El número de EAFIs (empresas de asesoramiento financiero) sigue aumentando tanto en número como en clientes y patrimonio asesorado, aunque su facturación en 2016 ha descendido un 7,9%. En concreto, el año pasado el número de empresas de asesoramiento financiero alcanzó las 172, el número de clientes creció un 6,4% y el patrimonio asesorado un 12,57%, según el «Estudio sobre las Empresas de Asesoramiento Financiero» realizado por el Consejo General de Economistas (CGE) que destaca los nuevos retos a los que se enfrentan con la entrada en vigor de MiFID II el próximo 3 de enero.
Según ha destacado en la presentación del estudio Valentín Pich, presidente del CGE, Valentín Pich, “en la mayoría de los casos, estas entidades ya cumplen con los requisitos de transparencia y calidad del servicio al cliente, y, por tanto, MIFID II puede ser una oportunidad para su desarrollo; prueba de ello es que en el Consejo de Economistas se observa bastante interés entre profesionales para obtener la autorización de la CNMV”.
Según ha destacado David Gassó, presidente de Economistas Asesores Financieros (EAF-CGE), «los ingresos totales se han visto afectados por la reducción en su facturación (36,06%) de la EAFIs con mayor cuota de mercado. David Gassó ha remarcado, además, que las EAFI sólo han tenido una reclamación, en contraste con otras Empresas de Servicios de Inversión (ESIs). Sin embargo, a pesar de esto no se les permite tener agentes para desarrollar su actividad, mientras que otras entidades, incluidas las 41 sociedades de valores actuales, que pueden prestar más servicios y por tanto tienen más riesgos, tienen 5.761 agentes registrados.
Albert Ricart, miembro de Economistas Asesores Financiero (EAF), colaborador de este estudio y socio de C&R Investment Financial Advisor EAFI, SL, ha manifestado que “en base al análisis los datos obtenidos de las cuentas anuales auditadas de 2016, se ha constatado que existe una gran dispersión en el tamaño de las EAFI».
Mientras que hay 8 EAFIs que facturan más de 1 millón de euros, que supone el 46% de la facturación del total de las personas jurídicas analizadas, hay 50 entidades que facturan menos de 150.000 euros y que suponen el 7% del total. La EAFI media factura 306.084 euros con unos beneficios de 17.568 euros, y solo 39 EAFIs de las 123 analizadas han facturado más de la media. En cuanto a volumen de facturación, la EAFI media en 2016 continúa siendo una microempresa que factura 306.084,61 euros, con unos beneficios medios de 17.569,10 euros, que da empleo a 3 profesionales, que tiene unos fondos propios de 150.428,90 euros y que asesora un patrimonio de sus clientes entre 60 y 100 millones de euros.
Ricart ha afirmado que “hay varios motivos por los que esta actividad no logra tener un desarrollo como en otros países de la Unión Europea, como son los requerimientos normativos que se les exige y que suponen un incremento de los gastos fijos, y, por otro lado, la prohibición de disponer de comercializadores o agentes como el resto de las empresas de servicios de inversión; agravado todo ello por el hecho de que se puede prestar asesoramiento sin estar regulado, bien amparados por la Ley o de forma intrusa”.
MiFID II y la obligación de ser o no independiente
La entrada en vigor de MiFID II podría ser una amenaza para el sector al tener que declararse ‘independiente’ y/o ‘no independiente’, aun siendo por su propia naturaleza –salvo contadas excepciones– independientes de otras entidades emisoras o proveedoras de productos. Pero desde el Consejo General de Economistas entienden que también puede ser una oportunidad porque –frente a otras entidades que prestan servicios de inversión y no solo de asesoramiento– las EAFIs ya venían cumpliendo este requisito de independencia desde el principio, para prestar un servicio de calidad a sus clientes sin conflictos de interés.
Por otro lado, las posibles asociaciones o fusiones entre EAFIs podría hacerlas más competitivas. El estudio también advierte sobre la posible conversión de agentes financieros en EAFIs ante la pérdida de independencia de estos con la entrada en vigor de MiFID II