A escala mundial, la rentabilidad y los riesgos que implica la inversión en vivienda han estado a medio camino entre los arrojados por la renta variable y la renta fija. Esa es la principal conclusión del informe «Anuario 2017 de rentabilidad de las inversiones mundiales» elaborado por Credit Suisse Research Institute en colaboración con el London Business School.
El informe destaca que, al contrario de lo que se ha afirmado recientemente, la renta variable, y no la vivienda, ha resultado ser la mejor inversión a largo plazo. «La expresión ‘la vivienda es una inversión segura’ es engañosa. Los precios de la vivienda cayeron en más de un 36% en términos reales desde su pico de finales de 2005 hasta su nivel más bajo en 2012», señalan desde Credit Suisse.
En su defensa de la renta variable como el activo más rentable a largo plazo, el informe resta importancia a los recientes episodios de volatilidad. «Estos episodios son difíciles de predecir, aportan poca información sobre los rendimientos futuros, y suponen una mera irregularidad en la continuada tendencia al alza que protagoniza la renta variable», afirman.
Sin embargo, el análisis realizado por Credit Suisse Research concluye que en todas las clases de activos debería arrojar una menor rentabilidad en el futuro y destaca el caso de la inversión en valor o inversión «value». Según el informe, «los inversores centrados en valor o inversores value han experimentado una década perdida, y «no hay garantías de que esta situación vaya a cambiar».
En cuanto a los mercados emergentes, han sido los grandes vencedores de 2017, con una rentabilidad del 38% frente al 23% de sus homólogos desarrollados. «No obstante, durante los últimos 118 años, han registrado un comportamiento un 1% inferior al año frente al de los mercados desarrollados», matizan desde Credit Suisse Research.
Respecto al activo refugio por excelencia, el oro, la firma opina que ha «ha registrado una rentabilidad anémica, una alta volatilidad y una escasa cobertura frente a la inflación. Sin embargo, destacan que la inversión en objetos de colección, como el arte, el vino y los instrumentos musicales, ha superado tanto a los activos monetarios como a la deuda pública. «De los cuatro tipos de objetos de colección para los que existen registros desde 1900 en el anuario, el vino es el que mejor comportamiento ha registrado, con una apreciación (ajustada a la inflación) del 3,7%, mientras que el arte solo alcanzó una revalorización del 1,9% anual».
España: la bolsa ha sido más rentable que la vivienda
Mientras que en las décadas de 1960 y 1980 el mercado de renta variable español protagonizó periodos alcistas y se clasificaba como el segundo del mundo, en las décadas de 1930 y 1970 registró las peores rentabilidades de entre todos los países analizados en este estudio. En los 118 años que abarca el anuario, la prima de riesgo de la renta variable española a largo plazo (en comparación con los bonos) fue de 1,8%, el nivel más bajo de entre todos los países que cubre el informe en el mismo periodo.
Por su parte, los rendimientos reales anualizados de 1900 a 2017 en España ascienden al 3,6% para la renta variable, 1,8% para los bonos y 0,3% para las letras del Tesoro, concluye el informe.