2018 cuenta con todos los mimbres para convertirse en el noveno año de la recuperación económica. Para Stefan Kreuzkamp, estratega jefe de inversión de Deutsche Asset Management, el «rally» de los mercados aún no ha terminado y “aunque este ciclo está muy avanzado, hay margen para que
los mercados de acciones y la economía global continúen funcionando bien”.
Kreuzkamp apuntó que este año solo el 3% de los países del mundo estaban en recesión, uno de los niveles más bajos de los últimos años. «Los países industrializados y los emergentes han sorprendido a los mercados con buenos datos económicos. Además, por primera vez en diez años, 2017 tendrá cifras de dos dígitos en las ganancias corporativas simultáneamente en EE.UU., Europa, los mercados emergentes, Japón y China», sostiene el experto.
En este sentido, desde Deutsche AM se espera que el viento en contra provenga de una mayor inflación o de políticas de tipos de interés más restrictivas por parte de los bancos centrales. En opinión de Kreuzkamp «en el futuro próximo, es probable que tres de los cinco principales bancos centrales aumenten los tipos, pero esto será a un nivel moderado. Los estímulos por recompras de bonos también continuarán en 2018 en Europa y Japón. Sin embargo, el principio del fin de la política monetaria ultra flexible ha llegado». Por eso cree que sería interesante observar quién se posiciona para hacerse cargo del mejor puesto en el BCE en 2019 al tiempo que no espera que el nuevo jefe de la Fed, Jerome Powell, realice ningún cambio fundamental en la política monetaria de EE.UU..
Mantener el ritmo en el mercado de bonos
Bill Chepolis, responsable de renta fija para EMEA de Deutsche AM, apunta que no es momento de olvidarse del dólar, ya que cree que la máxima divergencia ya se ha alcanzado. En su opinión esto se debe en parte al hecho de que el crecimiento económico en la eurozona ha sido una sorpresa positiva y a que la UE ha ganado popularidad entre los ciudadanos y el escenario político es en general más estable que en EE.UU.
En cuanto a los bonos, Chepolis ve poca necesidad de modificar las previsiones del año pasado y considera que las mejores oportunidades se encuentran en bonos corporativos, con aquellos denominados en dólares dando mayores rendimientos que los que están denominados en euros, incluso tras deducir los costes de cobertura. «Los bonos de alto rendimiento son particularmente interesantes. Aquellos de mercados emergentes ofrecen retornos altos similares ya que están soportados por un entorno favorable, buenos datos de crecimiento y baja inflación. Este próximo año, la duración activa y el manejo de las divisas serán importantes», explica.
Las expectativas de ganancias impulsan el mercado de valores
El buen comportamiento económico debería reflejarse en el mercado de valores, según Andre Köttner, co-responsable de renta variable. Dicho esto, admite que las acciones tienen actualmente un precio elevado. La tendencia se mantendrá el próximo año debido a las expectativas de buenos resultados corporativos: “Los precios de las acciones lo marca las ganancias corporativas”, añadió.
Desde Deutsche AM esperan que los estímulos claves en 2018 provengan del sector tecnológico y de los mercados emergentes, Japón y Europa. «Adicionalmente a una alta demanda de tecnología, el sector financiero podría convertirse en el segundo sector más fuerte en 2018. En EE.UU. hay perspectivas de una menor regulación, un aumento de los tipos y mayores dividendos», afirma Köttner.
En Europa, esperan que la consolidación continúe a buen ritmo y los cambios estructurales den sus frutos. Aunque con confianza, Köttner no espera que los mercados bursátiles den retornos con una volatilidad tan baja como en 2017. «El final de este recorrido podría deberse a cifras de inflación inesperadas, cifras decepcionantes de crecimiento en China o el colapso de los planes de reformas fiscales en los Estados Unidos. Los inversores actualmente tienen un gran apetito por el riesgo. En este sentido, podría haber abruptas liquidaciones de posiciones de riesgo en 2018», añade el experto.
Christian Hille, responsable del área de multiactivo, también apuntó que los mercados están en una fase avanzada del ciclo. «La diversificación de la inversión es especialmente importante en este momento. El modelo de cartera en el terreno de multiactivos de Deutsche Asset Management se compone en un 40% de bonos, 45% acciones y un 15% de inversiones alternativas», explica. Como componentes potenciales de inversiones alternativas, Hille señaló las inversiones en infraestructura y el oro. Una cartera tan diversificada estaría bien posicionada para el nuevo año.
En conclusión, para Stefan Kreuzkamp, 2018 será un ejercicio en el que Deutsche AM abordará la gestión de activos de una manera “constructiva, pero con cautela”.