“En un plazo de menos de 5 años los incentivos van a estar completamente prohibidos en los servicios financieros”. Así de tajante se mostró Enrique Fernández Albarracín, jefe de regulación financiera de EY, en referencia a los requisitos que impone MiFID II para el cobro de retrocesiones, las comisiones que las gestoras de fondos de inversión pagan a las entidades que venden sus productos.
Durante la jornada «2019. Nuevo contexto para las EAFs» organizada por ASEAFI en la Bolsa de Madrid, este experto advierte que la CNMV va a ser «clara y estricta» sobre el cobro de estos incentivos por parte de cualquier jugador de la industria financiera. “La CNMV va a empezar a poner el foco en
evaluar los medios técnicos y la metodología que los asesores que se hacen llamar independientes aplicarán en todo el proceso de la actividad de asesoramiento”, ha afirmado Fernández Albarracín.
En este sentido, el jefe de regulación financiera de EY tiene claro que el modelo de asesoramiento independiente es el futuro y según defiende “es el único que permitirá sobrevivir en el mercado”. Además, cree que «la acción del gobierno interno de las firmas también se verá reforzado, lo que supondrá una mayor carga regulatoria a los asesores».
En su opinión, factores como la transparencia, la información, la carga regulatoria y el refuerzo de la relación con los clientes serán los elementos diferenciadores que harán que el asesoramiento independiente se consolide como el único posible. Además, el nivel de supervisión y los estándares de cumplimiento normativo se incrementarán hasta igualarlos con otras ESIS ya que, según aclara “no puede haber modelos de supervisión tan distintos porque supone un gran coste”.
Tsunami regulatorio
Fernández Albarracín ha destacado el «tsunami regulatorio» que afecta a las empresas de inversión que abarca desde normas de conducta, protección de datos, aspectos relacionados con el gobierno interno, ciberseguridad y que, según afirma, «van a afectar de forma superlativa a la rentabilidad de un negocio complejo”.
Sin embargo, califica el fenómeno fintech y la digitalización como una gran oportunidad para cumplir mejor y con menos coste con las nuevas regulaciones, al igual que para mejorar la relación con el cliente. “Hay que desarrollar actividades que refuercen los modelos de selección y fabricación de la recomendación de inversión, al igual que la parte del reporting con el cliente, que es clave”, concluyó Fernández Albarracín.