Ebury, la Fintech especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, ha puesto en marcha el programa “Women in Finance” en todos los lugares del mundo en los que está presente para impulsar la incorporación de las mujeres en el sector financiero y promover su inserción en puestos de
responsabilidad dentro de este campo. La iniciativa intenta hacer visible socialmente el déficit vocacional y presencial de mujeres en los sectores tecnológico y financiero y promover su incorporación al mercado.
Ebury apoya esta iniciativa con su participación de foros y jornadas de divulgación y mediante programas de becas que favorecen la incorporación de mujeres a la compañía. Asimismo, dentro de su cultura empresarial figura el objetivo de favorecer el desarrollo de carrera de las mujeres, haciéndolo compatible con unos modelos realistas de conciliación familiar.
La última iniciativa llevada a cabo por Ebury dentro de su programa “Women in Finance” ha sido su participación en el Foro “Innovación en Economía y Finanzas”, representada por Paula González, directora de operaciones transaccionales dentro de la división tecnológica de Ebury.
Sobre la infrarrepresentación de las mujeres en las actividades profesionales y empresariales relacionadas con las tecnologías y las finanzas, González se muestra convencida de que las cosas están comenzando a cambiar, y que el gran aliado para la inserción laboral de las mujeres en esto sectores viene de la mano de la propia universalización de los dispositivos móviles. “La práctica generalización del uso de móviles por los jóvenes constituye un acercamiento real al mundo de las tecnologías, y es de suponer que abrirá una nueva de forma de relación y percepción de la sociedad en general, mucho más proclive, hacia este campo”, afirma.
“Aunque la brecha entre hombres y mujeres es todavía muy grande en lo que se refiere a la presencia de la mujer en el sector tecnológico y financiero, creo que hay razones para el optimismo”, continúa González. “Somos muchas las mujeres que estamos convencidas de que esta vez serán precisamente las nuevas tecnologías las que se conviertan en nuestras aliadas para lograr la deseada normalización. Ponen en nuestras manos unas herramientas que, si algo nuevo nos aportan, es eficiencia en todos los procesos y a todos los niveles”, señala.
A su juicio, conductas tradicionales y disfuncionales como el “presencialismo” en las oficinas o las “relaciones públicas de pasillo” tienen los días contados en las empresas. “La tecnología permite medir el desempeño y tasar con exactitud la proximidad o lejanía que se ha quedado alguien de una meta, y eso beneficia a los buenos profesionales, sean mujeres u hombres”, concluye González.