Con un alza del 5,1%, la renta variable internacional se ha anotado un sólido primer trimestre. Por regiones, Europa batió a Estados Unidos, marcando una tendencia que desde NN IP piensan que aún tiene recorrido por delante. Aunque la próxima temporada de publicación de resultados empresariales debería impulsar a ambas regiones, los niveles de valoración de la renta variable estadounidense no descuentan adecuadamente el riesgo de ejecución de las políticas y apenas dejan margen para encajar decepciones.
La firma espera un estrechamiento de la brecha de valoración entre EE.UU. y la zona euro, convencidos de que un resultado positivo de las elecciones en Francia puede liberar demanda contenida de acciones de la zona euro por parte de inversores extranjeros.
Alza generalizada de los mercados bursátiles en el primer trimestre
Atrás quedan los primeros tres meses del año y podemos concluir que fue un buen trimestre para los valores de renta variable. El índice MSCI World ganó un 5,1% (rentabilidad total, en euros), registrando claramente un mayor avance relativo los mercados emergentes y los mercados desarrollados de Asia, excluido Japón.
Europa batió ligeramente al índice MSCI World, mientras que EE.UU. le fue levemente a la zaga. El alza de los mercados de renta variable fue por tanto generalizado, con todas las regiones principales, y casi todos los sectores, exhibiendo un buen comportamiento.
No obstante, al analizar los factores subyacentes cabe apreciar algunas novedades. Así como en los dos últimos trimestres de 2016 los sectores cíclicos superaron de una forma nítida a los defensivos, en el primero de 2017 el desglose de resultados sectoriales fue más dispar. El mejor comportamiento se lo anotó un sector cíclico, el tecnológico (10,8%), que se beneficia del fortalecimiento de la economía y, en concreto, del afianzamiento de los planes de inversión empresariales.
Otros sectores que despuntaron fueron los de atención sanitaria (7,2%), bienes de consumo discrecional (6%) y productos básicos de consumo (5,7%). Energía decepciona debido a las elevadas existencias de petróleo El sector con peor desempeño del primer trimestre también fue uno cíclico. Después de haberse revalorizado más que los demás en el cuarto trimestre de 2016, el sector energético retrocedió un 6,1%. La explicación es patente: el precio del petróleo marcó su mínimo de los últimos tres meses en marzo (si bien desde finales de ese mes se ha recuperado algo).
Un análisis regional también permite apreciar cambios notables en comparación con el año pasado. En el cuarto trimestre de 2016, anticipando eventuales medidas de la administración Trump favorables al mundo empresarial, la renta variable estadounidense se llevó la palma. Ahora bien, Trump sigue sin dar demasiados detalles sobre su política económica y los inversores están comenzando a perder algo la paciencia y a dudar de que vaya a ser capaz de sacar adelante todos sus planes en un plazo relativamente corto. Esto se refleja en el mercado bursátil estadounidense.
Tras la firmeza del cuarto trimestre de 2016 y a comienzos de este año, el recorrido alcista de la bolsa estadounidense parece estar estancándose. Las acciones estadounidenses, pese a haberse revalorizado un 4,8%, fueron ligeramente a la zaga de los índices mundiales de renta variable. En su asignación de renta variable, NN IP refuerza el posicionamiento relativo entre EE.UU. y la zona euro, revisando el del primero a la baja hasta una infraponderación media y el del segundo al alza hasta una sobreponderación media.
Los resultados empresariales en EE.UU. y las elecciones francesas
Dos eventos tienen visos de dominar el panorama en abril: la publicación de resultados empresariales y la primera vuelta de las elecciones francesas. En EE.UU., la previsión de consenso para los beneficios del primer trimestre es de un aumento del 9,7% respecto al primer trimestre de 2016. El listón está alto, pero compartimos el optimismo en torno a esta variable. Un mayor crecimiento del PIB nominal ayudará a que crezcan sus ingresos. Dado que una parte de la base de costes de las empresas es fija, al menos en el corto‐medio plazo los márgenes de beneficio podrían ampliarse. Los precios más altos de las materias primas también sostendrán los beneficios globales, en unos momentos en los que la rentabilidad del sector financiero se ve impulsada por el aumento de los rendimientos y una curva de rendimientos más pronunciada.
A pesar de las favorables perspectivas de beneficios y niveles de valoración, la incertidumbre política en la zona euro pesa en el ánimo de los inversores extranjeros. Los sondeos previos a las elecciones presidenciales en Francia apuntan a una segunda vuelta entre Macron y Le Pen, que ganaría Macron por considerable margen (60% frente a 40%). Obviamente, estas encuestas pueden equivocarse pero, a diferencia del Brexit y de la victoria de Trump, el Frente Nacional de Le Pen cuenta con un dilatado historial electoral y nunca superó el umbral del 30%. Cabe cierta cobertura de riesgo en los mercados al aproximarse el evento pero, una vez superado este, y siempre que el resultado no sea pésimo para los mercados, los inversores de fuera de la zona euro podrían finalmente intensificar sus inversiones en la región.