No. No es el guion de una nueva entrega de “Regreso al Futuro”, ni un avance tecnológico que veremos en un futuro lejano. El primer vehículo volador estará listo a final de año de la mano de Airbus que trabaja desde hace meses en un prototipo autónomo que evite los atascos dentro de las ciudades.
El proyecto se enmarca en la nueva división de la compañía, Urban Air Mobility creada el año pasado y que está explorando conceptos como un vehículo para transportar individuos o un vehículo de estilo helicóptero que puede llevar a varios pasajeros. El objetivo sería que la gente reserve el vehículo usando una aplicación, similar a los esquemas de compartir coche. «Hace cien años, el transporte urbano pasó al espacio subterráneo, ahora tenemos los medios tecnológicos para ir por encima de la superficie», ha afirmado el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, en una conferencia de tecnología digital DLD en Múnich recogida por Reuters. Las tecnologías a las que se refiere son la miniaturización, la inteligencia artificial, la conectividad o las baterías eléctricas.
En opinión de Enders utilizar el cielo también puede contribuir a reducir los costes a los planificadores de infraestructuras dentro de las ciudades. «Con los vehículos volantes, no necesitas invertir en puentes y carreteras», afirma.
La era de los vehículos voladores está a punto de comenzar y, aunque todavía nos encontramos en una fase de experimentación, fabricantes como Airbus tienen claro que será una tecnología limpia que evite congestionar todavía más las grandes ciudades. Aunque se desconoce la inversión que la compañía está realizando en este proyecto, Enders ha destacado que, “si ignoramos estos desarrollos, seremos expulsados de importantes segmentos de negocio”.
Pero Airbus no es el único fabricante volcado en la próxima revolución automovilística. En una entrevista reciente a Le Figaró, Enders reconoció que hay “una efervescencia en torno a proyectos de coches volantes” articulada en tres dimensiones: la electrificación que lidera Tesla, el grupo de Elon Musk, el desarrollo de coches autónomos de Google y las innovaciones a los servicios de aportadas por Uber. De momento, ya hay grandes ciudades, como Singapur, Sao Paulo y Tokio, que se han mostrado interesadas en la posibilidad de crear pasillos aéreos para la circulación de estos vehículos.