El equipo de high yield de Aberdeen ofrece, en esta entrevista, su visión sobre el mercado de renta fija high yield y las ventajas potenciales de invertir en este tipo de activo.
¿Cuál es su visión para el mercado en 2014?
Tenemos una visión positiva para la renta fija high yield europea. Las emisiones superaron los 80.000 millones de euros en 2013 y esperamos más de 100.000 millones de euros para este año. Las nuevas emisiones siguen teniendo por objeto la refinanciación, fundamentalmente para reducir el coste de capital y el vencimiento de la deuda. Ambos casos ayudarían a mantener la tasa de default en torno al 2%-3%, frente a una media histórica del 4%-5%.
El consenso estima un retorno total de estos activos de en torno al 3%-5%. En un análisis más profundo, el rendimiento de los bonos se estima en torno al 7%, pero los inversores podrían experimentar algunas pérdidas de capital debido a que los bonos están cotizando por encima de su precio de emisión.
El descenso de la liquidez en los mercados derivado del tapering por parte de la Fed y de un sistema bancario menos propicio a tomar posiciones como creadores de mercado pueden derivar en una mayor volatilidad en los retornos del high yield europeo en 2014.
Comparado con el high yield de EE.UU. ¿qué ventajas ofrece el mercado europeo?
El high yield europeo tiene una serie de atributos que lo hacen más favorable que el estadounidense. En primer lugar, la calificación crediticia media del mercado high yield europeo es de BB comparado con una calificación de B en EE.UU. – en parte, esto se debe al número de “ángeles caídos” y rebajas de calificación que han acontecido en el crédito europeo durante los últimos años-. En segundo lugar, el high yield europeo tiene una duración media comparativamente inferior a la del high yield de EE.UU. haciéndolo menos sensible a cambios en las tasas de interés. Por último, Europa ofrece spreads más altos en función del rating. Esto se debe fundamentalmente a que los bonos gubernamentales europeos que sirven de referencia cotizan a niveles mucho más bajos que sus contrapartes de EE.UU., dejando hueco al diferencial extra.
Más allá de las diferencias fundamentales, EE.UU. está mostrando señales de recuperación más prometedoras que Europa y la normalización en la política monetaria de la Fed iniciada en enero ha empujado los bonos gubernamentales estadounidenses al alza, provocando una compresión en los spreads de la deuda high yield norteamericana. Entre tanto en Europa, el menor crecimiento se traduce en menores tipos de interés de los bonos gubernamentales por un mayor periodo de tiempo. Adicionalmente, los resultados empresariales están mejorando. Las oportunidades son, por tanto, más atractivas para la renta fija high yield en el entorno actual.
El consenso cree que Europa saldrá de la recesión en 2014. ¿Cómo beneficiará esto al high yield europeo?
Es cierto que Europa está saliendo de la recesión, pero su crecimiento sigue siendo débil, del entorno del 1%, donde los países del sur de Europa resultan los más prometedores. En todo caso, la mejoría del crecimiento económico debería generar más confianza y fomentar el gasto y la inversión, incidiendo de forma positiva en las ventas y beneficios de las empresas, incluyendo las del universo high yield.
¿Seguirán siendo los países periféricos un lastre para el apetito inversor en high yield europeo?
A pesar de la debilidad de la demanda, nos sentimos bastante positivos con la periferia europea. Se continúan haciendo progresos a nivel soberano, con un cambio de foco desde el problema cortoplacista del acceso al mercado de emisiones, hasta la implementación de reformas estructurales a largo plazo, la estabilidad política y la sostenibilidad de la deuda. La mejora de las condiciones a nivel soberano ha reducido el riesgo de que haya salidas del euro por parte de los países periféricos, alejando el riesgo de nuevas rebajas de calificación crediticia para los países de la periferia en el corto plazo.
El optimismo de los inversores sobre el potencial de crecimiento futuro de la periferia se refleja en el estrechamiento del diferencial entre los bonos high yield europeos centrales y los periféricos. En todo caso, todavía se impone un posicionamiento cauteloso (la demanda interna de los países periféricos sigue siendo débil por lo que las empresas de estos mercados que dependan de beneficios generados localmente seguirán comportándose peor que el mercado en el corto-medio plazo).
¿Por qué deberían los inversores incluir bonos high yield europeos en su portafolio?
Los bonos high yield europeos tienen el potencial de beneficiar un portafolio diversificado por su aportación de:
- Rendimientos potenciales atractivos – en el entorno actual de tasas bajas los bonos high yield europeos todavía son capaces de proporcionar un perfil de rentabilidad riesgo más tractivo que el de un espectro más amplio de bonos.
- Potencial de retorno en un entorno de bajo crecimiento – el bajo crecimiento global es una fuente generalizada de preocupación, pero las compañías high yield no necesitan un crecimiento muy robusto para comportarse bien. Al contrario, un entorno de estabilidad puede favorecer los comportamientos corporativos cuidadosos, dando soporte a los bonos high yield
- Protección a la baja – los bonos high yield tienen un mayor componente de cupón y menor vencimiento que otros instrumentos de renta fija. Estas características influyen acortando su duración, o lo que es lo mismo, su sensibilidad a cambios en las tasas de interés, aportando un elemento de protección ante mercados de renta fija bajistas. El resultado de invertir en un bono sigue siendo binario: o bien se pagan los cupones y el principal, o bien el bono suspende pagos. Sin embargo, estará menos expuesto a los cambios en las tasas de interés que las emisiones de mayor calidad crediticia.
- Ventajas de la diversificación – los bonos high yield tienen una correlación histórica baja con los bonos gubernamentales y con grado de inversión