Charlie Awdry, gestor de renta variable china de Janus Henderson Investors, comparte sus ideas sobre la sostenibilidad en la fuerza de las acciones chinas, las crecientes entradas de capital extranjero en el mercado y el repliegue de las bolsas registrado a principios de febrero. Después del sólido comportamiento observado el año pasado y en los primeros meses de 2018, ¿cree que la renta variable china se encuentra sobrevalorada a día de hoy?
Los glamurosos títulos de crecimiento se encuentran caros pero todavía vemos mucho valor disponible en determinadas áreas del mercado, sobre todo en empresas estatales de China continental que operan en diversos sectores, entre ellos el de la energía, materiales básicos, inmobiliario, bancos y telecomunicaciones.
Se ha producido una avalancha de entradas de capital por parte de inversores extranjeros a raíz de la continua bonanza de China. Algunos expertos sugieren que la inclusión este año de acciones A continentales en el índice MSCI Emerging Markets significa que batirán a otros mercados durante los próximos cinco años, ¿qué opina al respecto?
El robusto comportamiento de muchos títulos de gran capitalización sumamente líquidos indica que los inversores institucionales extranjeros podrían estar cerrando posiciones infraponderadas mantenidas hace tiempo en renta variable china. La inclusión de estas acciones en el MSCI debería darles un impulso adicional. Creemos que los inversores extranjeros se han mostrado reticentes y muy apáticos a la hora de aprovechar este repunte de la renta variable china, aunque los flujos suelen venir después de unos buenos resultados.
¿Qué indicadores del mercado está vigilando especialmente y cuáles le harían adoptar una perspectiva más cauta?
Estamos atentos a la vitalidad del mercado de salidas a Bolsa (OPV) de Hong Kong en busca de señales de alerta anticipada que nos indiquen que el sentimiento inversor se está volviendo excesivamente eufórico. Cuando aumenta el número de emisores y se reduce la calidad, podemos extraer la conclusión general de que podríamos estar llegando al final del recorrido alcista. La escisión de China Literature del grupo de Internet Tencent ocurrida a finales de 2017, período en que vimos informes que señalaban un exceso de suscripciones en más de 600 veces y una revalorización de casi el 90% de las acciones en su primer día de negociación, sugiere que el mercado de OPV ya está abierto y está pasando de ser un mercado de compradores a uno de vendedores.
Por consiguiente, creemos que los responsables de bancos de inversión de Hong Kong están trabajando en horario intensivo con vistas a captar capital para sus clientes corporativos en 2018. En estos momentos, sin duda asistimos a un calentamiento del mercado de captación de capital y es probable que existan numerosos proyectos de salidas a Bolsa, aunque no creemos que estemos a punto de ver una burbuja de mercado.
Hace tiempo que cree firmemente en la trayectoria del consumo de China; ¿qué otros sectores le resultan atractivos?
Seguimos decantándonos por las empresas orientadas al consumidor que poseen fuertes barreras de entrada competitivas; básicamente, títulos de crecimiento de alta calidad impulsados por la demanda de los consumidores en China. Aunque nos siguen gustando los títulos dirigidos por el consumo, nuestra mayor sobreponderación sectorial reside actualmente en el sector bancario, cosa bastante atípica en nosotros y un poco a contracorriente, pero que está resultando rentable a día de hoy.
Desde la venta masiva de renta variable mundial registrada a principios de febrero los títulos de China se han recuperado ligeramente, no exentos de cierta volatilidad. ¿Esto ha cambiado sus perspectivas?
A principios de febrero, las Bolsas chinas experimentaron ventas masivas tan severas como el repunte que registraron a principios de enero. Esta oleada de ventas pareció ser un fenómeno mundial y, afortunadamente, la festividad del nuevo año lunar chino celebrada durante la segunda quincena de febrero hizo que los mercados estuvieran cerrados, lo que nos permitió a todos recobrar el aliento, recomponernos y recuperar algo de objetividad sobre los mercados. Dado que la renta variable china continúa batiendo a muchos otros mercados de valores mundiales, a pesar de que pueda frenarse el ritmo de entradas de capital como consecuencia de la contracción, creemos que la tendencia de los inversores a reducir su exposición a mercados desarrollados a favor de los mercados en desarrollo es algo que tiene más margen de recorrido.
Estamos entrando en la temporada de informes de resultados correspondientes al ejercicio y nos resultará útil ver nuevas revisiones al alza de las estimaciones sobre beneficios, avaladas por estas actualizaciones aportadas de las empresas. Las condiciones monetarias de China se han ido endureciendo en los últimos meses con el empeño del presidente Xi Jinping en reducir el apalancamiento de la economía. Es improbable que se trate de un proceso ordenado, teniendo en cuenta que los titulares de prensa actuales hablan, por ejemplo, de los problemas financieros del Grupo HNA. Seguiremos bien atentos para identificar efectos inesperados de segundo y tercer orden que puedan derivarse de este proceso.
Nuestra visión sigue siendo la misma. Pensamos que el tirón actual de la rentabilidad operativa de las empresas y sus flujos de tesorería, junto con el regreso de la reflación, permitirán que la economía china continúe firmemente asentada en 2018.