La amenaza de tapering provocó en primavera del año pasado fuertes salidas de capitales desde los mercados emergentes hacia el mundo desarrollado y una volatilidad creciente sobre todo en los primeros. De ahí la importancia del mensaje diversificador para los inversores presentes únicamente en los mercados emergentes, como algunos latinoamericanos o asiáticos. Pero esa diversificación no solo es importante para ellos, sino que también sigue siendo una consigna vigente para el mundo desarrollado: “Los ciudadanos necesitan rentas en sus carteras y buscamos diversificar más allá de EE.UU, Reino Unido y Europa para que los inversores puedan mirar a los mercados emergentes”, explica Colm McDonagh, gestor de renta fija en Insight Investment, una de las gestoras especialistas de BNY Mellon, en un extracto del Global Market Outlook que BNY Mellon Investment Management publica cada año.
Aunque sigue preocupado por los efectos del tapering, considera que “existe más preocupación de la necesaria sobre los emergentes. No creeemos que haya una fuerte recuperación pero, mirando los datos, tampoco será muy débil. Esperamos una ligera subida en el crecimiento económico durante los próximos seis meses”, comenta.
Procesos electorales en 2014
Para el experto, y a parte del tapering, el mayor reto para estos mercados en 2014 serán las consecuencias políticas de los procesos electorales: Turquía, Brasil, India y Sudáfrica convocan este año a las urnas. “Este año es un enorme ciclo electoral y los gobiernos responden a él de formas distintas, como aumentando el gasto antes de las elecciones”, explica McDonagh.
“Brasil se presenta como un país con amplios servicios civiles y un sistema regulatorio burocrático, así que un cambio de liderazgo podría afectar a muchos sectores y a la forma en que Brasil gestiona sus negocios”, comenta Sophia Whitbread, gestora de mercados de Renta Variable Asiática de Newton (parte de BNY Mellon, especializada en la selección activa de acciones y bonos con un enfoque temático global). “Sin embargo, el titular actual se puede mantener cabeza de las urnas, por lo que no habría cambios”, matiza.
El país, que afronta elecciones presidenciales en septiembre, tiene un problema de desigual distribución de riqueza entre su población. McDonagh añade que “la clase media en Brasil ha estado creciendo, pero actualmente se ha contraído. No se ha trabajado lo suficiente en la mejora de infraestructuras, como es el caso del transporte público, lo que puede ser el catalizador de las protestas”, dice McDonagh. Además del problema del aumento de la inflación. Al otro lado, México ha dejado depreciar su divisa y está en una mejor situación.
Para McDonagh, las mayores historias estructrurales en emergentes están en el segmento de países más grandes después de los BRIC, como Oriente Medio (donde mejora la estabilidad tras el acuerdo entre Irán y EE.UU), o China, con un nuevo régimen estable. “En Argentina, las recientes elecciones apuntan a una transición potencialmente positiva “, dice.
En su opinión, podría haber problemas con algunos países frontera, que han tomado prestado mucho capital, como algunos de América Central que se han endeudado en dólares estadounidenses pero tienen ingresos en sus divisas locales. El gestor se pregunta qué ocurrirá si hay ventas masivas o si esos países podrán devolver siempre el dinero que se les ha prestado, a veces para financiar infraestructuras pero otras veces simplemente lo han tomado «porque podían hacerlo».