El Juego del Calamar ya es la serie más vista de toda la historia de Netflix. Para quien aún no se haya enganchado a esta serie coreana, le resumimos brevemente en qué consiste (sin spoilers) y qué puede aprender sobre finanzas con esta ficción que aparentemente poco tiene que ver con la educación financiera.
El juego consiste en encerrar en una isla secreta a varias personas que competirán jugando a los clásicos juegos de patio de colegio, pero con finales más sangrientos y premios más generosos. El ganador podrá llevarse una gran suma de dinero que crece con cada eliminación de jugadores. En este punto nos preguntamos: ¿por qué alguien accedería a arriesgar su vida de tal forma? Todos los jugadores tienen algo en común: acumulan deudas descomunales.
Esas deudas, según vamos conociendo, son fruto de vicios con el juego o negocios oscuros. Pero hay algunos que simplemente por falta de planificación y educación financiera se han visto envueltos en esa espiral de deudas.
La primera norma que deberían haber tenido en cuenta los participantes del cruento juego es que no se debe gastar más de lo que se ingresa. “Supone entrar en un bucle de endeudamiento del que es muy complicado salir y que conlleva el pago de unos intereses que pueden acabar arruinando a cualquier persona”, advierte Andrea Cerreras-Candi, directora de EFPA España, sobre la situación en la que se encuentran muchos de los jugadores. “Además, conviene contar con un remanente para estar cubiertos ante posibles contingencias no previstas”, aconseja la experta.
Otros de los principios básicos que debemos tener presentes a la hora de gestionar la economía familiar es la necesidad de una planificación financiera en el largo plazo. Sumado a “ser conscientes de la imposibilidad de lograr grandes rentabilidades, sin asumir riesgos, es fundamental a la hora de gestionar la economía de una familia”, advierte Carreas-Candi.
La clave para no recibir una llamada del Juego del Calamar: contar con asesoramiento y educación financiera
Para la experta de EFPA, la clave está en pedir ayuda a un profesional cualificado, con el que podamos trazar una estrategia de inversión adaptada a nuestras circunstancias familiares, horizonte temporal y perfil de riesgo. “En definitiva, contar con toda la información para tomar las mejores decisiones”, añade.
Asimismo, la experta destaca la importancia de contar con una buena formación financiera, la cual nos otorgará la libertad necesaria para tomar las riendas de nuestra economía y no depender de la suerte, tal y como espera el protagonista de la serie.
“La educación financiera otorga libertad individual al ciudadano y hace más libre y próspera a una sociedad. Sobre todo, la clave es que todos los ciudadanos sean conscientes de lo importante que es la planificación financiera y patrimonial, con la ayuda de un profesional cualificado, y de que hay que alejarse de todos aquellos que aseguran grandes rentabilidades en el corto plazo, sin asumir grandes riesgos. Eso es completamente imposible”, advierte.
“Un particular nunca podrá tomar decisiones de inversión adecuadas sin información completa sobre los productos que contrata y las alternativas con las que cuenta, en función de su objetivo de inversión, perfil de riesgo y horizonte temporal”, añade.
Las lecciones que podemos aprender de la serie
Según resume la experta de EFPA, la serie refleja que personas de diferentes estratos sociales o culturales pueden sufrir problemas del ámbito financiero que acaben repercutiendo en su vida familiar y personal de forma grave. Una de las mayores lecciones que se pueden extraer es que “las soluciones fáciles y los caminos cortos, en materia de finanzas, no existen”, reflexiona Carreras-Candi.
“Más allá de aquellos personajes que están sumidos en una situación tan complicada por la comisión de delitos o porque no han tenido buenas oportunidades laborales, también hay algunos que han acabado en una situación tan desesperada por la toma de decisiones financieras erróneas, a los que les ha podido la avaricia o la falta de información sobre productos financieros (como en el caso de los futuros)”, explica.
Principalmente, para la experta, la serie ofrece dos lecciones directamente relacionadas con la planificación financiera. En primer lugar, la necesidad de contar con ayuda profesional a la hora de tomar decisiones, con la mente fría, en especial en momentos de máxima tensión donde lo natural es dejarse llevar por la presión y tomar decisiones equivocadas.
En segundo lugar, destaca el problema del endeudamiento. “El pago de intereses acumulados puede provocar una situación de sobre endeudamiento que acabe provocando una pérdida de todo el capital ahorrado por una persona”, alerta.
¿Qué son los futuros? La razón por la que Cho Sang-woo, el amigo de la infancia de Seong Gi-hun se arruina
En los primeros capítulos descubrimos que Cho Sang-woo, el empresario de éxito del barrio de la niñez del protagonista debe seguir participando en el Juego del Calamar porque se ha arruinado invirtiendo en futuros, un tipo de inversión no apta para inversores no cualificados y de un riesgo considerable.
Según explica Andrea Cerreras-Candi, directora de EFPA España, los futuros son un tipo de derivado financiero que consiste en una contratación a plazo en la que se establecen todos los detalles en el momento del acuerdo (precio incluido), mientras que el intercambio efectivo se produce en un momento futuro.
“Su valor se basa en el precio de otro activo financiero denominado producto subyacente, que pueden ser valores, índices, productos agrícolas, materias primas… Se trata de un producto financiero de riesgo, no apto para inversores no cualificados, puesto que sus rendimientos pueden multiplicarse o perder toda la inversión, si no se acierta con las predicciones establecidas. La rentabilidad puede verse afectada al establecerse contratos con fechas de inicio y de fin”, aclara la experta.