Tressis lanza Wealthinking, una nueva perspectiva para la banca privada en España que combina asesoramiento y planificación financiera para alcanzar los objetivos vitales del cliente a lo largo de todas las etapas de su vida.
La estrategia Wealthinking plantea al cliente propuestas y carteras de inversión para cada uno de sus objetivos vitales. La atención personalizada de los asesores de Tressis, herramientas profesionales de planificación financiera y fiscal, y el apoyo de un equipo de especialistas, son la clave del servicio.
Según Sonsoles Santamaría, directora general de negocio de Tressis, “creemos que el asesoramiento personalizado y el acompañamiento continuo al cliente son las máximas que definen el futuro de la banca privada. Con la estrategia Wealthinking, en Tressis apostamos firmemente por el cliente haciendo que él, su familia y sus metas vitales, sean los protagonistas reales de todas las áreas de nuestro negocio”.
Un plan de negocio familiar
En la estrategia Wealthinking, el cliente y su familia son analizados como si de una empresa se tratara, realizando un plan de negocio para la propia persona y/o su núcleo familiar. Mediante este proceso se busca lograr que las metas vitales condicionen las decisiones financieras, no al revés, y eliminar, en la medida de lo posible, la incertidumbre financiera en nuestro futuro.
“La rentabilidad no es un objetivo, sino un instrumento que nos permite alcanzar nuestras metas vitales y es necesario entenderla dentro del contexto personal y patrimonial de cada cliente”, comenta Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis.
Planificar según los objetivos vitales
Wealthinking clasifica en siete grandes categorías los objetivos vitales que pueden perseguir los clientes:
1. Jubilación: siendo previsores en la planificación dado que los objetivos financieros que no se alcancen antes de la jubilación, difícilmente se conseguirán tras empezar el retiro.
2. Previsión y familia: optimizando la gestión de las inversiones para cubrir posibles contingencias y garantizar una estabilidad económica ante imprevistos como una situación de desempleo prolongada o una enfermedad grave.
3. Formación: proyectando los gastos de su propia formación o la de sus hijos, ya sean estudios en el extranjero, una buena universidad o un master.
4. Vivienda: planificando el patrimonio inmobiliario para elegir la mejor alternativa financiero-fiscal.
5. Cuarta edad: incluyendo en el plan financiero partidas para poder afrontar los gastos extraordinarios que supongan contar con ayuda doméstica extra, cubrir la dependencia o una posible adaptación de vivienda.
6. Más metas: la solidaridad (inversiones socialmente responsables), filantropía u otros proyectos como invertir en arte, constituir una nueva empresa, viajar… son partidas que también necesitan ser planificadas.
El cliente tendrá una o varias carteras adaptadas y personalizadas según sus objetivos vitales. Además, estas carteras estarán en constante actualización teniendo en cuenta que las circunstancias personales pueden ir cambiando, así como las proyecciones e hipótesis (financieras y fiscales) tomadas en cuenta. Por tanto, más allá del asesoramiento, Wealthinking es un proceso de acompañamiento al cliente.