Ir contracorriente puede que no sea muy efectivo a la hora de ofrecer titulares jugosos, sobretodo, cuando se trata de decir que la economía está peor de lo que aparenta. Y eso es precisamente lo que han hecho desde Renta 4 al poner el foco sobre la elevada deuda que todavía soportan (y así seguirá siendo durante mucho tiempo) las economías desarrolladas que, además, basan su fortaleza en la liquidez que durante los últimos años han inyectado al sistema los bancos centrales.
Durante un encuentro con periodistas, Miguel Jiménez, gestor de Renta 4, ha explicado que “si eliminamos el elevado déficit de las economías desarrolladas, la economía se viene abajo. Hoy la prima de riesgo debería ser portada de los medios de comunicación porque la situación es peor que en 2012”.
Como explica, esta situación está todavía sin resolver y a día de hoy “estamos más lejos de la solución por la falta de incentivos para tomar medidas” en referencia al efecto anestesia de los bancos centrales.
En este escenario, Jiménez reconoce que hay que hacer una labor pedogógica con unos inversores acostumbrados a obtener unos rendimientos anuales del 4% de media. “Si los tipos son más bajos, la rentabilidad va a ser más baja”, afirma. Así, opina que de una rentabilidad del 4% el inversor debe acostumbrarse al 2% o a una preservación de capital en sentido estricto en el caso de los más conservadores.
En su opinión, la clave no está en saber en qué momento comprar determinadas acciones sino más bien en identificar de forma acertada “el momento del ciclo en el que nos encontramos”.
En su estrategia de mercados infraponderan, por lo tanto, la renta fija gubernamental al tiempo que son selectivos con las emisiones de deuda corporativa que sólo en algunos casos presentan cierta atractivo. Un ejemplo de ellos serían las emisiones de bonos de OHL en las que Renta 4 es uno de los principales inversores. En cuanto a la renta variable, la gestora ve atractivo en términos relativos ya que creen que “en términos absolutos las bolsas están correctamente valoradas o caras”.
A la espera de una volatilidad que creen que aumentará en los próximos meses, su fondo más conservador, Renta 4 Pegasus FI registra una rentabilidad del 2% en 2017 manteniendo un perfil defensivo con el 45% de la cartera invertido en renta fija. A día de, con una exposición a renta variable del 1,8%, descartan alcanzar los retornos del pasado y se empeñan en “rebajar expectativas”. “No vamos a seguir montados en un mercado que no nos gusta. Estamos en la posición de mayor cautela de los últimos 10 años”.
En cuanto a Renta 4 Nexus FI, su fondo mixto, actualmente mantiene una exposición en renta variable del 14% que no descartan incrementar en el corto plazo si una corrección del mercado provocada por la crisis catalana, genera oportunidades de compra en compañías de calidad como Ferrovial, REE o Gas Natural.
En general desde la firma recomiendan reducir el riesgo en cartera en el caso de los inversores conservadores porque “los bancos centrales quieren precisamente eso: que los inversores asuman más riesgo y creemos que es un error. Estamos invirtiendo en un mercado manipulado”, concluye Jiménez.