Si hay algo que ha caracterizado el año 2017 en los mercados es la ausencia de volatilidad. Unos mercados que se han comportado como una «balsa de aceite» en los que asumir riesgo no les ha salido caro a los inversores. Es probablemente el cambio más importante respecto a lo que se espera este año que, segúin Jaume Puig, director general de GVC Gaesco, será un otro «gran año para la bolsa».
En su opinión, las dos grandes amenazas para los mercados: el crecimiento económico y las valoraciones de los activos, quedan desmontadas a golpe de gráfico y de dato. En el primer caso, el ciclo económico «lejos de agotarse, se está acelerando», afirma Puig.
Respecto a las valoraciones, tanto el Ibex 35 como el Eurostoxx 50 cotizan con un descuento del 35% y el 10-12% respectivamente. A ello suma el nuevo escenario en el que se mueve la bolsa estadounidense tras la reforma fiscal. «La única bolsa que estaba cara, ahora está en precio por el efecto de la rebaja del impuesto de Sociedades». Y este efecto se dejará notar no solo en EE.UU. sino en el resto del mundo.
Eso sí, la volatilidad será el gran cambio de 2018 y buena muestra de ello es el episodio vivido en los mercados a comienzos del mes de febrero. La explicación, según Puig, está en que durante 2017 tuvo lugar un trasvase de capital desde la renta fija a la variable a medida que se iban produciendo los vencimientos. Hubo entradas continuas».
Con todo, el experto se muestra convencido de que el episodio reciente fue fruto del «ruido» y, por lo tanto, sin un fundamento que justifique abandonar el mercado. De hecho, destaca que aprovecharon las caídas para tomar posiciones en determinadas compañías muy penalizadas. De cara al resto del año, desde GCV Gaesco «no esperan una volatilidad alta sino una volatilidad normal que es donde se ha situado tras el episodio de febrero», lejos de lo que vivimos en 2017 cuando solo 1 de cada 21 días el mercado sufrió caídas superiores al 1%.
Comienza la rotación en renta variable: hacia valores cíclicos tardíos y defensivos
El crecimiento económico no preocupa como tampoco lo hace la volatilidad, pero que el ciclo está en su tramo final lo confirma el aumento de la inflación y los cambios en política monetaria. De ahí que en las carteras de la gestora empieza a verse una rotación hacia sectores cíclicos tardíos como el de materias primas (cemento, petróleo, acero…) o el automovilístico, debido a la gran inversión en innovación que está teniendo que asumir actualmente.
Tras un 2017 en el que la apuesta por las small caps les ha reportado una rentabilidad superior al 25% en el GVC Gaesco Small Caps, la firma está observando oportunidad en algunos de los «blue chips» más penalizados de la bolsa española o, como explica Victor Peiró, director de análisis de la firma, en los llamados «perros de la bolsa». Es el caso del Santander, con un potencial de revalorización del 35%; Endesa que, a pesar de los cambios regulatorios y la subida de tipos de interés, podría mejorar o mantener su rentabilildad por dividendo o Inditex, que podría llevar sus títulos hasta los 30 euros. Telefónica, Acciona, AXA o Fiat son otras de las apuestas de GVC Gaesco.
En capitulo de riesgos, creen que este año «el tapón de Cataluña» va a saltar, pero no porque se vaya a solucionar sino porque dejará de ser un centro de interés para los inversores. «Cuando algo se cronifica el inversor se olvida porque las empresas van bien», afirma Puig.