“En un entorno de cambios rápidos como el actual, hay que prestar especial atención a la paz y a la prosperidad”, con estas palabras se refiere Dan Fuss, CFA, vicepresidente y gestor de Loomis Sayles, gestora afiliada a Natixis Global Asset Management, al contexto actual. Fuss, con más de 60 años de experiencia invirtiendo, es una de las caras más reconocidas de la industria, por eso sus palabras han creado cierta expectación a los asistentes a la Conferencia de Morningstar Investments 2017 celebrada en Madrid.
Morningstar, proveedor de análisis independiente, ha reunido en Madrid a asesores e inversores institucionales, como gestoras de fondos, compañías de seguros, bancos privados, agentes, fondos de pensiones, empresas familiares y empresas de asesoramiento de inversión, para abordar las principales tendencias de inversión y escuchar las opiniones de los mejores gestores del mundo, entre ellos Fuss. Sus palabras han inaugurado una jornada de conferencias donde se ha hablado de renta fija, renta variable europea, oportunidades de inversión y, sobre todo, de la gestión activa y la gestión pasiva.
Fuss ha señalado las principales claves geopolíticas que predominan en la actualidad, entre ellas el envejecimiento de la población. “Algo importante a nivel político, económico y social es la edad de la gente. Nos encontramos con que cada vez menos adolescentes y jóvenes tiene que sostener a una población más envejecida, en un sistema donde las nuevas generaciones no siempre están pudiendo reemplazar a los mayores. Vemos un aumento de población, pero es desigual. El escenario que esto nos deja es un amplio abanico de sectores que pueden ser una oportunidad, pero también el tener que analizar cómo los sistemas de pensiones, que han funcionado durante tanto tiempo, van a evolucionar”, resume.
En política Fuss pone el acento en el ámbito doméstico y en Estados Unidos, donde considera que el efecto Trump esperado por el mercado se ha visto limitado por su falta de capacidad para sacar adelante políticas y propuestas. En su opinión la otra gran tendencia que más está marcando el entorno es la política que han desarrollado durante los últimos años los bancos centrales. “Nos preparamos para una subida de los tipos en un momento en el que el mercado está razonablemente bien, hay liquidez y una volatilidad relativamente baja. La gran pregunta del mercado es qué ocurrirá y cómo se gestionará ese incremento”, afirma.
Gestión pasiva vs gestión activa
Su visión del entorno le lleva a defender que “estamos en un momento más sencillo para que el gestor activo pueda lograr mejores ingresos básicamente porque puede gestionar lo que está viendo en el mercado”.
Sin embargo, pese a su experimentada opinión, la conferencia ha dado pie a debatir si el éxito de la gestión pasiva, en concreto de los ETFs y los fondos indexados, ha ‘herido fatalmente’ a la gestión activa. José García Zárate, director asociado de Investigación Pasiva de Fondos de Morningstar, ha sido el encargado de lanzar este debate tras destacar la diferencia que hay en esta materia entre Estados Unidos y Europa. “Desde hace una década, la gestión pasiva es algo mayoritario en Estados Unidos, mientras que vemos como en Europa es una tendencia que comienza a consolidarse”, señala.
En opinión de Unai Asenjo, CEO y cofundador de Indexa Capital, han sido un elemento disruptivo para la industria. “Están cada vez más mecanizados, tienen ventajas fiscales en algunos países y tiene un menor precio en relación a la rentabilidad que logran”, cita como aspectos positivos Asenjo. En este sentido Peter Westaway, jefe economista y de Estrategia EMA de Vanguard, apunta que “durante mucho tiempo hemos centrado este debate en el precio, pero no hay que negar que en ciertas partes del ciclo la gestión activa también puede hacerlo bien”.
Por su parte, Marc Pilgrem, jefe de Estrategia de Negocios para EMA de BalckRock iShare, ha querido recordar que el simple hecho de decidir entre una y otra ya es una actitud activa por parte del inversor. “Creo que estamos ante un cambio estructural, que viene acompañado de un cambio tecnológico y en la educación del inversor”, matiza.
Renta variable y fija
Además, la jornada ha dejado varias ideas y tendencias sobre la inversión, tanto en renta fija global como en renta variable europea. Sobre esta última, se ha destacado que la renta variable europea tiene aún bastante recorrido y que se ha producido un movimiento, tras la elección de Donald Trump, de la renta variable americana a la europea.
En opinión de Victoire de Trogoff, gestora de Fedelity Internacional, “claro que hay buenas oportunidades. Hay sectores que pueden parecer tener un mayor riesgo, como el farmacéutico, pero por eso es necesario centrarse bien en el análisis de cada compañía, más allá del contexto global”. En esta misma línea se encuentra Álvaro Guzmán de Lázaro, jefe de inversión y socio de azValor Asset Management, quien destaca que “hay valores con mucha calidad, con buenos fundamentales y gran beta que han podido pasar más desapercibidos, y en los que vemos oportunidades”.
Respecto a la renta fija global, Raphael Robelin, director de inversiones Bluebay, ha señalado que el miedo está sometiendo al mercado. “El mercado no se está comportando de una forma racional y eso es una gran oportunidad para ganar dinero”, ha explicado poniendo como ejemplo el aumento del spread entre el bono francés y el alemán durante los meses previos a las elecciones.
Este experto en renta fija recomienda evitar las largas duraciones en los bonos y algunos países como China. Dentro del análisis que realiza de este mercado advierte también que las políticas implementadas por el BCE durante estos años han alterado el comportamiento normal de los mercados de bonos. “No ha tenido criterio y ha comprado de todo. Lo bueno es que cuando empiece a retirar las compras y a vender para sanear su balance hará más fácil encontrar buenas rentabilidades”, matiza.