Cuando en 1982 la película Blade Runner mostraba al público coches que circulaban a pleno vuelo, lejos del suelo, su director Ridley Scott, estaba anticipando lo que años más tarde sería una idea de Volkswagen China.
«Coche del pueblo” fue el nombre elegido para este proyecto lanzado en el año 2011. Y con buen criterio, ya que se invitaba a la ciudadanía a aportar ideas sobre el coche que desearían poder emplear en el futuro.
De las 119.000 propuestas, el Volkwagen Hover Car fue la que más llamó la atención de la compañía.
¿Cómo está ahora el proyecto?
Volkswagen Hover Car es a día de hoy una idea pendiente de desarrollo. Aún no cuenta con un prototipo propio y no se han llevado a cabo avances desde la presentacion del proyecto en el año 2011. Entre los motivos está que su puesta en práctica efectiva implicaría la adaptación de las vías a unas peculiaridades concretas, lo que hace necesario una infraestructura específica.
Sin embargo, constituye un importante precedente a la hora de pensar en coches futuristas y en vehículos no contaminantes.
Con joystick y sin ruedas
Biplaza, sin ruedas y con joystick en lugar de volante, el Volkswagen Hover Car se asemeja a una cápsula, tiene forma de cilindro estrecho, tiene grandes cristales en el centro y laterales y no disponde de ningún retrovisor.
Al no tener ruedas, su forma de desplazamiento es la levitación gracias al electromagnetismo que hace posible su movimiento.
Con estas características se aleja bastante del modelo de coche tradicional, y cuesta imaginarlo sin ver el vídeo de su promoción o alguna imagen.
Por otra parte, destaca su tamaño ya que es más alto que los coches tradicionales, pero más estrecho. Esta disposición lo convierten en un vehículo bastante adecuado para las grandes urbes.
Además, como complemento a sus funcionalidadades, cuenta con la posibilidad de activar el piloto automático, GPS y reconocimiento de voz.
A su vez, en la luna delantera cuenta con información sobre la velocidad y las direcciones a elegir, sin olvidar el sensor de seguridad que le permite moverse en sintonía a la velocidad de otros transportes.
El cálculo que establece la distancia entre los mismos es el que establece la velocidad ideal a la que debe circular. Si dectecta algún peligro, frena automáticamente.
Electromagnetismo como combustible
La alternativa ecológica que representa es completamente innovadora y consiste en una reacción con los minerales subterráneos para llevar a cabo la levitación y el desplazamiento, que iría guiado por la persona que controla el joystick. Esto explica por qué el prototipo del Hover Car fue diseñado en la ciudad de Chengdú (al sudoeste de China).
Chengdu es geológicamente única por la gran cantidad de minerales subterráneos con los que cuenta y que hacen posible que la tecnología empleada por el vehículo provoque la reacción que permite el movimiento. A su vez, esto genera dudas sobre su viabilidad en otras zonas que no tengan las mismas características.
¿Por qué nunca ha llegado a desarrollarse?
Cuando el grupo alemán puso en marcha el proyecto, su intención fundamental era establecer relaciones con el mercado chino, por lo que Wang Jia, la ganadora del concurso que desarrolló la idea, tendrá que esperar para ver su idea convertida en realidad.
A su vez, cabría preguntarse por la rentabilidad que tendría para Volkswagen el llevar a cabo la fabricación a gran escala de este tipo de vehículos, sin olvidar las adaptaciones correspondientes de las vías, algo que no depende de la compañía. Los costes de este proceso, así como el mantenimiento y adaptación de las vías podría suponer un grave prejuicio para los ciudadanos.
Es importante recordar las peculiaridades geólogicas de la ciudad de Chengdú, un elemento con el que no cuentan todas las ciudades y que supondría una dificultad añadida a la hora de desarrollar el mismo procedimento a una mayor escala.
Con todo ello, el proyecto representa una alternativa ecológica y una idea innovadora que puede suponer un importante precedente a la hora de hablar de coches futuristas.
Algunas novedades introducidas en el hover car como su diseño, reconocimiento de voz, o el freno automático ante un peligro, pueden emplearse para mejorar la eficacia de los vehículos que se desarrollarán los próximos años.