y a la debilidad de los mercados bursátiles a comienzos de año.
Las fluctuaciones cambiarias —la apreciación del dólar estadounidense, en particular— han alterado el funcionamiento de circuitos de realimentación regionales que operan desde los mercados hacia las respectivas economías. «En estos momentos se experimentan algunos contratiempos en EE.UU., unas circunstancias algo más propicias en Europa y una cierta volatilidad e incertidumbre en mercados emergentes», explica en su documento.
El precio del petróleo, incertidumbre y volatilidad en el corto plazo
Otro factor que requiere atento seguimiento es el precio del petróleo. Gran parte del alza en su cotización responde a las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo, en concreto a las creadas por el trato que dispensa EE.UU. a Irán. Según NN IP, «la incertidumbre predominará en el corto plazo y la volatilidad del precio del petróleo bien podría prolongarse durante un tiempo».
Con todo, creen que los efectos de la evolución de los tipos de cambio y de los precios del petróleo apenas se aprecian aún en las cifras económicas. De hecho, las sorpresas positivas en los datos macroeconómicos empiezan a repuntar y garantizarían que la dinámica de crecimiento global no se deteriorará. «Además, los beneficios empresariales son firmes, especialmente en EE.UU., y sostienen la confianza en las empresas y en las perspectivas de inversión. Contribuyen, asimismo, a la continua reducción de las tasas de desempleo en casi todaslas economías desarrolladas», añaden.
En conjunto, desde NN IP sostienen que el panorama macroeconómico continúa siendo de estabilidad, sin que las dinámicas de crecimiento e inflación acaben por marcar una tendencia definida. «En cierta medida, cabe decir esto mismo de la mayoría de los mercados financieros este año: multitud de factores contrapuestos y más volatilidad que rentabilidad», afirman.
En realidad, bien podría ser este el tema del año por ahora: mucho ruido y poca definición de tendencia. Algo que se aplica por igual a la política, la economía y los mercados. Por entretenido que esté siendo, esperamos que la situación mejore en el resto del año.