El regreso de la volatilidad a los mercados ha provocado movimientos de entrada y de salida en los ETFs, lo que ha puesto sobre la mesa el debate sobre la existencia de una burbuja en este tipo de productos cuyo objetivo es replicar el comportamiento de los índices. Según datos de BlackRock, su gama de iShares captó 8.800 millones de dólares y los vólumenes de negociación fueron equivalentes al 340% del volumen diario medio durante el pasado 6 de febrero, el día que se desató la volatilidad en los mercados.
Si lo comparamos los 5.000 millones de dólares que se negociaron durante otro día de gran turbulencia en los mercados, como el posterior a la votación del brexit, nos hacemos una idea de la dimensión del acontecimiento. La explicación desde BlackRock está en MiFID II y la mayor visibilidad que brinda a los inversores sobre las operaciones OTC (Over the counter).
Por el contrario, al día siguiente se produjeron reembolsos millonarios en el mayor ETF del mundo, el SPDR S&P 500, que alcanzaron los 8.000 millones de dólares. En este escenario, expertos como Patrice Gautry, economista jefe de UBP, advierten de la existencia de una burbuja. “No podemos decir que haya una burbuja hasta que explote, pero parece serlo. No tiene nada que ver con la macroeconomía sino con el apetito por el riesgo”, afirma durante un encuentro con periodistas financieros. En su opinión, haría falta una mayor regulación en este mercado porque “los mercados no son un casino”.
Sobre la voaltilidad, este experto espera que sea más alta este año tanto en el mercado de bonos como en la renta variable. “Es un mercado muy oportunístico y difícil para los productos tradicionales, hay que ser más sofisticado”, afirma Gautry.
En este sentido, también le preocupa que “el siguiente paso sea que esta mayor volatilidad modifique el asset allocation que, en el caso de UBP, sobrepondera la renta variable, sobretodo la japonesa y emergente. La firma es menos positiva sobre Europa por su elevada exposición al sector financiero. “Los resultados de los bancos alemanes no son muy buenos y necesitamos mayor claridad sobre el final del QE y la subida de tipos de interés”.
Crecimiento sincronizado e inflación bajo control
Para los próximos cinco años, Gautry prevé un escenario de crecimiento sincronizado y robusto, a pesar de que EE.UU. Está en una fase madura de su ciclo económico. “Es obvio que la economía estadounidense ha entrado en un período maduro del ciclo y continuará el mismo escenario quizás con algo menos de crecimiento”.
En su opinión, los cambios fiscales en EE.UU.serán un claro impulso a la competitividad. “El principal beneficio será para el sector empresarial En Europa, la continuidad del programa de compra de activos del BCE, aunque reducido, tendrá su impacto en la liquidez. “Este año la liquidez de los mercados de bonos va a aumentar a medida que el BCE reduzca su balance”, explica Gautry.