El mundo del asesoramiento financiero celebra este viernes en Sevilla una de sus citas más importantes. El IV congreso de EFPA España ha sido inaugurado por el exministro de Economía y Hacienda y excomisario europeo de Asuntos Económicos Pedro Solbes, quien se ha referido a las tensiones geopolíticas en la Unión Europa asegurando que «va a perdurar, con uno u otro formato. porque no tiene sentido que no sea así después de haber logrado tantos avances».
Solbes reconoce, no obstante, que «hay riesgo de una nueva crisis por el caso italiano» y, en referencia a Reino Unido y su salida de la UE, que «quien se ha separado ahora puede ver las enormes dificultades prácticas de su modelo».
En cuanto a España, el exministro cree que «tendrá que adaptarse a un modelo bastante inestable» y «abordar reformas para mejorar la eficiencia económica y que tendrán que considerar el envejecimiento de la población» porque «la demografía es uno de los grandes problemas pendientes».
Ante un auditorio de más de 1.000 asesores financieros, el IV congreso de EFPA España ha contado con diferentes mesas de debate que han abordado tanto los retos del sector financiero en un entorno de normalización monetario, la eterna batalla entre la gestión activa y la pasiva, el universo fintech o los desafíos que plantea MiFID II.
Gestión pasiva vs. gestión activa
Tras años de crecimiento, la gestión pasiva se enfrenta al reto de la volatilidad de los mercados bursátiles y al de ser vehículos rentables a la hora de invertir en renta fija. Los expertos consideran que nos se trata de estilos excluyentes, pero recomiendan identificar el momento del mercado en que cada opción es más adecuada. En opinión de Pilar Arroyo, especialista de renta fija de M&G, «hay que tener en cuenta el binomio rentabilidad-riesgo, ya que a veces solo nos fijamos en los retornos y menos en el riesgo. En mercados alcistas la gestión pasiva está fenomenal, pero en mercados bajistas o laterales hay que gestionar el riesgo».
Para Patricia de Arriaga, subdirectora general de Pictet AM en España, «invertir en un vehículo solo porque sea barato no es lo más adecuado» y, en este sentido, considera que en estos momentos la asignación activa de capital a renta fija es clave porque, de lo contrario, nos exponemos a pérdidas muy importantes». El principal motivo, argumenta, es que en los índices de renta fija los países/emisores más endeudados son los que tienen más peso.
Sebastián Velasco, director general de Fidelity para España y Portugal, ha destacado, sin embargo, que hay muchos fondos activos que no lo han hecho bien o no han hecho lo que decían que iban a hacer o han cobrado unas comisiones muy altas». A su juicio, la inversión pasiva va a seguir creciendo a menos que los costes de la activa se reduzcan considerablemente o la innovación tecnológica se ralenticce.
Para Nicolás Llinás, director de desarrollo de negocio de Carmignac, «la tendencia es que los gestores se apoyen cada vez más en los instrumentos de gestión pasiva, pero el gran reto es proporcionar a los inversores que vienen de depósitos, un retorno razonablemente atractivo.Con la gestión pasiva solo no lo vamos a poder hacer».
Universo fintech: ¿competir o colaborar?
En España hay más de 300 compañías categorizadas como fintech que, en opinión de Unai Ansejo, CEO de Indexa Capital, facilita que cualquier tipo de activo y estrategia sea accesible para el inversor final. «Aparecen nuevos jugadores rápidamente y los bancos enseguida replican las fórmulas para que su cliente no se vaya», añade.
El ejemplo de Reino Unido también ha estado presente en el congreso. Para ilustrarlo, Keith Richards, CEO de Personal Finance Society, «la tecnología permite a los inversores optar por lo que consideran mejor para su dinero y los asesores financieros británicos cada vez la utilizan más para ampliar la gama de servicios que ofrecen al cliente». Eso sí, Richards destaca que «no hay servicio robótico que pueda aportar los conocimientos y experiencia de un profesional».
Dede Bankia, Ignacio Cea, director corporativo de estrategia, innovación tecnológica y ciberseguridad, ha reconocido que, «nos hemos dado cuenta de que hay cosas que hacen muy bien y es el acercamiento al cliente…lo hacen mejor que nosotros, son muy ágiles y nosotros tenemos un plan, lo seguimos y tardamos un año y pico y quizás cuando lo ponemos en marcha ya está anticuado».
Cea destaca, no obstante, que las fintech tienen un problema de seguridad, al carecer de la imagen y confianza del cliente con la que sí cuentan los bancos, y otro de rentabilidad. Por eso, en lugar de copiar o competir, apuesta por la colaboración y el trabajo conjunto.
En opinión de Juan José Cotorruelo, director de vida y pensiones de Caser, señala la importancia de la educación financiera. «A medida que la educación financiera crece el «do it yourself» financiero que son los clientes de las fintech, irá a más.»