EFPA España ha elaborado un documento informativo en el que explica cuáles son las principales diferencias entre un asesor financiero y un gestor de fondos, el perfil más adecuado para cada profesional y las principales aptitudes con las que deben contar.
1. Planificación patrimonial vs. a administración de vehículos de inversión
Un asesor financiero es el profesional que ayuda a planificar y gestionar los ahorros e inversiones de una persona o empresa, según sus ingresos recurrentes, el patrimonio y necesidades financieras y personales. Se trata del encargado de intermediar entre el cliente y los mercados financieros, por lo que su función principal es ofrecer los productos financieros y diseñar la estrategia de inversión que mejor se adapten al perfil de cada ahorrador.
Por su parte, un gestor de fondos es el responsable de administrar un fondo de inversión, coordinar la gestión del vehículo, en nombre de clientes que buscan optimizar sus ahorros, y conseguir la mayor rentabilidad para estas inversiones.
En líneas generales, el gestor se dedica a la gestión del día a día de los fondos, mientras que el asesor se dedica a la gestión del patrimonio financiero de las familias, seleccionado entre una cesta de diferentes productos financieros.
2. Diseñador de carteras vs. seguimiento continuo del cliente
El gestor de fondos analiza la economía, así como el desempeño de los diferentes sectores, compañías y otros activos, con el objetivo de tomar una decisión para elaborar o modificar la cartera de un fondo y la estrategia de inversión a seguir. Es el encargado del diseño de una cartera de inversión, por lo que está centrado en combinar activos, atendiendo a las necesidades y a los gustos de cada inversión. Además, también debe seguir la evolución que presentan los valores para evaluar posteriormente los resultados obtenidos.
El asesor financiero es el encargado de seleccionar entre los diferentes fondos de inversión y otros vehículos financieros que mejor se adecuen a las necesidades de cada cliente. Para ello, el asesor deberá conocer sus objetivos y necesidades, cuál es su perfil de inversión, su horizonte temporal y las características personales para, en función de estos parámetros, realizar el diagnóstico adecuado para la óptima gestión del patrimonio de su cliente.
3. Conocimiento exhaustivo de los mercados vs. a una visión global con aptitudes conductuales
El asesor financiero encarna a un profesional responsable de asesorar en materia de inversiones a sus clientes. Su objetivo es conseguir que invierta de la forma más rentable, siempre teniendo en cuenta su perfil de riesgo. Además, el asesor debe cumplir con estrictos requisitos en cuanto a independencia y transparencia en el servicio.
Una sólida base en materia de finanzas, para poder interpretar los índices que afectan al comportamiento de los activos donde ha invertido el cliente, es fundamental, así como una base de conocimientos fiscales, que permita tener conocimientos en la normativa vigente para elaborar un plan fiscal que tenga en cuenta todas las variables del cliente (IRPF, impuesto de sucesiones, donaciones y herencias…).
Un asesor financiero debe tener buenas dotes comunicativas y empatía para explicar al cliente la situación del mercado en cada momento y entender cuál son sus necesidades y preocupaciones, teniendo en cuenta su perfil de riesgo del cliente, sus intereses personales y el horizonte temporal. Las aptitudes psicológicas y el control de las emociones también son elementos que un asesor debe trabajar.
En el caso del gestor de fondos, debe tener un conocimiento exhaustivo de los mercados y de las compañías. Los gestores deben ser buenos lectores: libros de bolsa, blogs, información financiera, informes anuales de compañías…que les permitan obtener una visión global del mundo financiero. Además, les puede ayudar contar con ciertas nociones sobre software y tecnología aplicada a las inversiones, así como tener paciencia, constancia y un temperamento templado a la hora de tomar decisiones.
4. Un perfil técnico vs. perfil estratégico
La profesión de gestor de fondos no está regulada por ley, pero, por lo general, son profesionales con un perfil completamente especializado, ya que en numerosas ocasiones centran su trabajo en la gestión de un activo específico: renta variable, bonos, una zona geográfica concreta…
Una formación universitaria relacionada con economía y finanzas es un buen punto de partida, pero también puede ser útil contar con estudios de áreas relacionadas con la ingeniería, matemáticas, física…aunque es importante complementar los estudios con postgrados o máster especializado orientado a la gestión de carteras o mercados financieros donde se enseñe a diseñar un proceso inversor, a analizar negocios y tomar decisiones en situaciones de tensiones
En el caso de los asesores financiero, su figura comienza a estar regulada, a partir de la entrada en vigor de MiFID II en enero de 2018, que homologa a España con otros países de nuestro entorno. Los asesores financieros que den servicio a un cliente deben contar con una cualificación a través de alguno de los títulos validados por el regulador, CNMV. Por lo general, el perfil del asesor es el de un licenciado en Economia o ADE con estudios superiores de postgrado en ámbitos relacionados con la gestión de carteras, los mercados o la gestión de riesgos.
5. Figuras complementarias, nunca sustitutivas
En realidad, la figura del asesor financiero y la del gestor de fondos no son sustitutivas en ningún caso. El gestor está más centrado en la elaboración de las carteras de inversión, mientras que el asesor financiero realice el seguimiento diario de la planificación financiera y patrimonial del cliente con el objetivo de tomar la mejor decisión a la hora de planificar su cartera.