Una cuestión medioambiental crucial en la actualidad es el plástico, que está contaminando los océanos y los sistemas naturales de todo el planeta y contribuyendo a un aumento de las emisiones de CO2. “La forma en que utilizamos y consumimos el plástico actualmente, dentro de un modelo lineal de extracción-fabricación-desecho, es insostenible y, si no cambia, los resultados para el medio ambiente serán catastróficos”, expresan desde Fidelity International.
Con el objetivo de concienciar sobre la necesidad que tiene el planeta de encontrar soluciones para el plástico, calibrar la magnitud de la oportunidad comercial que representa la crisis de los envases de plástico e identificar las tecnologías y ganadores a largo plazo que pueden ayudar a salvar nuestro planeta, cuatro expertas de Fidelity International (Velislava Dimitrova, Cornelia Furse, Fenella Atkinson, Radhika Surie y Hayley Misselbrook), han elaborado un informe.
Se prevé que el uso de envases de plástico aumente a razón de un 4% anual entre 2019 y 2030
Según relatan, desde la invención del primer polímero sintético en 1869, los plásticos se han infiltrado en nuestro mundo y convertido en una parte indispensable de nuestras vidas. En 1950, únicamente se consumían 2 millones de toneladas de plástico al año en todo el mundo, cantidad que en 2019 se había multiplicado por 200 hasta un total de 406 millones de toneladas.
Hoy en día, el plástico ha inundado nuestras vidas y mares y se utiliza en prácticamente todos los sectores, pero los envases suponen el uso más importante. En 2018, el 45% (174 millones de toneladas) de todo el plástico producido se destinó a envases.
“Los plásticos son el material ideal para los envases, ya que son de bajo coste, versátiles, duraderos, ligeros y también son medioambientalmente más favorables que las alternativas. A título ilustrativo, el plástico reduce los desperdicios alimentarios manteniendo los alimentos más frescos durante más tiempo y su bajo peso permite rebajar el consumo de combustible y emisiones durante el transporte. Por lo tanto, los plásticos están reemplazando a otros materiales de envasado”, explica el informe.
De hecho, entre 2000 y 2015, los plásticos aumentaron su peso dentro de los volúmenes mundiales de envases del 17% al 25%. A raíz de estas ventajas, los volúmenes de envases de plástico muestran una fuerte trayectoria de crecimiento del 4% anual. En 2030, eso se traducirá en una demanda de aproximadamente 281 millones de toneladas de envases de plástico en todo el mundo, frente a los aproximadamente 180 millones actuales, tal y como alerta el informe.
El modelo actual de los envases de plástico es perjudicial para el medio ambiente
A pesar de sus beneficios, los envases de plástico son problemáticos, ya que la forma en que los utilizamos es insostenible y genera muchos residuos. “Extraemos petróleo y gas para fabricar envases, que con frecuencia solo se utilizan una vez, y después los desechamos. Esto marca un claro contraste con un modelo circular (reducción-reutilización-reciclaje) dirigido a eliminar los residuos, facilitar el uso continuo de los recursos y contribuir a la descarbonización”, resaltan.
Para poner lo anterior en perspectiva, las autoras destacan que únicamente se ha reciclado el 9% de todos los residuos plásticos producidos a lo largo de la historia. Además, a los niveles actuales, únicamente se recicla el 24% de todos los envases del mundo. De los residuos restantes, únicamente el 70% se recoge para su eliminación y gestión, aunque dos tercios de esta cantidad acaban en el vertedero y liberan grandes cantidades de metano y CO2 que contribuyen al calentamiento del planeta. El restante 30% de residuos que “se pierde” degrada los sistemas naturales, como los bosques y los océanos. “Si no se toman medidas, se prevé que haya más plástico en el océano que peces en 2050 “, alertan.
Además, se prevé que aumente la demanda, por lo que los problemas medioambientales se agravarán. Para reducirlos será necesario adoptar una economía más circular. Pero los problemas medioambientales no están pasando desapercibidos y los consumidores, los reguladores y las principales empresas de productos de gran consumo están reaccionando ante la crisis climática.
En todos los continentes, los gobiernos están respondiendo a las quejas de la sociedad ante los residuos de los envases de plástico. A consecuencia de la presión pública y el refuerzo de la normativa, las empresas están respondiendo con ambiciosos objetivos de reciclaje de plásticos. Por ejemplo, Coca Cola, Kellogg’s y Nestlé se encuentran entre las 250 grandes empresas que han prometido eliminar todos los plásticos de uso único e invertir en nuevas tecnologías para que todos los envases pueden reciclarse en 2025.
Además, las conversaciones de los analistas de Fidelity con 41 de las primeras empresas de productos de gran consumo han puesto de relieve que 26 de ellas se han comprometido a aumentar la proporción de envases de plástico que son reciclables o compostables. “Sumando estas tres fuerzas de demanda (consumidores, reguladores y empresas), se prevé que las soluciones circulares de envasado crecerán a una TCAC del 24% entre 2019 y 2050, pasando de 8 millones a 84 millones de toneladas”, expresa el informe.
Se necesitan nuevas tecnologías para atender el fuerte incremento de la demanda de reciclaje
Así pues, las autoras del informe se preguntan ¿cómo van las empresas a atender el fuerte incremento de la demanda de soluciones circulares de envasado? ¿Qué tecnologías existen? ¿Son estas suficientes para alcanzar los niveles de reciclaje deseados? “Como sociedad, necesitamos reducir los volúmenes de envases de plástico que se utilizan e invertir en nuevas tecnologías para introducir los envases de plástico en un modelo circular con altas tasas de reciclaje y unas pérdidas mínimas”, apuntan.
A través de sus conversaciones con expertos sectoriales y empresas, los analistas de Fidelity han puesto de relieve dos posibles soluciones que deberían adoptarse: plástico reciclado post-consumo (en sí mismo un material reciclable) o envases de bioplásticos, que son compostables. Las empresas prefieren los plásticos reciclados post-consumo porque son más baratos. Sin embargo, desde Fidelity International advierten de que no toda la demanda de envases de plástico del modelo circular podrá atenderse con envases reciclados post-consumo.
Los envases de plástico reciclado post-consumo pueden dividirse en dos segmentos: mecánicos (el plástico se transforma de nuevo en pellets de resina, pero la estructura química no cambia) y químicos (los polímeros del plástico se descomponen en elementos que pueden reconstruirse). Los mecánicos presentan numerosas desventajas. Con este método solo se pueden procesar determinados tipos de residuos (los plásticos no deben estar contaminados y deben ser homogéneos) y los plásticos “se degradan”, lo que reduce enormemente la calidad del material. Además, el proceso es muy ineficiente y el 28% de los envases de plástico que se envían a reciclaje mecánico se pierde en el proceso.
Con el reciclaje químico los problemas anteriores se reducen. En teoría, es un proceso de reciclaje infinito que mantiene los envases dentro de un circuito cerrado. “Sin embargo, el reciclaje químico está en pañales y los volúmenes de residuos de envases de plástico que puede procesarse actualmente son bastante limitados. Estas deficiencias limitan la oferta de envases reciclados post-consumo disponibles y, por lo tanto, se necesitarán bioplásticos para cubrir el déficit de oferta”, señala el informe. Lo que, según resalta el informe, crea oportunidades de inversión muy interesantes.
Los ganadores de la guerra por el reciclaje
Ante esta enorme oportunidad de inversión, es importante que los inversores sean capaces de identificar las tecnologías y empresas clave que se colocarán en ventaja y podrán escalar de forma rentable su tecnología.
“A través de nuestra plataforma internacional de análisis y nuestras estrechas relaciones con las empresas, podemos entender la oportunidad comercial que representa la crisis de los envases de plástico e identificar las empresas ganadoras que liderarán la evolución del mercado de las soluciones al problema de los plásticos. Como inversores a largo plazo, nuestro deber es influir para conseguir cambios medioambientales positivos. Mediante una selección de valores con enfoque ascendente basada en los fundamentales, podremos identificar los líderes que pueden propiciar un salto cualitativo en la “crisis planetaria del plástico”. Además, al suministrar capital para financiar tecnologías innovadoras, aumentar la escala y reducir el coste del capital, podemos ayudar a estos líderes a salvar nuestros océanos y el planeta”, concluye el informe.