Con la llegada de 2014, es el momento de hacer propósitos para el año nuevo. UBS Global Asset Management ha hecho los suyos propios con respecto a los mercados. ¿Cuáles son los errores o malentendidos que el mercado tuvo en 2013 y que deberían evitarse en el futuro? La gestora ofrece nueve sugerencias al respecto en su nuevo informe, realizado por Joshua McCallum, economista senior de renta fija, y Gianluca Moretti, economista de renta fija de la entidad.
1. Recordaré que la estabilidad no siempre es positiva. Los expertos recuerdan que, a comienzos del año, los mercados dejaron de reaccionar a las incertidumbres políticas tanto en EEUU como en la eurozona, porque se habían habituado a los riesgos y aprendido a ignorarlos. Pero, paradójicamente, “ignorar los riesgos puede incrementarlos”, advierten. “Los políticos solo cambian las cosas cuando hay presión de fuera, como volatilidad en los mercados y por eso los problemas aún no están solucionados”. Como ejemplo, la falta de volatilidad en Europa ha significado también una falta de progreso en las reformas estructurales y en la unión bancaria, recuerdan desde la gestora.
2. No confundiré una política monetaria aproximativa con una guerra de divisas. La gestora comenta que cuando el Banco de Japón anunció su política expansiva a comienzos de 2013, se habló sobre la guerra de divisas, como si el país estuviera depreciando injustamente el yen para mejorar su competitividad. Los expertos argumentan que es más realista decir que la autoridad había mantenido una política monetaria demasiado restrictiva para luchar contra la deflación interna y las políticas ultraexpansivas de otros, por lo que el banco estaba simplemente aproximándose a las políticas de otros países. Algo justificado, y máxime cuando Japón no ha de preocuparse por la inflación.
3. No confundiré tapering con restricción monetaria. Para la gestora, éste es uno de los mejores consejos. Los expertos explican que cuando Ben Bernanke anunció en mayo que la Fed iba a comenzar a reducir sus compras de activos bajo su programa de relajación cuantitativa (QE), el mercado sobre reaccionó e interpretó también que habría más restricciones monetarias, subiendo tipos. De ahí que la Fed decidiera cancelar el tapering y lo retrasara a diciembre.
4. Confiaré más en el forward guidance, o política de tipos bajos. Para UBS Global AM, los mercados han puesto a prueba a los bancos centrales varias veces en su compromiso con el mantenimiento de los tipos de interés en niveles bajos, pero éstos se han mantenido firmes. “Los mercados no han de creerse que se conseguirán los objetivos a largo plazo; solo han de creerse que los bancos centrales seguirán esa política hasta que se cumplan sus previsiones”, dicen los expertos. «Podéis estar en desacuerdo con las previsiones de los bancos centrales pero confiad en la forma en que dicen que reaccionarán a los datos». En este sentido, creen que el Banco de Inglaterra será el primero con retos debido a que el dato desempleo está mejorando.
5. Empezaré a ignorar las discusiones en Washington D.C. Cuando el bipardismo en EEUU provocó el cierre del Gobierno y amenazó con un impago de los bonos del Tesoro, el mercado habló mucho sobre los potenciales daños. Pero los expertos recuerdan que el evento tuvo poco impacto en la economía y el impago volvió a ser una “amenaza vacía, como antes”. La incertidumbre provocó retraso en la recuperación de las inversiones de los negocios del país y en UBS Global AM esperan que los negocios se acostumbren al bipardismo y empiecen a ignorar estos temas.
6. Trataré a los emergentes como tales. Tras el anuncio de la Fed sobre un tapering en mayo, los grandes movimientos de mercado se centraron en los emergentes, pues los inversores estaban tratándolos como si fueran activos refugio y llevando allí su capital buscando mayores retornos. “Algunos países han utilizado bien ese capital mientras otros han empeorado sus cuentas. Con la amenaza de tapering, todas las divisas bajaron. Por un momento breve pareció que los inversores recordaron que los emergentes tienen sus riesgos, pero olvidaron todo de nuevo cuando el tapering se retrasó. Los inversores deberían reflexionar sobre ello en 2014”, comentan en la gestora.
7. No me quejaré cuando consiga lo que he deseado. Hace un año, los mercados se quejaban de que no había reequilibrio de competitividad en Europa porque la inflación era demasiado alta en la periferia. Ahora que realmente hay signos de ese equilibrio, se quejan de que puede haber deflación. Pero, en realidad, poco ha cambiado en los últimos dos años.
8. No me obsesionaré por el precio de los inmuebles. Muchos piensan que si suben los precios será positivo, en vez de considerarlo simplemente un síntoma de una mayor fortaleza de la economía. UBS recuerda que esa subida es positiva para los que tienen casas pero negativa para quienes no poseen y quieren comprar viviendas.
9. Preferiré la más simple de las explicaciones plausibles similares. Al igual que los optimistas inventan teorías para explicar por qué una burbuja puede durar siempre y por qué esta vez es diferente, tras una recesión son los pesimistas los que tratan de explicar por qué todo empeorará. “En el siglo XIV, Guillermo de Occam diría que la explicación más simple de que el mundo no es tan diferente es preferible a otras igualmente plausibles pero más complicadas sobre por qué ha cambiado” dicen en UBS.