Competencia en el mercado bancario chileno: ¿Qué nos dice el indicador Boone? Es el último informe dado a conocer por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (SBIF), en el que se aborda la relación entre concentración y competencia bancaria en Chile.
La SBIF explica que mediante una metodología de datos de panel para el periodo 2008-2009 y la determinación del indicador de competencia Boone se evalúa la relación entre las participaciones de mercado de las instituciones bancarias y su eficiencia medida a través de los costos marginales. Los resultados obtenidos indican una asociación alta y positiva entre concentración y competencia bancaria, y destacan la existencia de niveles de competencia diferentes entre las distintas carteras de crédito.
Asimismo, la Superintendencia subraya que durante las últimas décadas la temática de la concentración bancaria ha estado en el centro del debate tanto político como económico. Las oleadas de fusiones y adquisiciones y sus efectos potenciales sobre la competencia y la estabilidad financiera han ocupado un espacio importante tanto el ámbito de la prensa como en el de los reguladores y académicos.
Una veintena de fusiones y adquisiciones en los últimos 20 años
El caso chileno no ha sido la excepción. Una veintena de fusiones y adquisiciones durante las dos últimas décadas, la importante reducción del número de bancos, el aumento de los índices de concentración, el fuerte crecimiento y diversificación de la oferta de crédito tanto bancaria como no bancaria, y la persistencia de estabilidad y desarrollo financiero, han sido el marco de una serie de estudios que muestran una relación poco concluyente o difusa entre concentración y competencia. Más aún, explica la Superintendencia, durante la reciente crisis financiera internacional, el debate en la industria bancaria local se reabrió, con cuestionamientos respecto a la falta y/o lentitud de la transmisión de la política monetaria a los clientes bancarios.
En el ámbito de la discusión académica sobre la competencia bancaria, y la búsqueda de mejores mediciones y modelos, desde hace algunos años se ha empezado a utilizar el instrumental introducido por Boone (2004), explica la SBIF.
El índice de Boone, a diferencia de las mediciones tradicionales (Herfindahl-Hirschman, entre otras) reconoce la heterogeneidad de los mercados de crédito, permitiendo medir el grado de competencia tanto en forma global como para distintos tipos de carteras e instituciones.
Conclusiones del estudio
Los resultados de la aplicación de la metodología de Boone al caso chileno muestran una asociación alta y positiva entre concentración y competencia bancaria. Al mismo tiempo, indican que los niveles de concentración de la banca se mantienen dentro de rangos moderados, y que la competencia está alineada con la observación en economías de mayor desarrollo financiero.
En segundo lugar, al desagregar el indicador Boone por tipo de cartera, se obtiene que la competencia del segmento de mercado orientado al financiamiento para la vivienda supera la de los segmentos de consumo y comercial.
Lo anterior parece ser consecuencia de la diversificación de la oferta de financiamiento destinada a los hogares, observada durante los últimos años. En efecto, instituciones financieras no bancarias como cooperativas, cajas de compensación, compañías de seguros, administradoras de mutuos hipotecarios, emisores de tarjetas de crédito vinculados a retail, han ganado terreno y participación aumentando las alternativas de financiamiento de las personas.
Una situación distinta se observa en el segmento empresarial, mayoritariamente formado por empresas de menor tamaño, para las cuales el crédito bancario sigue siendo prácticamente la única alternativa de financiamiento.
Si quiere consultar el informe completo de la SBIF puede hacerlo en el siguiente link.